Todas las personas que se encontraban a nuestro alrededor se acercaron al ver que David se arrodillo y de su bolsillo saco una caja de terciopelo azul con un anillo.

Mientras tanto yo no podía formular ninguna palabra, vuelvo y repito mis propias palabras me estaban callado la boca, porque siendo sincera pensé que en la vida de David solo sería parte de su historia, una más para la colección de él y hoy al ver esta acción me estaba demostrando que cuando uno se propone cambiar lo puede hacer, que es solo el hecho de tener voluntad y hacerlo porque quieres y te nace del corazón, no porque te obliguen.

Sonreí en respuesta a lo que me estaba proponiendo

─ claro que acepto casarme contigo y también acepto luchar contra la tormenta y si hay rayos, pues juntos no nos dejaremos vencer, pero ya levántate ─dije susurrando lo último y tomo mi mano para poner el anillo, las personas aplaudi