Capítulo 50

Rebeca

Anoche sin duda haber vuelto a estar con Damon había sido una cosa de otro nivel y no sé si se deba al hecho de que al superar la vergüenza de que me viera desnuda, pero cuando me tocó de nuevo me sentí mucho mejor.

Me despierto al sentir unas suaves caricias sobre mi espalda y sonrío un poco porque sé de quién se trata. Al parecer jugar con mi espalda se ha vuelto su pasatiempo favorito y cuando abro un poco los ojos me encuentro a Damon mirándome con esa sonrisa arranca braga que tiene.

– Hola – susurro para acomodarme un poco mejor en su pecho y este me recibe gustos.

– Hola esposa mía.

– ¿Qué hora es? Todavía no ha amanecido y siento como si no hubiese dormido casi nada.

– Si tienes razón, aún no ha amanecido y no has dormido casi nada.

– ¿Y entonces por qué me despiertas? – pregunta toda perezosa.

– Bueno, pensé que tal vez te gustaría hacer algo rapidito antes de que tengamos que irnos a trabajar – dice el muy coqueto y sin duda me da un poco de miedo el apeti