*Oliver*Harper estaba ignorando mis llamadas. Al menos eso es lo que parecía. No tenía idea de lo que estaba pasando con ella. Pedí que se calmaran las cosas hasta que pudiera reparar mi relación con Jolee, pero no había sido mi intención que ella desapareciera por completo.Todos los días miraba l
La puerta principal se abrió y mi corazón dio un vuelco. Por un breve momento, pensé que podría ser Harper.—Estoy en casa —llamó la voz de Jolee desde el pasillo.Suspiré y tomé un trago de mi vaso. Jolee apareció en la cocina y me arqueó una ceja.—¿No es un poco temprano, papá? —ella preguntó.—¿
*Oliver*Jolee había estado encerrada en su habitación desde nuestra conversación esa mañana. Estaba en mi computadora terminando algunos contratos que necesitaba terminar antes de ir a ver a Harper. Todavía no podía comunicarme por teléfono, pero necesitaba hablar con ella, así que esto se haría en
—De verdad no me importa, Gia. Puedes hacer lo que quieras. Sé cómo borrar mis huellas y sé cómo contar una historia. Ahora, si no te importa, tengo cosas más importantes que resolver que lidiar con tu drama —dije. La acompañé hacia la puerta de mi oficina.Ella se cruzó de brazos y resopló. —¿Habl
*Harper*—Tal vez no debería haberme ido sin despedirme —dije. Estaba acostada en mi cama, colgando mi cabeza del borde del colchón como si fuera una chica de secundaria hablando por teléfono con su mejor novia.—¿Estás diciendo que te arrepientes de haberte ido? —preguntó Ellen.—No, en absoluto —d
—Tal vez podrías decir todas las cosas que me dijiste. Ya sabes, ¿las cosas que dijiste que desearías poder decirle? ella preguntó.Suspiré y jugué con la cortina, frotándola entre mis dedos. Estaba tan cerca. Podría bajar corriendo y hablar con él. Me había estado torturando por ignorarlo y ahora,
*Harper*—T-tú... ¿qué? —Pregunté en un susurro de sorpresa. Sentí los ojos muy abiertos como platos. No podía dejar de mirarlo.—Harper, te amo —repitió Oliver.Parpadeé varias veces. Tragué cuando mis manos comenzaron a temblar. No sabía qué decirle. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho y mi ce
—Soy profesor de inglés —respondió Oliver despacio—. Harper es una de mis estudiantes estrella. Siento que le he enseñado mucho.—Sus conferencias siempre han sido muy inspiradoras —dije, riéndome un poco de mi broma privada. Las palabras de Oliver estaban llenas de insinuaciones y sabía de qué esta