Narra Robert Jones.

Terminamos en el campo de tiro y la verdad me dejó muy impresionado, está chica cada vez se volvía más interesante para mí, su mirada está en el camino le había permitido conducir porque dijo que hacía años que no podía hacerlo, damien le quitó tantas cosas en su vida que solo pensar en eso me hervía la sangre en las venas. Ese tipo le quitó cualquier cosa que le causara un poco de felicidad haciendo que su vida fuera muy miserable.

—¿A dónde voy?— pregunta con una mirada curiosa.

—Vamos a enseñarte a defenderte de cualquier idiota— ella sonríe de una forma que sé lo que está pensando.

—Le podré patear las bolas en algún momento— asentí añadiendo

—Yo no solo le voy a patear las bolas lo voy a matar, ese idiota asesino a mi compañero— dije apretando los dientes por la ira que eso me provocaba. Ella quitó una mano del volante y la colocó sobre la mía dedicándome un tierno gesto de consuelo.

—Damien suele hacer eso, destruye todo lo que está en su camino todo por co