ADELAIDA: Raizel me mira mientras somos llevados por estrechos y oscuros pasillos que conectan con el palacio. —Estoy bien. Murmuro y este asiente mirando mi vientre para luego volver a mi rostro. —Estaremos bien. Murmura transmitiendo seguridad y yo asiento. —Lo sé. Mi voz sale baja y el lobo asiente mirando a todos lados. —Tenemos que librarnos antes de llegar a nuestros destino. —Estoy de acuerdo… Pero ¿Cómo lo haremos? —¡Silencio! Uno de los demonios habla haciendo que me sobresalte de mi lugar. —¿Por qué no vienes y me callas tú? Lo desafía mi lobo y lo miro con los ojos bien abiertos. —Raizel… —Con gusto cerraré tu boca sucia perro. Dice y mi lobo gruñe haciendo que el demonio se acerque a él para golpearlo, pero es detenido por James. —Ya basta, es suficiente. Dice y el demonio lo mira para luego asentir y continuar con el camino. —Continúen caminando. Dice James y Raizel alza las cejas. —No lo puedo creer… ¿Ahora obedecer órdenes de un demonio? Le pregunt
Dan se acerca a su compañera y la abraza con fuerza. —Me encantaría ir, pero sé que solo estorbaría. Dice la chica con aflicción y el lobo la abraza con más fuerza. —Amor, que estés aquí protegida me hace sentir aliviado. —Pero yo no estaré aliviada de que tú estés luchando de vida a muerte. —Volveré a tí, lo prometo. Murmura el lobo para luego separarse un poco de su chica y besarla con toda la pasión de devoción que tiene hacia ella. —Te amo Dan. —Te amo Lili. Murmura sobre sus labios para volver a besarla. ADELAIDA: —Madre. La llamo mientras me acerco a ella. —Dime cariño. —Hay algo que me tiene inquieta y quiero saber. Le digo y ella toma mi mano para llevarme a un lugar más privado. —¿Qué te inquieta hija mía? Pregunta con calma y suavidad. —Mi padre es un demonio… ¿En qué eso me convierte? Mi voz sale con un leve temor y ella suspira acariciando mi mejilla con suavidad. —No te convierte en nada cariño. —Por mis venas corre sangre de demonio madre… ¿Y si me c
La brisa fría comienza a azotar mi rostro mientras nos adentramos en un tenebroso bosque. —¿Te encuentras bien? Escucho la voz de mi lobo por medio de nuestro link. —Si, solo es algo de frío, estoy bien, no te preocupes. Menciono abrazándome al lomo de mi inmenso lobo y este adelanta el paso al igual que los demás. La fría brisa y el silencio profundo nos hacía entender que algo no estaba bien, haciendo que mire a todos lados de manera discreta. De pronto Raizel y los demás lobos se detienen de golpe mientras comienzan a olfatear todo el lugar. —Raizel… No termino de hablar cuándo varias flechas se dirigen a nosotros a una velocidad increíble. Levanto las manos haciendo un escudo de ramas para que ninguno de nosotros salgan lastimados. —Están aquí. Menciona mi lobo por medio del link y yo inmediatamente me bajo de su lomo para luego mirarlo. —Debes de regresar vivo a mí… Es una orden Raizel. Hablo con autoridad y el lobo baja la cabeza para lamer mi rostro. —De acuerdo,
RAIZEL:Me enfrento en contra del duque en una sangrienta lucha de vida a muerte.En un leve descuido de su parte impulso mi dos patas de atrás y brinco para luego encajar mis colmillos en el hombro del duque con mucha fuerza.Este grita y clava su espada en mis costillas haciendo que lo suelte y me aleje un poco.—Maldito perro sarnoso.Gruñe el duque para luego lanzarse a mi con furia.Me defiendo de sus ataques con agilidad, pero no me libro de que su espada roce algunas partes de mi cuerpo haciendo que las heridas ardan debido a la plata.—La plata nos debilita.Escucho la voz de mi lobo y asiento de acuerdo con él.—Entonces acabemos con esto, no podemos dejar que gane.—Estoy de acuerdo.Dice mi lobo y ambos nos unimos para acabar con él.Esquivo con algo de dificultad el filo de su espada y con agilidad y rápiddez me transformo en humano, saco mis garras y las clavo completamente en su cuello dejándolo paralizado.—El infierno te espera maldito.Susurro para luego alejarme de é
