Capítulo 127 Y si no vuelvo a caminar.Samantha acababa de leer la declaración de amor que Matteo había publicado en línea, y su corazón latía con fuerza, lleno de emoción y gratitud. No podía esperar para compartir ese momento con él.Al llegar a la habitación, lo encontró acostado en la cama, con la luz suave de la noche, entrando por la ventana. Matteo parecía relajado, con los ojos cerrados, y uno de sus brazos sobre la cabeza, pero un ligero movimiento en sus labios le decía a Samantha que él sabía que ella estaba allí.Se acercó con pasos ligeros, se sentó en el borde de la cama y lo miró con ternura, sus ojos brillando de amor.— ¿Estás dormido? —preguntó suavemente, inclinándose para besarle la frente.Matteo abrió los ojos lentamente, una sonrisa cálida apareció en su rostro al verla tan cerca.—No, solo estaba descansando un poco. ¿Todo bien? Creí que acompañarías a Eva—su voz era suave, pero sus ojos reflejaban un mundo de sentimientos.Samantha sonrió, sintiendo que su cor
Capítulo 128 ¡Cómo se atreve a preferirla a ellaMatteo miró a Samantha, sintiendo el peso de sus palabras y la firmeza en su mirada. Había algo en ella, una fuerza inquebrantable que siempre lo había asombrado. Sabía que ella no se rendiría, sin importar lo que sucediera. Así como hizo al principio con Carina, a pesar de que él se negó, ella siguió insistiendo hasta que él tuvo que admitir que se quedaba, y gracias a Dios que así fue.—. Sami. No sé cómo logras ser tan fuerte.Samantha sonrió, con una ternura que iluminaba toda la habitación.—No soy fuerte, Matteo, respondióÉl no pudo contenerse más. La atrajo hacia sí con un suave tirón, rodeándola con sus brazos, abrazándola con todo el amor que sentía por ella. Sentía el calor de su cuerpo, la suavidad de su piel contra la suya, y un impulso irresistible lo invadió. Sus labios buscaron los de ella, encontrándose con una urgencia que solo había crecido con cada palabra, con cada duda compartida.El beso fue intenso, cargado de to
Capítulo 129 ¡No serán felices!— ¡Maldita seas, Matteo!, gritó enojada y tiró al suelo todas las cosas que estaban sobre una mesita.Evidentemente, la declaración de amor había causado revuelo en Internet, provocando muchos comentarios positivos. Esa publicación, aparecía en la lista de los temas más buscados. Esto irritó más a Melisa. La ira, y el odio, estaban se mezclaron en su mente y corazón.Melissa miraba su teléfono con una mezcla de incredulidad y rabia. Los comentarios debajo de la declaración de amor de Matteo eran interminables: emojis de corazones, felicitaciones y frases que celebraban la unión entre él y Samantha. Cada “Me gusta” y cada comentario positivo eran como una daga más clavándose en su orgullo herido.La publicación había cobrado vida propia, siendo compartida y comentados miles de veces, y no parecía haber manera de detener su difusión.— ¡Increíble! ¡Simplemente increíble! —murmuró Melissa para sí misma, con los ojos encendidos por la furia. Sus dedos tambo
Capítulo 130 ¡Cómo pudo fallar el plan!— ¡Ayúdame! ¡Sami! —chillaba Carina, su voz aguda cortando el aire.— ¡Rápido! ¡Hazla callar! —apremió Melissa, mirando a todos lados, temerosa de ser atrapada.El ex guardaespaldas, que había lanzado a Carina dentro del coche sin miramientos, se acomodó en el asiento trasero. La niña continuaba su llanto incontrolable, resistiéndose a que él la sostuviera.— ¡Conduce rápido!, le dijo él.— ¡Imbécil! ¡Eres un inútil! ¡No pudiste hacerla callar de algún modo!—Agradece que te la traje. ¡No fue fácil! ¡Hay demasiado personal y las oportunidades son muy pocas! ¡Una mujer se dio cuenta del secuestro! ¡No pude evitarlo! ¡Vámonos de una buena vez!Melissa se volvió hacia Carina por un instante, con una mezcla de rabia y un atisbo de duda reflejado en sus ojos. No había tiempo para remordimientos; no había vuelta atrás, ya estaba hecho, se repetía a sí misma.Melissa, con las manos temblando, intentó pisar el acelerador, pero en ese momento vio a Saman
