Capítulo 24 ¿Qué estás planeando?Los ojos de Samantha se abrieron de par en par, y su respiración se aceleró visiblemente. —No es lo que piensas —respondió Samantha, con la voz temblorosa, y su tono de voz la traicionaba. Él la observó fijamente, sus ojos clavados en los de ella, con una expresión indescifrable en su rostro. — ¡Ah!, ¿no? —replicó él, con una sonrisa burlona que no llegaba a sus ojos—. Entonces, ¿qué está pasando? Samantha tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta que la asfixiaba. No sabía cómo responder ante sus preguntas. —Porque no le preguntas a él —dijo, finalmente, con un hilo de voz apenas audible, desviando la mirada. Él se inclinó hacia adelante, ella seguía sentada en el sofá, y él invadió su espacio personal con una agresividad contenida que la hizo mover su torso hacia atrás instintivamente. —Te estoy preguntando a ti, dime, ¿es acaso mi hija una excusa para reencontrarte con Francesco? Samantha se alejó de él, incómoda, su cercanía la ponía
Capítulo 25 Personas groseras y agresivas Matteo estaba furioso. Había escuchado lo que dijo Alexia y se sentía verdaderamente furioso. ¿Quién le dio el derecho de hablar así? Sus puños se cerraron con fuerza a sus costados y su rostro se enrojeció de ira. No podía creer lo que acababa de escuchar. Samantha, por su parte, la miraba con frialdad. Sus labios se curvaron en una mueca de desprecio. No parecía inmutarse por la ira de Matteo. Alexia se giró lentamente, ella miró a Matteo en estado de shock. Nunca hubiese querido que Matteo escuchara su conversación con Samantha. Ante él su imagen era dulce y tierna. Se sentía mortificada de que la haya visto así. — Yo… realmente, no quise decir nada de lo que escuchaste, tartamudeó Alexia, sin saber qué más agregar. — Es que… me preocupo por ti y por la niña, dijo vacilante sin saber que tanto había escuchado Matteo de lo que ella dijo. Matteo la fulminó con la mirada. — ¿Y eso te da derecho a interferir en los asuntos de mi familia?,
Capítulo 26 Ella tiene ese efecto en las personas— ¡No he llamado porque no he tenido tiempo, Samantha! ¡Estamos en las pruebas de vestuario y otras cosas! ¿Qué quieres? ¿Sabes lo ocupada que estoy? —le comento con un tono que se escuchaba apresurado y evidentemente estaba molesta— ¡Quiero una explicación, Melissa! Dime… ¿Vendiste nuestra casa?— le menciono en tono bajo aunque muy resentida, no podía olvidar que estaba cerca de Matteo.Hubo un silencio del otro lado de la línea telefónica, al final Melissa solo respondió— ¿Quién te lo dijo? En fin… ya no importa… ¡Lo hice! —la desafío —¿Tuve que hacerlo? ¡El desgraciado de Matteo me bloqueó las cuentas y las tarjetas bancarias! Ahora mismo debo subsistir, además, tengo que subsistir mientras se filma la película. Por otro lado, no soy tan tonta, invertí algo de capital en la producción. No te preocupes, la película será un éxito de taquilla y te daré algo de dinero muy pronto.—Melissa… hermana… ¿estás consciente de lo que has hech
Capítulo 27 ¡No te marcharás!Al día siguiente, al recordar lo sucedido, Samantha se ruborizó de la vergüenza. Los rayos del sol se colaban por la ventana, iluminando su rostro.Escuchó que tocaban la puerta de la habitación y abrió, dejando pasar a la anciana niñera.—Buen día, mi bella señorita —dijo la anciana, observando a Samantha con una mirada cálida y comprensiva. Su voz suave y cariñosa la llenó de ternura.— ¡Antonina! ¡Lo lamento! ¡Hice el ridículo! ¡La mortifiqué! ¡Qué vergüenza! Yo… de verdad estoy tan… avergonzada. Me disculpo por mi arrebato. No sé qué me pasó. Por lo general, no pierdo el control.Las mejillas de Samantha se sonrojaron de vergüenza al recordar su comportamiento de la noche anterior.— ¡Tranquila! ¡Hoy es un gran día! Anda a prepararte y te dejo aquí tu desayuno. Ya Matteo está listo.El aroma a café recién hecho y pan tostado impregnaba la habitación, creando una atmósfera acogedora. Durante la noche, Samantha había despertado y se había comido todas l
