Isabella bajó las escaleras a paso de gatos,tenía un ataque de claustrofobia y lo que deseaba en ese momento era salir corriendo de esa casa sin mirar atrás, se dirigió al portón de salida de la enorme mansión.

Sólo faltaban dos pasos para que se activará el dispositivo que tenía en su pie.

“No quiero estar en este lugar”.-Las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras dudaba entre quedarse o tratar al menos de escapar.

Su tobillo estaba hinchado y enrojecido le molestaba ese aparato.

“Sin tan sólo,pudiese quitarme esa maldita cosa del pie”-Pensó con desesperación.

¡Isabella!,¿qué crees que haces mujer?-.Victor se veía muy enojado.

Ella dio un paso hacia la salida y el millonario con mucha rapidez la sostuvo por la cintura.

-¡Suéltame,Victor!,tengo mucho miedo,estoy privada de mi libertad por un delito que no cometí y lo peor de todo es que tengo la sospecha de que Claudia intentó matarnos a mi hijo y a mí.

-¿Qué dices?,¡un montón!,te voy a soltar pero hablemos de eso.

Ella acce