Capítulo 33DamonSalgo del ascensor lo más rápido que puedo y camino hacia mi oficina viendo como una primera imagen a mi esposa, la cual está mirando algunos papeles. De seguro aprovechó que estaba en una junto desde esta mañana para adelantar sus cosas. Una cosa a la que aún no me acostumbro y que es bastante raro, es el hecho de llamarla mi esposa. Sobre todo porque nos conocemos hace tan solo casi dos meses y llevamos solo dos de casados. Sin embargo, debo decir que las cosas entre nosotros están yendo de maravilla y solo espero que siga siendo así. Todavía recuerdo cuando la vi caminando del brazo de su padre al altar y no puedo sacar de mi cabeza lo hermosa que se veía toda de blanco. Admito que tuve hasta que respirar para poder disimular todo lo que su cuerpo despertó en mí.Cuando por fin llegó hasta ella, ella mi ve con esos hermosos ojos y tengo que pensar en otra cosa para no saltarle encima.– Hola ¿Salió todo bien con el proyecto? – Si, todo salió estupendo. Gracias p
Capítulo 34DamonCuando entro a la habitación, veo al pequeño saltando en su cuna aguantándose de las barandas y en cuanto me ve emite unos grititos que reconozco como saludo. En cuanto me acerco a la cuna para poder verlo mejor este extiende sus manos en señal para que lo cargue y atreviéndome a hacerlo lo tomo entre mis brazos. Luego de eso lo pego a mi pecho y hay que ver que este niño despierta en mis sensaciones extraordinarias y cada vez que puedo tenerlo entre mis brazos no quiero soltarlo.– Hola, pequeño ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? – le pregunto en un tono que anteriormente hubiese dicho que era totalmente ridículo, pero este hacía que el niño se riera y quería seguir escuchando esa melodía.– ¿Damon qué haces aquí? – me pregunta Rebeca detrás de mí y al voltearme debo tragar grueso porque esto solamente trae puesto una bata de algodón, mientras que su cabello rojo está todo mojado y goteando sobre su cuello.– Bueno, Darío comenzó a llorar y corrí de inmediato para verlo.
Capítulo 35RebecaLuego de que hablara con Damon el tema de Esteban y mi hijo este la verdad se comportó muy bien. Me había dicho unas palabras que sin duda significaron mucho para mí y se lo había dejado saber. Sin embargo, todo ese momento especial y la conexión que tuvimos se fue por un tubo debido a la gran ocurrencia de mi querido esposo al caer otra vez en las artimañas de la arpía de su ex.¿Se preguntarán que pasó verdad? ¿Habrá pasado si todo estaba bien? Pues le diré que apenas una vez terminamos de hablar, en el preciso instante en el que estábamos cenando. Él recibió una llamada de ella diciéndole que necesitaba verlo y de más está mencionar que el muy imbécil salió corriendo después el llamado de su amada.Ni siquiera le importó que nos hayamos casado hace apenas pocos días y de seguro esa estúpida de estar burlándose de mí a su antojo. Es que todavía recuerdo las palabras que me dijo el muy imbécil esta mañana tengo ganas de asesinarlo.– ¿Rebeca que te sucede por qué t
Capítulo 36DamonSalí de la empresa echando humo por las orejas y todo por la fuerte discusión que había tenido hace un momento con Rebeca. Sin embargo, mi molestia en realidad no era con ella sino conmigo mismo y era por el hecho de haberle dicho todo aquello del mal nacido de su ex. No debí de contestarle de esa manera y todo porque a mí se me dio por ser un imbécil, bien me tenía merecido la fuente bofetada que dio luego de mis palabras.Conduzco en mi auto sin rumbo fijo, ya que solamente quiero despejar mi mente de la rabia y la molestia que siento. Cuando de repente mi móvil comienza a sonar y veo que es Mateo quien me está llamando.– Ahora no tengo cabeza para tus cosas – le digo en manos libres.– Pues más vale que tengas tiempo y que muevas tu culo al Gran Valle. Acabo de llamar a tu oficina y tu esposa me dijo que no estabas, así que necesito tu ayuda. Estoy con Víctor quien dicho sea de paso parece un despojo humano y necesita nuestro apoyo.– Está bien, en cinco minutos
