El día se ha hecho eterno y es tan sólo el primero de los muchos que me esperan hasta poder tener la información que necesito acerca de él. Finalmente estoy saliendo de este infierno para ir hacia mí paraíso personal llamado Lucas Sandonini. Aun se me hace extraño que Lucas se haya convertido en eso para mí después de lo mucho que me ha hecho sufrir, pero estoy enamorada de él y supongo que el amor te hace perdonar muchas cosas, ¿no?
El calor de Miami es infernal el día de hoy, hace más calor que de costumbre y mi ropa de oficina no me ayuda mucho a sentirme mejor, pero afortunadamente al subir al auto y encender el aire acondicionado al máximo todo mejora.
Besarlo es lo más cercano a tocar las estrellas, y sus manos comenzando su travesía por mi cuerpo me eleva a otra galaxia, una donde todo lo que estamos atravesando deja de existir. Abandona mis labios por tan solo un instante y es tan solo para provocarme más. Sentirlos en mi cuello hace que mis pies dejen de tocar el suelo. Comienzo a perderme en las sensaciones que provoca en mí y él lo sabe muy bien.Sus expertas manos van deshaciéndose de mi ropa de una manera lenta, pero muy sensual. Me hace sentir deseada y todo empeora cuando muerde mi lóbulo —me muero por ti. — Me susurra.—Yo por ti Lucas...— consigo de
—No me has respondido— me dice al oído mientras me tiene sentada entre sus piernas y me abraza con fuerza.Apoyo mi cabeza sobre su pecho y sonrió cuando escucho su espalda golpear un poco más fuerte de lo debido contra el respaldar de la cama. —¿Estás bien?— pregunto entre risas.—Sí, sólo me he apoyado con más fuerza de la que debí — me responde mientras ríe también y debo acomodarme de tal manera para poder mirarle a los ojos. Esos ojos azules... su sonrisa... sus pectorales... es que definitivamente es tan guapo... —no me has respondido, ¿te mudas conmigo?
Al día siguienteSalgo del baño luego de haberme duchado para prepararme e ir a trabajar, y me encuentro con mi ex esposo, actual novio, y juraría que modelo acostado en la cama prácticamente desnudo a excepción de la tímida sábana que cubre su hombría, y con sus brazos cruzados debajo de su cabeza. « Concéntrate Sienna, debes ir a trabajar», me repito una y otra vez cuando su mirada se pasea sobre mí.—Buenos días Bella, me hubieras despertado para ducharme contigo. — dice de manera sugerente y juro que es muy complicado mantener la coherencia con &e
Un día más entrando a este edificio donde debo fingir tal como lo hacen los espías en sus misiones. Saludo de manera amable a quienes ya se animan a decirme algo, aunque sea tan simple como "buenos días", y voy hacia el elevador. Las puerta está por cerrarse cuando una mano masculina interfieres y hace que se vuelva a abrir —Buenos días. — Me dice un hombre de cabello rubio, ojos verdes bastante alto y joven. Cabe destacar que su porte elegante y bien parecido le hacen parecer un gran ejecutivo de la empresa. Él presiona el mismo piso que yo y me mira.—Buenos días. — respondo de manera cortés.&mda
He intentado indagar por todos los medios medianamente posibles el nombre de la difunta esposa de Raúl, pero aún no lo consigo. Entre el almuerzo con los empresarios tailandeses, la cantidad de recados que he recibido de mi jefe; sumado a que en una semana es el aniversario de la empresa y me han pedido colaborar con todos los preparativos, apenas he podido investigar más a fondo.Apago la computadora, organizo los papeles de mi escritorio y busco mi bolso para irme a casa. Hoy la cena será interesante, Lucas y yo le diremos a mi padre que estamos juntos nuevamente... sólo con pensarlo me pongo nerviosa. Los nervios me invaden al escuchar el ruido del timbre. Sé que nada se compara al día de mi boda con Lucas, y el hecho de que mi padre se haya enterado de todo en el momento, pero decirle que hemos regresado es algo que también me pone de esta manera. ¿Cómo reaccionará? ¿Sospechará algo de todo lo que ha sucedido?—Tranquila mi amor. — me susurra al oído Lucas y deposita un tierno beso en la comisura de mis labios para después dirigirse a la puerta e ir a la puerta. Abre y saluda a mi padre con entusiasmo.« Pensar que hasta hace poco le odiaba...» Después de casi tres horas entre la cena y la sobremesa, Lucas cierra la puerta de entrada una vez que mi padre sale de la casa y me mira desde allí —no ha ido tan mal — comenta haciéndome reír.—Para nada, es más han armado planes de boda y todo — me quejo cruzándome de brazos mientras apoyo mi espalda contra la columna que está detrás de mí.Él camina hacia mi tal como si yo fuese su presa y se sonríe — ¿y eso te molesta?— pregunta divertido. Al día siguienteLlevo más de la mitad de mí día laboral trabajando en el reporte que se le entregará a cada uno de los miembros de la junta directiva, y a medida que voy preparando cada uno de los folders, voy apuntando sus nombres en las notas de mi móvil.—Leonardo Sanabria—Marta Indigo—Saul V55. Visitas y Propuestas
56. Despejar La Tormenta
57. Una Parte Del Misterio