CAPITULO 27.
No recuerdo cuando fue la última vez que mi abuelo me cortaba el pelo a mí, recuerdo que cuando era muy pequeña mi abuelo me lo cortaba por los hombros dejándomelo ligeramente corto. Iba a dejarme al kínder dotado todos los días durante treinta días, tenía que ir todos los días durante casi todo el año, inclusive fines de semana. En el primaria y secundaria fue igual, en la universidad claramente todo había cambiado y nunca había tenido amigos hasta que entre, la única era Victoria y luego el resto de los chicos. Me encargué de hablar con el abuelo sobre cómo ha ido todo en los negocios, ya que es más sincero que mi madre. Según cuenta todo ha ido bien y aunque han contratado a más personal se han encargado de que el negocio funcione y siga a la perfección. Últimamente me he puesto a pensar en lo de Freud, siento como una mala espina pero no sé sobre qué. El documento había escuchado que tienen que pasarlo a otra central muy pronto, no quisierCAPITULO 30.En el momento en el que me escucha sale corriendo hacía mí, así que me pongo de rodillas y la rodeo con mis brazos en un abrazo en el momento en el que llega a mí. Daysi es el ser más puro que puede existir, es inocente, pura y cree que como nosotros la cuidamos e resto de él mundo también podría hacerlo, es tan inocente que aún cree en la humanidad.Ella llegó cuando yo tenía diez años y desde ese momento le he hecho creer que las demás personas son buenas, porque en el momento en el que yo le demostré que daría hasta mi alma para protegerla, ella creyó que el mundo también podría hacerlo por ella. Le hemos enseñado muchas cosas básicas desde que era pequeña, sobre el acuario y todo lo que se necesita para poder estar aquí y con el tiempo fue aprendiendo más dela cuenta, llegó hasta el punto de aprender lenguaje de señas que es el único idioma en el que se puede comunicar con nosotros.En el acuario solemos contratar a gente especializada en
CAPITULO 31.Decidí pasar la noche con Jeorge, no estaba preparada para volver al departamento, algo dentro de mí me decía que era mucho mejor no volver solo por hoy.Nos encontramos desayunando, pone el gallo-pinto —que le queda perfecto ya que creo que se obsesiono con la comida costarricense— en la mesa junto a vasos de café para ambos.—¿Estás seguras de que te mintieron? Digo, lo creo de tu madre porque es Cruella pero de tu abuelo no lo creería.—No lo sé, además siempre he tenido el presentimiento de que ocultan muchas cosas más.—Ayer investigué lo queme pediste y Daysi no mintió después de todo. Él y su padre estuvieron en nuestro distrito, lo que quiere decir que estaban en el acuario.—¿Puede haber una posibilidad de que mi abuelo no sepa nada de esto y mi madre se lo haya ocultado también?—No lo creo, Sy. Ambos sabemos que tú abuelo es el águila en el acuario, todo lo sabe y de todo se da cuenta, además él, aunque
CAPITULO 32.Isa ha pasado hablándome sobre Samuel, me enseñó fotos desde el momento en el que nació, su novio aún vive en Italia y se casarán muy pronto, se nota a primera vista lo sentimental que es y las muchas cosas en las que cree. Es una de esas personas que irradia confianza y empatía, y quién sabe… tal vez más adelante podamos ser amigas, estoy segura de que se llevaría muy bien con Victoria y con los chicos.—¿Cuánto van a tardar? No nos están dando nada de información.—Tal vez no nos lleven.—Lo más probable es que nos pongan a hacer trabajos como castigo.—Lo dudo, necesitan a todos los agentes posibles y los que estábamos dentro de la oficina son los más capacitados así que lo más probable es que nos lleven con ellos.—Solo espero que la mandona no se equivoqué y que las que nos equivoquemos seamos nosotras.Sé a qué se refiere y también entiendo el miedo que la corroe, pero en caso así ambas sabemos que todos los
Capitulo 33.Los disparos no cesan y mi cargador empieza a agotarse, junto a todas las que tenía de repuesto.Escucho que la señal empieza a volver pero se escucha muy distorsionado y todos los quitamos el audífono ya que el daño que genera es agudo.Tenemos la obligación de movernos y un montón de hombres empiezan a caer de ambos bandos, un montón están muriendo y yo no puedo hacer nada más que defenderme y seguir matando a los del otro bando, no puedo brindarles mi ayuda ni puedo revisar quién sigue aún con vida ya que eso significaría perder también la mía.Se vienen todos contra nosotros y empiezan a salir más hombres ni sé ni de qué lugar pero las posibilidades de salir ahora con vida son escasas, son demasiados y ya casi todos los de nuestra operación se encuentran caídos.Empezamos a caminar y veo un hombre del otro lado distraído, no veo ninguna amenaza ya que todos se encuentran cubriéndose de no ser asesinados.—¡Sierra! 
