Capitulo 25. Falsa acusación. La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía. Alam se acaba de marchar por varios días, al menos espero no aburrirme demasiado. Miro mi móvil y veo que tengo cobertura por lo que decido hacerle una llamada a mi madre. En cuanto volvamos le pediré a Alan que me deje visitarlos o que por el contrario se lo permita a ellos. Después de hablar con mamá, decido salir a dar un paseo por los jardines. Aquí hace frío pero no es comparable con el frío de Alaska. Abro la puerta y nada más salir me encuentro a esa mujer de nuevo, creo recordar que su nombre era Bárbara. —¿Tú, tú me has robado? ¡Eres una ladrona!— —Creo que te equivocas yo solo te he visto una vez en toda mi vida, no sé porque iba a querer robar algo tuyo—. Intentó andar pero ella me detiene, es extraño los guardias ni siquiera se han inmutado y me ha pegado un empujón. —Sé que me ha robado tú, tú has robado a mis pendientes de zafiro—. —De verdad que
capitulo 26. ¿Dónde está Abi? Este capítulo será narrado por Alam... Acabo de regresar de Alemania, debería haberme llevado Abi conmigo. Al final ni siquiera hubiese hecho falta mi presencia, ellos solos arreglaron el problema antes de mi llegada. Pero aún así tuve que quedarme los dos días estipulados por cortesía. Llegó hasta el palacio, este se encuentra sumido en silencio, un silencio muy extraño por otra parte ya que este lugar es un sitio muy bullicioso. Busco el aroma de mi compañera por todo el lugar, no soy capaz de dar con ella. Es extraño que no haya salido de la habitación porque es una personita muy curiosa. Además de inquieta. Subo las escaleras y los dos guardias que deberían estar apostados en la puerta no lo están. Un mal presentimiento invade mi cuerpo en ese mismo momento. Mi lobo aulla de dolor y aún no soy consciente del por qué. Abro la puerta de golpe y no está en la habitación, todo está en su sitio. No puede ser que haya escapado otra vez, e
capitulo 27. No me toques. No estoy segura del tiempo que llevo aquí. Pero creo que llevo casi un mes o quizás más tiempo. Poco o nada queda de mi. De nuevo me encuentro inmersa en el abismo. Me ha pegado cuatro palizas desde que llevo aquí. Las tres primeras fueron por intentar escapar y la última porque me negué a yacer con él. Esa vez solo me pego pero quién me asegura a mí de que la próxima vez que quiera estar conmigo no me tomara por la fuerza. He empezado a perder la esperanza de que Alam pueda encontrarme, el jorobado no me ha dejado salir de la casa pero desde las ventanas puedo ver que nos encontramos en una isla porque todo está rodeado por agua. Así que en el supuesto caso en el que consiguiese escapar. Tendría que salir de aquí a nado, y para ser sincera nunca he sido muy buena nadadora. Además de que cada vez me siento más débil y cansada. Apenas si me da de comer y lo poco que me da no es que esté en el mejor de los estados la verdad. Creo que no se trata d
Capitulo 28. Escucho como los ruidos del baño apenas son audibles. Miro mi mano y no veo otra solución. Aunque me las disloque o me la rompa la voy a sacar de ahí. Lo peor de todo esto no es el dolor es la sensación de que aunque lo consiga el me atrapara. Doy un ultimo tirón y mi mano consigue salir de esa maldita argolla ¿pero a qué precio? Tengo la mano llena de sangre y estoy segura de que más de un hueso también está roto. Escucho como la puerta se abre, es ahora o nunca salgo hasta la calle, por llamarlo de alguna manera. Me meto detrás de un árbol y estiro de la cadena todo lo que puedo, tengo bastante cadena a mi alrededor. Pero eso parece durar poco porque él desde el interior de la casa comienza a tirar. Una idea descabellada pasa por mi mente, tengo que intentarlo. Me levanto del suelo y comienzo a girar sobre el tronco del árbol. El sol está comenzando a salir. Escucho un grito de dolor. Me asomo para ver lo que sucede, no importa si me ve él ya sabe donde e