Capítulo 131 ¡Confía en mí!Mientras Melissa conducía a toda velocidad, el aire dentro del coche se volvía cada vez más denso, y cargado de miedo.El sonido del motor rugía y los neumáticos chirriaron en cada giro brusco. Melissa apretaba el volante con fuerza, con los nudillos blancos, luchando por mantener el control del vehículo mientras la adrenalina le palpitaba en las sienes.El hombre que la ayudó se sostenía con fuerza en el asiento de trasero al lado de Samantha y la niña, él venía lamentando mil veces haberse metido en este desastre, todo salió mal, y si antes no cayó en prisión, esta vez pensó si lo haría.— ¡Melissa, por favor, detente! —suplicó Samantha, tratando de calmar a Carina, quien seguía llorando y aferrándose a su tía con desespero.— ¡Cállate! No entiendes nada, ¡tú lo arruinaste todo! —gritó Melissa, con la voz quebrada y el rostro crispado por la mezcla de ira y pánico. Sus ojos se movían frenéticamente entre la carretera y el retrovisor, donde veía los vehícu
Capítulo 132 Todo va a estar bienMatteo llegó al hospital con el corazón en un puño, su mente llena de preguntas y preocupaciones.El equipo de seguridad lo recibió, ya le habían informado hacía apenas unos minutos del secuestro y posterior accidente de Samantha y Carina. La noticia le había caído como un balde de agua fría, y desde entonces, su mente no había parado de imaginar lo peor. Santiago, su asistente, lo acompañaba, manteniendo un paso acelerado mientras empujaba la silla de ruedas y se dirigían al puesto de enfermeras.—Estamos buscando a Samantha Carter y Carina D'Ángelo —dijo Matteo, tratando de mantener la calma en su voz, aunque sus ojos traicionaban el miedo que sentía.La enfermera, acostumbrada a lidiar con la angustia de los familiares, le indicó la habitación en la que se encontraban las pacientes.Matteo asintió agradecido y se dirigió rápidamente hacia allí, seguido de cerca por Santiago. Sintió que el nudo en su pecho se hacía más apretado. No dejaba de pensar
Capítulo 133 Soy la maravillosa Melissa Carter Melissa y el ex guardaespaldas caminaban despacio entre los matorrales, tratando de no ser observados, alejándose del caos que habían dejado atrás. Ella se maldecía mil veces a sí misma por encontrarse en esta situación. Esta vez se dejó llevar por la rabia que le inspiraban esos dos. No debía estar aquí, respirando con dificultad, con el sudor empapando su cabello y pegando su ropa a la piel lastimada, oliendo a sudor y a sangre. Con el dinero que tenía, debía estar en un hotel de lujo en Londres, en la piscina asoleándose, o en un desfile de moda en Milán. ¿Qué carajos hacía aquí? La culpa seguía siendo de esos dos; ellos le inspiraban todos esos sentimientos de rabia que la descontrolaban. La adrenalina aún bombeaba por sus venas, pero a medida que se acercaban más a la ciudad, sus pasos se hacían más pesados y descoordinados. El sonido de las sirenas y los gritos parecían cada vez más lejanos, pero el peligro seguía acechando. Ell
Capítulo 134 Ella tomó sus decisionesLa brisa fresca de la mañana entraba por la ventana de la habitación, acariciando suavemente el rostro de Samantha. Ella estaba de pie frente a la ventana, contemplando el paisaje que se vislumbraba bajo el cielo azul. El sol se filtraba a través de las hojas de los árboles, proyectando sombras suaves y caprichosas sobre el césped.Ella emitió un suspiro profundo, uno que parecía provenir del fondo de su alma. Se sentía tranquila. Hacía mucho tiempo que no se sentía así.Habían transcurrido siete días desde el accidente y su cuerpo se sentía más fuerte cada día.Matteo insistía en que debía descansar. Él y Carina la consentían constantemente, llenándola de amor y cuidados.Matteo entró en la habitación con la bandeja de desayuno. Su sonrisa, cálida y familiar, iluminó espacio y el corazón de Samantha. Ella sintió ese calor conocido que él siempre lograba encender en su cuerpo. Él dejó la bandeja en la mesa y fue hasta ella, tomo sus manos y la sen