CAPITULO 34.Las horas han pasado y aún veo a Isabel contándome sobre la vida que siempre ha añorado y que ahora no va a poder tener. Frank ha tratado de hablar conmigo en el camino y tratar de saber qué pasó pero prefiero no darle detalles ya que solo lo empeora para mí. La pulsera la tengo en mis dedos, no he dejado de acariciarla, el funeral de todos los fallecidos será mañana por la mañana pero yo prefiero no ir.Escuché llegar a Damon hace como dos horas, pero sabe que no me encuentro muy bien y aprecio el hecho de que me pueda dar mi espacio a pesar de que le he robado su cama.Las horas pasan y siempre que trato de dormir el ruido del proyectil lo escucho en cualquier lugar, veo la cara de Isabel en cualquier esquina y el arrepentimiento de no haberla salvado me toma, me levanto rápidamente de la cama y busco la sala para hacer algo que creí nunca hacer.<
CAPITULO 35.He pasado hablando con Jeorge por horas, no sé qué tendrá con Isaac pero lo noto extraño cuando hablo sobre él o lo menciono.—¿Has hablado con Isaac?—No. —miente.—No soy idiota, Jeorge. No me mientas.—No pasó nada, solamente… —suspira y veo como lucha internamente en tratar de olvidar eso— nos besamos. He pasado mucho tiempo con él y hemos hablado demasiado sobre muchas cosas.No me sorprende, sé que Isaac es del tipo que le gustan a Jeorge e igual al revés.—¿Y qué tiene eso de malo? Si no significó nada deberías decírselo. Él sabe que vas a casarte, puedes acabar con todo eso desde ahora o puedes disfrutarlo.—El problema es que he disfrutado, claramente no como lo disfruto con Kaia pero me gusta pasar tiempo con él.Prefiero no decirle que también sé la verdad sobre Kaia porque se va a seguir rehusando y sería una perdida de tiempo.—Yo pienso que deberías decírselo.
CAPITULO 36.DIESISEIS AÑOS ATRÁS.El abuelo trajo una nueva especie al hogar, no tengo idea de qué es o qué pueda tener, pero es como una mona muy pequeña, es bastante tímida y no me cae muy bien porque no quiere ser mi amiga, estoy segura de que de Jeorge sí será amiga, pero no entiendo por qué no quiere ser mi amiga. Todo el acuario está diferente por la llegada de otoño y los árboles se encuentran sin hojas pero me gusta porque Jeorge y yo nos podemos lanzar sobre ellas.Ahora que lo pienso mejor, nunca he tenido una amiga, todas siempre huye de mí y nunca he entendido la razón. Solo porque me defendí golpeando en la nariz a una niña o cuando le eché goma en el pelo a una niña que me molestaba por la intensidad de color en mi mirada. Hay un niño que odio intensamente porque hace que las niñas se alejen de m&i
CAPITULO 37.DIESISEIS AÑOS ATRÁS. 2.Jeorge lleva sentado y enojado una hora porque no encuentra el disfraz y el único que hay de hombre es un cacahuate. Yo le dije que no tenía nada de malo y que se veía guapo, pero dijo que él quería conquistar a personas, no asustarlos.El abuelo y yo estamos buscando uno que no sea un cacahuate, pero solo hay calabazas y yo tampoco quiero ir de calabaza. Me le uno a Jeorge y mis ojos empiezan a lágrimas cuando me doy cuenta de que voy a ser la burla de todos los niños.—¡Yo no quiero ser un cacahuate! —Lloriquea Jeorge.—Bob esponja sí quería ser un cacahuate— se burla el abuelo mientras continúa buscando en la enorme caja.—¡Y yo no quiero una calabaza! —Lloriqueo junto a Jeorge.Me siento junto a él y doblo los brazos, enojada.—Ya encontraremos algo niños.Jeorge se impacienta más pero el abuelo saca dos trajes negros.—Bueno… — continúa —Estoy seguro de que