Roderick se encontraba un poco inquieto mientras pensaba en su viaje de negocios, él sabía que debía asistir para cerrar un trato, pero sentía que si se iba, algo malo sucedería en su ausencia y eso lo hacía sentir incómodo.
Los minutos pasaban, pero el joven apenas podía concentrarse en lo que hacía. Algo molesto se puso de pie y comenzó a ir de aquí para allá en la oficina, pensando en posibles soluciones, pero se detuvo en seco cuando alguien tocó la puerta.
_ ¿Puedo pasar? -preguntó con educación.
_ Adelante -sonrió el empresario al escuchar la voz de su amada.
_ Roderick, aquí tengo el plan logístico de expansión y el reporte de rendimiento de operaciones.
_ Oh, sí… déjalos en mi escritorio.
Aclaratoria
Costear: Pagar la totalidad de un gasto determinado.
_ ¿Qué? Eso es irracional -refutó Deborah mientras negaba con la cabeza. _ Ni tanto, Menzies y yo no nos llevamos bien. _ Sí, eso ya lo sé, pero no puedes ser mi guardaespaldas -dijo firme y claro. _ ¿Y quién dice que lo seré? No voy a ser tu empleado, por lo tanto no te cobraré por mis servicios. _ Pero Roderick… _ Escucha, Menzies debe pensar que tú estás saliendo conmigo, así que no le parecerá extraño que quiera protegerte de él y no sospechará de ti. _ Tal vez sea cierto, pero yo no voy a dejar que te arriesgues solo para protegerme. _ Lo siento, esa es mi decisión y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Dos días habían pasado desde la partida de Roderick, cuando Deborah recibió una invitación de MASAYF, la empresa quería que la joven asistiera a un evento social que siempre celebraban en julio con gente importante de todos lados. Según la carta elegantemente adornada, al ser ella la nueva socia de AFYA, querían aprovechar la ocasión para darle la bienvenida y presentarla a todos, porque a partir de ese momento, iba a ser usual verla en fiestas como esa y reuniones de negocios. _ Vaya, vaya, Roderick tenía razón… si bien el señor Fletcher no trama nada en mi contra, no puedo decir lo mismo de su hijo. Deborah comenzó a jugar con la carta entre sus manos, intentaba hacerla girar entre sus dedos mientras pensaba. _ Me gustaría saber porque Menzies quería alejarme
_ ¿Así no más? ¿Nos vimos una vez en la firma del convenio de las empresas tras 5 años y al poco tiempo me pides ser tuya? Creo que puedes hacerlo mejor que eso. _ Me gusta ser directo -confesó con media sonrisa. _ ¿Esa es la estrategia que usas con tus ex? ¿Al principio muy romántico y galante para obtener lo que quieres y luego vas directo al grano? _ Dijiste que no había rencores. _ Y no los hay, solo lecciones aprendidas, así que también seré directa contigo, Menzies Fletcher… eres muy ingenuo si crees que puedes tenerme solo con pedirlo, no soy la Deborah Marlyn Sandoval que conociste. _ Eso lo tengo bien claro, por eso me gustas más y no me daré por vencido contigo, quiero que vengas conmigo esta noche y mañana tra
_ ¿No te importa que te viole?_ Me importa, pero no te tengo miedo, Menzies._ Eso me excita…_ Lo sé, pero tienes que saber que si me tomas a la fuerza, nunca seré tuya._ Muy bien.El hombre seducido por la mirada desafiante, sensual voz y forma de actuar tan peculiar de la joven de gran belleza que tenía a su merced, la sujetó con firmeza impidiéndole todo movimiento.Acto seguido, besó sus labios con pasión, así mismo probó su cuello y embriagado con su perfume de mujer, con sus manos acarició su perfecto cuerpo con lujuria._ ¿N
Deborah acababa de terminar la asignación de tareas a los empleados e iba directo a su puesto para hacer el seguimiento correspondiente a las áreas de almacén aeronáutico, pero de pronto recordó que antes tenía un asunto pendiente. _ Casi olvido lo de la vacante para secretaria. Le diré a recursos humanos que la haga pública... Ah, solo espero que la nueva empleada no vaya a ser tan molesta como Rossetti, de hecho me gustaría que no me trajera ningún inconveniente. Luego de una larga jornada laboral, la joven estaba exhausta; pero pudo ocuparse de todas las cosas pendientes a tiempo, algo que le daba una gloriosa satisfacción. _ Me vendría bien un masaje, voy a reservar una cita este fin de semana en ese spa que vi con Tina… Debería llamarla a ver si quiere venir conmigo -pensó. _ Que bueno que te guste, ¿sabías que las esmeraldas son la piedra preciosa del mes de mayo? Además, se dice que quienes la portan son gentiles y serenos. _ ¿Tú crees que yo soy así? _Por supuesto que sí.Que el odio de tu corazón altere y oculte parte de tu alma, no significa que no tengas esas características hermosas… Yo las veo, incluso ahora. _Eres sin duda un hombre curioso Roderick -lo miró. Tengo ganas de besarlo, pero no debo hacerlo... este sentimiento es terrible -se decía con pesar. _Yo solo digo la verdad- aclaró con firmeza. _ Eres muy encantador Roderick, de verdad que sí; pero no tenías que traerme ningún regalo.Desagrado parte II
Deborah había llegado a su residencia, pero en vez de entrar directo a su casa, quiso visitar a su mejor amiga, así que tocó el timbre y esperó. _ ¡Un momento, por favor! _ Se oye ocupada, si está muy atareada, solo la invitaré al spa e iré directo a casa… aunque siendo honesta, me gustaría relajarme un rato en su compañía -pensó mientras miraba el jardín de su amiga un poco taciturna. Deborah comenzó a escuchar ruidos de objetos caer en el suelo; pero antes de que pudiera abrir la boca para decir algo, Agustina gritó desde dentro que estaba bien y que vendría a abrir la puerta en breve. _¿Qué estará haciendo? -se preguntó con una sonrisa. Mientras reía en silencio, otra vez le vino a la mente la mirada que su compañero
_ ¿Fue por las mujeres de antes que tú dijiste que éramos esposos? _ Sí, quería poner un muro entre ellas y yo, pero no pensé que terminaríamos así. _ Te creo… Bueno, "esposo mío" cámbiese usted primero. _ Está bien. Sin miramientos, Roderick comenzó a desvestirse frente a Deborah, quien no pudo apartar la vista de sus bien formados pectorales, pero cuando vio que él comenzaba a desabrocharse los pantalones, salió de su embobamiento y apartó la mirada hacia otro lado de inmediato. _ ¿Roderick, olvidas que estoy aquí? _ Dijiste que me cambiara. _ Sí, pero no enfrente de mí, ¿no te molesta que te vea?