RAIZEL: El doctor junto a dos ayudantes más me sacan de la sala a la fuerza y mi lobo y yo le gruñimos con ganas de matarlo. —Le pido que por favor nos deje hacer nuestro trabajo alfa. Dice el doctor con seriedad y yo lo miro frunciendo el ceño enojado. —Ella me necesita, debo de estar ahí, es mi deber. —Eso lo sé, pero con usted en la sala no podremos hacer nuestro trabajo alfa, la verdad me encantaría que usted estuviera con su mujer, pero no es posible… Y cada segundo cuenta… Por favor. El doctor súplica y siento como alguien me toma del brazo. Me giro y observo a Adelia. —Deja que el doctor haga su trabajo, confía en ella, tengo la certeza de que saldrá bien. La voz de ella es un poco débil, pero sale muy segura. Tomo un fuerte suspiro y le asiento al doctor mientras permanezco en la puerta después de que fuera cerrada. Me giro y observo a mi beta junto a su pareja, al igual que Dan y Bastián que permanecen de pie en señal de apoyo. —Todos los lobos están af
—No seas insípida ¡Vamos levanta esa cabeza y camina como una dama! Habla mi madre mientras golpea mi espalda con una pequeña, pero dolorosa vara. —Auch. Me quejo y recibo otro golpe más fuerte. —¡Te dije que alzaras la cabeza! Me grita y siento como mis pobres oídos resuenan. Cielos ¿Por qué tiene que gritar tanto?Pienso mientras ruedo los ojos mentalmente.—Madre, tratar con mi hermana es un caso perdido, te aconsejo que no pierdas el tiempo.Habla la cínica de mi hermana menor… Es un demonio hecho persona.—Callate Mery, te aconsejo que vayas a beber té con tus amiguitas, es lo único bueno que sabes hacer.Y sí, otro golpe más fuerte haciendo que aprietes los dientes.—¿Qué te he dicho de hablarle así a tu hermana? Estas castigada, y más te vale de que recibas al príncipe heredero con buena cara… No quiero más quejas inútil.Habla enfadada mientras se marcha junto a mi hermana.—¿Se encuentra bien señorita?Escucho la preocupada voz de mi sirvienta personal y sonrío mientras
ADELAIDA: Mis ojos no dejan de mirar al hermoso hombre de piel morena y ojos grises. Debe de medir un metro noventa o más… Sus fuertes brazos bajo la ropa se dejan notar al igual que su pecho. Mis ojos escanean su rostro y lo primero que miro son sus labios… Mmm, carnosos y sabrosos. —Es hora de partir señor. Interrumpe mi escrutinio un albino que me mira con interés. —Buenos días mi lady. Me saluda con educación y lo devuelvo igual. —Buenos días mi lord. Digo haciendo una leve reverencia y este asiente para después ambos marcharse. No despego la vista de la ancha espalda del moreno y este me mira por encima del hombro para luego sonreír de medio lado y desaparecer de mi vista. —Me alegra de que no haya ido muy lejos mi lady, no encontré nada, tendré que volver en otro momento. Dice sin dejar de mirarme con evidente lascivia en sus ojos. Respiro profundamente y luego le muestro mi mejor sonrisa. —No se preocupe alteza, será para otra ocasión. —Si, será para otra ocasión
Mi nombre es Raizel Norfolk, archiduque de las tierras del norte del reino Diamond, y rey alfa para mí gente, para mi querida y amada manada.—¿Una solicitud de matrimonio? ¿Tu primo está loco?Pregunta Zacary mi beta, mostrando el documento firmado con el anillo del rey.—¿Ahora es que sabes que mi primo está demente? Pregunto rodando los ojos mientras tomo el documento entre mis manos y leo las locuras de mi primo.—Debes de rechazar la solicitud, no puedes casarte con una mujer que no es tu pareja predestinada, así lo dicta la ley.Dice Zacary arrugando el ceño.—¿Casamiento? ¿Quién va a casarse?Pregunta el jefe de todos mis soldados entrando a mi despacho —Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas Bastián.Le recrimina Zacary y este toma asiento en uno de los muebles sin prestarle mucha atención.—Alfa, si me lo permite reuniré a mis hombres para matar al estúpido emperador, puedo asegurarle que será presa fácil, le caeremos de sorpresa.Dice Bastián serio y niego