Capítulo 28 ¡Yo puedo hacerlo!Alexia avanzaba por el pasillo del hospital. Era frío y estéril, con paredes blancas y luces fluorescentes que zumbaban suavemente. Se mordía el labio inferior, tratando de calmar su nerviosismo.Acordó con su tía Andrea no perder de vista a Matteo. Había sido un error dejar que la escuchara diciéndoles esas palabras a Samantha. Hoy mismo debía corregir ese problema.Al llegar a la habitación VIP donde trasladarían de nuevo a la niña, Alexia empujó la puerta con suavidad.— ¿Puedo entrar? —les preguntó con su mejor tono de voz, suave y tierno.Contemplo con agrado la habitación. Esta era muy amplia, bien iluminada, con paredes decoradas con dibujos infantiles. Un televisor colgaba de una esquina. Había grandes ventanas que dejaban entrar la luz del sol.Samantha, se encontraba sentada en el sofá, con sus manos en el teclado en su ordenador portátil.Matteo, que revisaba unos documentos, y apenas levantó la mirada para verla.— ¿Qué buscas aquí, Alexia?,
Capítulo 29 ¡Tus besos y tu tierna mirada!Cuatro días más tarde… Carina había resistido la tormenta y ahora se encontraba estable, recuperándose lentamente de la cirugía y la transfusión.Mateo y Samantha se turnaban para cuidarla, y no dejarla sola, ni de día ni de noche. Ambos dedicaban tiempo a animarla y distraerla de la monotonía de la habitación del hospital.La pequeña niña, a pesar de su cansancio y la tristeza, respondía a sus atenciones con sonrisas y gestos cariñosos, y en otras con un llanto fuerte y lastimoso.En un momento raro de tranquilidad, Matteo observaba la respiración acompasada de su hija mientras dormía. Samantha también dormía en el amplio sofá cama.«Mi niña hermosa. Mi pequeña guerrera. ¡Lo has logrado! Diste la pelea, mi luchadora y ganaste. Pronto estarás en casa y te prometo que vas a tener a tu lado a tu titi, si eso es lo que deseas», murmuro en tono bajo decidido.La contemplo sin poder creer que ya habían superado tanto dolor. Recordó el terrible mo
Capítulo 30 Tú … me gustabasAl día siguiente, Matteo despertó y contemplo el rostro adormilado de Samantha sentada en el sofá. Al igual que él, ella tenía ojeras marcadas alrededor de sus ojos, aunque Matteo juraría haber escuchado su leve ronquido durante la noche.Él, por su parte, casi no había dormido, atormentado por una mezcla de emociones que no lograba comprender. Se pasó la mano por la cabeza con frustración, buscando una explicación a su inquietud.Un recuerdo relegado a alguna aparte de su mente, lo asalto toda la noche. Era la imagen de la primera vez que vio a Samantha. La había conocido a través de un conocido. Su sonrisa radiante lo cautivo.En ese momento, Samantha bostezo y estiro los brazos. Al ver a Matteo mirándola, se sonrojó un poco y miro hacia otro lado.—Buenos días, le dijo Matteo con un tono forzado—Buenos días, respondió ella con cierta timidez.—Un silencio incómodo se apoderó de la habitación. Matteo no sabía qué otra cosa decir.— ¿Te gustaría ir prime
Capítulo 31 ¡Dudo hasta de mi sombra!Matteo lanzó una maldición ante lo que estaba escuchando, la filtración de la información significaba que todo el trabajo duro, la planificación de su equipo de trabajo y las inversiones que habían realizado durante meses, se fue al demonio. Habría que justificar el problema ante los inversionistas y darles una respuesta convincente.— ¿Cómo ha podido suceder eso? ¡Lo manejamos con cuidado!, exclamó en un tono de voz áspero.—No lo sé, respondió su padre con impotencia. Lo estamos investigando, pero lo que importa ahora es que la competencia ya se ha enterado. ¡Ya han anunciado su interés en algunos de los proyectos antes que nosotros, incluso han anunciado fechas de estreno! Uno de los autores, incluso, ya había sido convencido por nuestros competidores.Matteo sintió una ola de ira recorrer su cuerpo. No solo habían perdido la ventaja, sino que ahora se enfrentaban a una batalla campal por los derechos de autor. Después de esa fuga de informació