Ellos fueron a verlo y al mirar a Luca por el cristal que los separaba de la habitación se sorprendieron a un punto demasiado grande. Él tenía vendajes por todos lados y varias máquinas lo rodeaban.

_ Madre mía _ habló Zaya _ por poco lo destruyen como si fuera un rompecabezas, ¿Qué dice la doctora?

_ Ella dice que se salvó de milagro, una vez que le retiren todo lo que tienen va a necesitar mucha fisioterapia.

_ Por eso no te preocupes _ dijo Zaya _ me encargaré personalmente de darle la fisioterapia que necesite, hablé con el subdirector y me dió varios meses de permiso así que me quedaré en Italia por un buen tiempo.

_ Gracias Zaya, sé que Luca no va a estar en mejores manos que las tuyas _ Vanya la abrazó _ no esperaba menos de ti.

_ Eres bienvenida en mi casa _ dijo la señora Zinerva _ junto con los demás que han venido a ver a mi nieto.

Todos se quedaron fuera del cuarto de Luca. Se encontraban dormidos casi la mayoría pero la excepción era Vanya, ella decidió entrar a la habita