"Pide a otro," rechazó Rafael. No importa lo que pase, nunca dejaría ir a Anna de nuevo, pase lo que pase.

"Lamentablemente, no estoy negociando."

Anna se puso de pie de su asiento, retrocedió antes de girarse. No había más que decir, todo estaba completamente terminado. Anna esperaba que su vida volviera a ser tranquila como antes.

Después de que Anna se fue, Rafael decidió quedarse allí más tiempo, mirando vacíamente el hermoso paisaje a su alrededor que parecía yermo a sus ojos.

De repente recordó las palabras de Edrick el otro día. Rebuscando en su bolsillo, Rafael contactó a alguien al otro lado.

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Anna caminaba rápidamente, sintiendo que alguien la seguía desde que bajó del autobús antes.

Mirando a derecha e izquierda, Anna aceleró el paso hacia la casa de la madre de Amarta. Nunca antes se había sentido así.

Al llegar a la casa de la madre de Amarta, Anna entró rápidamente y cerró la puerta. Abrazó fuertemente a Justin confundiendo a la madre de Amarta.

"¿Qué pasa, Anna? ¿Qué