38

Zhayar la sintió estremecerse cuando le rozó la mano con un ligero beso. Por alguna razón desconocida, Zhayar disfrutaba incomodando a esta joven. Tal vez porque ella era la única que había estado presente en su vida desde su accidente. Pero, ¿debería aprovecharlo? 

Liberó su mano, aun conservando la suavidad de su piel como un recuerdo que conservaría de ella.

Mañana por la mañana dejaría este palacio dejando atrás algunos recuerdos que se prometió a sí mismo que nunca olvidaría. Obligada a admitirlo, Liya Gray lo había ayudado a superar su dolor, inconscientemente lo había empujado a aprender a caminar de nuevo porque él se había negado a escuchar su lástima. Tambié

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP