Capitulo 20. Déjame ayudarte.No lo hagas, por favor no voy a poder controlarme. Intento no escuchar sus súplicas.Qué clase de compañera sería si dejase a mi compañero sufriendo de la manera en la que lo está haciendo ahora. Lo primero que hago es desatar sus piernas, después lo hago con una de sus manos, para por último quitar el último grillete.En un principio no se acerca a mí puedo ver como está luchando con sigo mismo.Me acerco hasta el y pongo mi mano sobre su pecho.—Déjame ayudarte, qué clase de compañera sería si no te ayudo en estos momentos—.—Una con los pies sobre el suelo, te voy a hacer daño y no lo podré soportar, apenas si me puedo controlar—.—No te preocupes yo estaré bien sé que no me dañaras y que intentaras controlarte lo máximo posible—.Esas palabras son lo último que salen de mi boca, ya que de momento a otro me encuentro entre sus brazos y tumbada en el pequeño camastro.—Lo voy a intentar, se que es tu primera vez voy a intentar contenerme lo máximo pos
Capitulo 21. Me duele hasta el alma. Al amanecer del cuarto día supe que al fin podría descansar. No había ni una sola parte de mi cuerpo que no me doliera. Se que no fue su culpa, sé que lo intentó pero el "calor" fue más fuerte y se apoderó de su cuerpo y de su mente. No negaré que esos tres días estuvieron cargados de placer, pero el agotamiento y las pocas horas de sueño que me permitió tener no me ayudaron demasiado. Desperté en la más completa oscuridad, mire el reloj y puede ver como eran pasadas las diez de la noche. Alan no se encontraba en la cama, me levanté hambrienta camine con paso errático hasta el armario, mi intimidad no estaba pasando por su mejor momento. Una vez conseguí vestirme bajé hasta la cocina y me preparé lo primero que pillé. La verdad es que cogí cosas sin sentido y las mezclé. Pero tenía tanta hambre que no me importaba. La casa estaba vacía y no había rastro de los guardias por ningún lado. Me senté en la isla con la luz apagada y comencé a
Capitulo 22. Consecuencias.Acabo de llamar a mi madre he estado cuatro días sin decirle ni una palabra.Mentira si dijese que no estaba preocupada. Desde que recuperé el móvil no he dejado de hablar ningún solo día con ella. Pero claro si yo hubiese sabido lo del "calor" otro gallo hubiese cantado. En fin le explicado algo pero no demasiado, es vergonzoso hablar de ciertos temas con una madre. Desde nuestro acercamiento gozo de mayor libertad, la verdad es que sigo siendo acompañada por los guardias, desconozco la razón pero es así. Ahora al menos no debo pedir permiso por cada cosa que quiera hacer. He pasado la mañana intentando no pensar en... bueno lo de un posible embarazo. Aunque no ha sido demasiado sencillo.Me dirijo a casa de Ruby. Ya que han pasado dos días desde que todo volvió a la normalidad y ella no ha aparecido en la casa. No puedo dejar de sentir una opresión en el pecho. Y si al final algún macho se coló en su sótano.O por el contrario no llegó a tiempo a su
Capitulo 23. Presentación. Alam me acaba de llamar, tengo que ir a no sé dónde y acompañarlo en no sé qué de una presentación oficial. Pero para ello no solo tengo que salir de la Manada sino que también debo de coger un avión. Creo que voy a Washington pero no estoy demasiado segura, cuando hablé con él estaba medio dormida y le dije a todo que sí. Así que como no sé a dónde voy he cogido ropa de todo tipo. Me preocupa que tenga que asistir a algún tipo de evento con él ya que nunca antes lo he hecho. Pero bueno supongo que estará bien si él quiere que vaya será bueno para mí. ..... Qué diferente es hacer un viaje tan largo en tan solo unas horas, si hubiese hecho este viaje en coche ahora mismo estaría agotada. Hace un rato que bajamos del avión, y de verdad que no entiendo o no comprendo la posición que tiene Alan. Haber sé que tiene dinero porque mamá me explicó que tiene varias empresas salpicadas por todo el país. Pero nunca llegué a pensar que también tendría un
Capitulo 24. Palacio. —¿Volvemos a casa? —No, tengo quedarme unos días en el palacio para arreglar unos asuntos pendientes—. ¿Ha dicho palacio? Vale, Abi calmate y no montes un drama ya sabías que era alguien importante y hace tan solo unas horas has descubierto que no solo es un rey sino que es el rey de todos los hombres lobos. No pregunto nada más, no tiene caso. Se que debo permanecer a su lado y no me dejará sola en la Manada. Durante algo más de una hora permanecemos en el coche, como había imaginado el palacio se encuentra entre montañas y rodeado por un inmenso bosque. Desconozco si estamos en Washington o por el contrario hemos salido del estado. Nada mas parar el coche , los guardias nos escoltan. No voy a negar que me encuentro en un lugar de ensueño, es como si en un cuento de hadas me hallase. Lo primero que hacen es indicarme dónde está el dormitorio y acompañarme hasta él. Alan deja un beso sobre mis labios y promete volver pronto a mi lado. Si mi habitación
Capitulo 25. Falsa acusación. La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía. Alam se acaba de marchar por varios días, al menos espero no aburrirme demasiado. Miro mi móvil y veo que tengo cobertura por lo que decido hacerle una llamada a mi madre. En cuanto volvamos le pediré a Alan que me deje visitarlos o que por el contrario se lo permita a ellos. Después de hablar con mamá, decido salir a dar un paseo por los jardines. Aquí hace frío pero no es comparable con el frío de Alaska. Abro la puerta y nada más salir me encuentro a esa mujer de nuevo, creo recordar que su nombre era Bárbara. —¿Tú, tú me has robado? ¡Eres una ladrona!— —Creo que te equivocas yo solo te he visto una vez en toda mi vida, no sé porque iba a querer robar algo tuyo—. Intentó andar pero ella me detiene, es extraño los guardias ni siquiera se han inmutado y me ha pegado un empujón. —Sé que me ha robado tú, tú has robado a mis pendientes de zafiro—. —De verdad que
capitulo 26. ¿Dónde está Abi? Este capítulo será narrado por Alam... Acabo de regresar de Alemania, debería haberme llevado Abi conmigo. Al final ni siquiera hubiese hecho falta mi presencia, ellos solos arreglaron el problema antes de mi llegada. Pero aún así tuve que quedarme los dos días estipulados por cortesía. Llegó hasta el palacio, este se encuentra sumido en silencio, un silencio muy extraño por otra parte ya que este lugar es un sitio muy bullicioso. Busco el aroma de mi compañera por todo el lugar, no soy capaz de dar con ella. Es extraño que no haya salido de la habitación porque es una personita muy curiosa. Además de inquieta. Subo las escaleras y los dos guardias que deberían estar apostados en la puerta no lo están. Un mal presentimiento invade mi cuerpo en ese mismo momento. Mi lobo aulla de dolor y aún no soy consciente del por qué. Abro la puerta de golpe y no está en la habitación, todo está en su sitio. No puede ser que haya escapado otra vez, e
capitulo 27. No me toques. No estoy segura del tiempo que llevo aquí. Pero creo que llevo casi un mes o quizás más tiempo. Poco o nada queda de mi. De nuevo me encuentro inmersa en el abismo. Me ha pegado cuatro palizas desde que llevo aquí. Las tres primeras fueron por intentar escapar y la última porque me negué a yacer con él. Esa vez solo me pego pero quién me asegura a mí de que la próxima vez que quiera estar conmigo no me tomara por la fuerza. He empezado a perder la esperanza de que Alam pueda encontrarme, el jorobado no me ha dejado salir de la casa pero desde las ventanas puedo ver que nos encontramos en una isla porque todo está rodeado por agua. Así que en el supuesto caso en el que consiguiese escapar. Tendría que salir de aquí a nado, y para ser sincera nunca he sido muy buena nadadora. Además de que cada vez me siento más débil y cansada. Apenas si me da de comer y lo poco que me da no es que esté en el mejor de los estados la verdad. Creo que no se trata d