Capítulo 37RebecaEstaba que soltaba chispas y todo gracias a al idiota de Damon, quien se ha creído con la autoridad suficiente para ordenarme a hacer algo que yo no quiero. Sin embargo, sabía perfectamente que cumpliría su palabra al pie de la letra, ya que lo noté en sus ojos cuando me miró con fiereza. Además, la firmeza en sus palabras al decirme que me sacaría de la casa con lo que sea que tuviese puesto, se escuchó tan real como que me llamo Rebeca.Aún seguía cabreada por el hecho de que él haya salido anoche ante el llamado de esa odiosa mujer, pero no correría el riesgo de exponerme. Solamente iría a esa cena y después recogería mis cosas para irme.Camino por el cuarto de mi hijo aún como una fiera enjaulada y en verdad no tengo ningún deseo de asistir a esa dichosa cena. Quisiera quedarme aquí recogiendo mis cosas, pero después de soltar un mundo de maldiciones decido dejarlo ser. Así que opto por la única opción que me queda y es asistir con él.Como no tenía tiempo de l
Capítulo 38DamonArreglar mis problemas con Rebeca hace dos días fue un gran paso para evitar más peleas entre nosotros, pero aun así las cosas no habían cambiado del todo. Puesto que ella había tomado la decisión de dejar de dormir a mi lado y dormía desde entonces en el sofá que había comprado.Desde ese día debo admitir que he extrañado por completo el hecho de tener su cabello regado por toda la almohada y ve su expresión de sorpresa cada vez que abre los ojos porque está abrazada a mi cuerpo.Sin embargo, desde esa noche no he podido sacarme de la cabeza el hecho de que la bese sin una razón aparente, ya que había utilizado el bajo truco de que alguien venía cuando en realidad no había absolutamente nadie. Es simplemente que desde hace varios días me moría por volverla a besar y el no saber cómo hacerlo sin parecer un aprovechado me impedía todo tipo de acercamiento.Intento despejar mi mente para no seguir pensando en la textura de sus labios y en lo suave y tersa que es su pie
Capítulo 39DamonDesde hace unos minutos no puedo evitar mirar a la mujer que viene sentada a mi lado, debido a que toda ella grita nerviosismo y pánico. Sobre todo por la manera en la que frunce el ceño y sus mejillas sonrojadas la delatan por completo.– ¿Te encuentras bien? – le pregunto mientras aparto un poco el pelo de su espalda.– Sí, más o menos. Es que estoy algo nerviosa porque nunca he volado en avión y agradezco profundamente de que Darío se haya quedado dormido. De lo contrario me pondría aún más nerviosa con su llanto y terminaría llorando con él – dice esta mirándome de reojo y sabía que aunque aún no habíamos despegado, Rebeca se encontraba completamente nerviosa.– No tienes por qué sentirte nerviosa, es un vuelo completamente seguro, pero si tienes miedo puedo abrazarte. Ya casi vamos a despegar y es la mejor manera que vas a tener para estar reconfortada, así no sentirás tanto miedo.– ¿Tú harías eso por mí? – me preguntas sorprendida y mirándome con esos hermosos
Capítulo 40Damon El viaje de camino al hotel por la isla estaba siendo bastante entretenido, sobre todo por el hecho de ver a Darío y a Rebeca mirar todo con admiración. Desde lejos se veía ese hermoso brillo que ambos tienen en los ojos y en más de una ocasión tuve que mirar mal al conductor del auto. Quién dicho sea de paso no dejaba de mirar a mi esposa y ese lado posesivo que ni siquiera sabía que existía dentro de mí salía a la luz cada vez que lo pillaba.En una de esas ocasiones al parecer lo miré bastante mal, ya que el hombre ni siquiera se animó a volver a despegar la vista de la carretera. Solamente quería tener ese momento dónde se veían hermosos para mí nada más y nadie tenía porque robármelo.Cuando por fin llegamos al hotel, debo reconocer que el viejo había hecho una gran lección. Nos había mandado directamente a un hotel cinco estrellas, pero que ni con todo el dinero del mundo que pueda gastar me terminará pagando lo que me hizo.Una vez ambos bajamos de la camione