Un poco más de una semana después
Salir del hospital no ha sido tan simple como ponerme bien físicamente y ya. El irme de aquí llevo varios estudios psicológicos, terapia, y confesar parte de lo sucedido para convencerlos de que no lo volvería a intentar. Hace más de una semana que estoy aquí, pero finalmente termino de arreglar el pequeño bolso con ropa que me hizo llegar Lucas por mi padre y me miro en el espejo del baño una última vez. Mis ojeras aún siguen allí
Cuatro semanas despuésOtro día más en la oficina, aún estoy intentando entender el funcionamiento absoluto de la empresa de mi padre, y es que hace tan solo una semana atrás que me he interesado en aprender todo lo que sucede aquí. Decidí dejar de ser la niñita millonaria que tan sólo ayudaba a su padre cuando era necesario. He decidido dejar de ser aquella mujer que conocía más de moda que de lo que realmente sucedía a su alrededor. Debo admitir que también he decidido ocupar mi mente para dejar de pensar en todo lo que viví y sobre todo en él, que, por alguna estúpida razón, no se sale de mi cabeza.
Entramos a mi restaurante preferido frente a la bahía y Matías, el gerente del restaurante nos saluda de manera cordial; sí somos o éramos clientes habituales del lugar —Señor Di Marco buenas tardes, ¿la misma mesa de siempre? —le pregunta a mi padre.—Si por favor. —
No puedo dejar de pensar en todo lo que Lucas me ha dicho ayer. No he podido dormir en casi toda la noche y aquí sigo dando vueltas en mi cama tomando el valor para ponerme de pie e ir a la oficina sabiendo que lo veré allí.Un golpe en la puerta irrumpe mi caos mental y al dejar que entre allí está mi padre con su traje gris listo para ir a trabajar —buenos días, hija, ¿aún no te levantas? — me pregunta con una tímida sonrisa.
Salí huyendo del edificio con la excusa de ir a almorzar, pero la realidad es que quería evitarlo. Lamentablemente mi almuerzo no ha podido durar todo el día, y la paz que me generó estar sentada en mi restaurante favorito con vista al mar se rompe cuando entro a mi oficina y lo veo allí sentado en su escritorio. Estaba muy concentrado en su ordenador hasta que levanta la mirada y me sonríe.« Después de un largo día en la oficina no he querido regresar a casa. Honestamente, no quiero que mi padre me vea así de preocupada; no tengo el valor de contarle porque es que me encuentro así. He decidido que el chofer no me acompañe y conducir yo. Necesito estar completamente sola, necesito caminar... distraerme... ¿Qué mejor que ir de compras?«Supongo que aún no consigo deshacerme de este hábito». Estaciono el auto en el estacionamiento del "Bal Harbour Shops" e intento no pensar en él. Al día siguienteRespiro profundo y tomo el valor para entrar a mi oficina. Sé que ha llegado ya, puedo escuchar el ruido de sus dedos sobre el teclado de la computadora. Sin mirarlo camino hasta mi escritorio y apoyo el vaso de café que compre en el camino sobre el escritorio para luego acomodar mis cosas y sentarme en mi silla, ni quiero que me mencione la conversación que hemos tenido ayer. No quiero que me pregunte si he pensado lo que hemos hablado, porque la verdad es que no creo que pueda llegar a perdonarle lo que me ha hecho por más que comencemos de cero.Muevo el ratón para que el monitor de la computadora se ilumin25. Amigos Del Pasado
26. Encuentros
Puedo notar lo tenso que es este momento, creo que podría cortarse con un cuchillo —Axel, ¡qué casualidad! — digo con una enorme sonrisa y le saludo cordialmente con un beso.—Lo mismo digo mi querida Sienna, o no nos vemos por años; o te encuentro dos días seguidos. La he pasado muy bien contigo ayer, deberíamos repetir pronto. — me dice sonriente y la manera tan intensa en la que Lucas respira a mi lado me desconcentra.—Claro que sí, cuando gustes. Axel, te presento a Lucas Sandonini; el nuevo socio de mi padre— me limito a d
Ha insistido tanto en traerme a mi casa después del evento, que no me ha quedado otra opción que aceptar. Está conduciendo y yo no sé ni qué decir, prefiero quedarme en silencio y hacer de cuenta que estoy sola, pero al parecer él tiene otra idea.—¿Puedo preguntarte algo?