Capitulo 29. Todo lo que había escuchado sobre esa bruja resultó ser totalmente cierto. No fue precisa con la ubicación de Abi pero si me dijo que un troll era su captor, me habló de una isla y pocos detalles me pudo dar más. Sobre el pago no hablaré ya que es sin lugar a dudas la cosa más humillante a la que he tenido que someterme jamás. Aunque efectiva esa bruja es un verdadero dolor de cabeza. Tan solo esperaba no necesitar de sus servicios jamás. La busque por todos lados y en todos los lugares donde habitan esos seres. Pero no lograba dar con ella y ñ con ello pasaron los días y con ellos los meses sin tener ninguna noticia sobre mi compañera. Cada día que pasaba mi furia y desesperación aumentaban. En el último lugar en el que busque me indicaron que tan solo hacía un par de meses una mujer lobo entregó a una humana a Mingo el troll que habita en la pequeña isla de Mahoa. Ahora ya sabía dónde estaba, solo tenía que investigar un poco más como tratar y matar a esos sere
Capitulo 30. Empezar de nuevo Me despierto en el frío suelo, completamente llena de arena. Levanto mi cabeza y puedo ver que me encuentro en una playa. Me levanto con mucha dificultad, estoy golpeada y mi mano no está en buen estado, aunque ha pasado un tiempo desde que logré liberarme siento que los huesos no están soldando bien. Además estoy empapada. Camino con dificultad y dolor, recorro toda la playa y cuando ya me estoy empezando a rendir veo un pequeño pueblo justo al final. Se trata de un pueblo de pescadores, todos parecen asombrados por mi llegada. Pero mi asombro llegará tan solo unos minutos después. Se trata de un pueblo humano, todos aquí se dedican a la pesca y a los cultivos. Apenas si cuentan con una población de cincuenta personas. No hay luz eléctrica y menos internet. Tampoco hay una red de aguas como tal. Aquí la gente cuando necesita agua camina hasta una pequeña laguna que se encuentra en el interior de la isla. Y aquí viene lo peor de todo, aquí solo
Capitulo 31. Alguien creciendo dentro de mi. Hoy me han traído varios baldes de agua. Y lo mejor de todo es que tengo una bañera. Todo el mundo aquí está tan agradecido por mis servicios que han hecho algo por mí. No me lo puedo creer, caliento el agua y poco a poco voy llenando la bañera. Esto parece sacado de otra época, calentar cubos de agua para llenar la bañera con lo sencillo que es cuando estas en tu casa. Abres el grifo y ploff. Magia, el agua caliente sale al instante. Cuando ya la tengo lista me quito toda la ropa y me introduzco en ella. No puedo describir las sensaciones que esto me aporta. Como algo tan pequeño puede producir en mi tanta alegría. Me lavo rápidamente y después decido cerrar mis ojos y relajarme con la sensación que hace vibrar el agua caliente sobre mi piel. Cuando el agua comienza a estar fría es el momento de salir. Mi pequeño paraíso se acabo por hoy. Cojo un par de toallas y me seco. Por un momento mi mirada se queda fija en el espejo.
Capitulo 32. Un milagro bajo la tormenta. Por mucho que me lo negué a mí misma mi barriga siguió creciendo y lo que antes fueron hormigueos y burbujitas ahora se habían convertido en patadas, unas patadas que me hacían recordar que alguien tan chiquitito estaba creciendo dentro de mí. Nunca había llegado a pensar y ni siquiera a imaginar que yo pudiera ser madre tan joven. Hasta hace no mucho tiempo ni siquiera me habían besado y menos algún hombre me había dirigido la palabra. Pero las vueltas del destino hacen que todo cambie de un día para otro. Y ahora estoy aquí embarazada de unos ocho meses y medio. Tampoco puedo saber con seguridad si es de un poco más o un poco menos ya que hay ciertas partes de mi vida que están en mi mente nubladas. Me he intentado explicar a mí misma que es por los traumas sufridos. Así que mi pequeño bebé no debe de tardar mucho en llegar a este mundo. Lo único que me preocupa es que el barco llega en unos días, y ojalá me diese tiempo para pod