Que pasará con Ariana y Andrews ¿ de Dónde se conocen? ¿Tienen alguna idea?
Andrews no puede creer que esto le esté sucediendo, había pasado semanas buscando a lahermosa ninfa que había aparecido en su habitación un día. Ahora después de darse por vencido, la tenía frente a él, así de hermosa como aquella vez. Su largo cabello rubio y hermosos ojos turquesa lo invitaban a inundarse en un mar desentimientos que poco estaba dispuesto a resistir. La curó poco a poco, la quemadura era pequeña y sin gravedad, pero le había dado la oportunidadperfecta para tener un momento a solas con ella. — Entonces ¿piensas hablar? Decirme tu nombre, tal vez. Ariana se había mantenido en silencio, solo observando cada uno de los movimientos de Andrews,cada rose, cada mirada, cada sonrisa que le dedicaba, y la ponían más nerviosa. — Ariana… — Fue todo lo que pudo decir.— Lindo nombre, el mío es Caleb Andrews, estoy seguro que recuerdas de donde nosconocemos ¿Verdad?— No...— respondió, esperaba que él dejara el tema para que se diera por terminado todoeso.— Te record
Emilia estaba esperando a que Ariana y el doctor Andrews regresaran de atenderla y poder saberque quería decirle antes.Al ver regresar a Ariana sola, pensó que en cualquier momento podría regresar el doctor también.— ¿Cómo está tu mano?— preguntó preocupada al verla vendada.— Está bien— Ariana tenía la mirada perdida, se sentó en automático a su lado.— Pero está vendada.— Si pero no es grave.— ¿Vendrá el doctor? ¿No sabes?— No vendrá— le dijo— cuando venía escuche que lo llamaban para que fuera a una reuniónurgente.Ariana esperaba que no fuera, que se tardara lo suficiente como para que ella ya no estuviera ahí,estaba centrada en sus pensamientos cuando escuchó decir a su amiga.— ¿Conocías al doctor verdad?— No. — Ariana volteó a verla directamente. — ¿Por qué lo dices?Emilia le sonrió.— Porque ya recordé de donde lo conoces… bueno lo conocemos— se corrigió— lo vimoshace unas semanas, creo que es el hombre con quien te encontré ¿verdad?Emilia estaba contenta y emocion
El lugar donde estaba el homenaje a Carlos Villanueva, era público en el estaban haciendo alusiónde todos los logros que había conseguido en vida, apoyos filántropos que financio desde que tuvoéxito e incluso antes de eso. Emilia sentía que el ambiente estaba pesado, lleno de dolor y tristeza, justo como se sentía ella enese momento, pesada, cansada y sola, por más que hubiera pensado que ésta era una opción, ensu mente no era posible. No quería ser egocéntrica, sabía perfectamente que ella no sentiría ni por asomo el dolor quedebía estar embargando a Dante en este momento o a otros amigos cercanos, pues ella no loconoció tanto tiempo pero fue bonito por el corto tiempo que duró, sentirse respaldada, segura ycomprendida había sido algo nuevo para ella y le había gustado mínimo saber cómo se sentía. Era cansado ser la fuerte siempre y Carlos Villanueva había llegado a darle una probada de lo quepodría haber sido tener una familia normal, una en la cual tuviera donde apoyarse
Después de ver cómo Emilia buscaba a Tadeo y salían juntos del lugar, y que en ningún momentovolteara atrás, su humor cambio a estar furioso, ¿por qué se había quedado como estúpidomirando mientras ella se iba? Se dio la vuelta decidido a buscar a Ruiz y pedirle explicaciones. ¿Cómo pudo aparecer tan descaradamente junto a él? En este momento tan doloroso, en el quenecesitaba estar rodeado de personas en las que confiara, de nuevo le mostraba su verdaderacara. Realmente no le interesaba para nada como se sintiera el, y al escuchar que venía a“acompañarlo” lo hizo perder el control. Lo creía tan sínico como para estar recibiendo sus atenciones, en compañía de su novio, el idiotainútil de Tadeo. Eso jamás, él no sería como el hombre que había roto el matrimonio de suspadres. Jamás sería el que rompiera una relación, prefería quedarse con su dolor, y arrancarse ese cariñoque sentía por ella a golpes si era necesario. Aunque Tadeo no la mereciera, no estaba dispuesto a elimin
Ariana estaba en la casa que Tadeo había comprado, una casa con la que cualquier mujer soñaría vivir junto al hombre de su vida. - ¡Ariana te estoy hablando! — Tadeo la llamó más alto de lo que era necesario, haciéndola brincar por el susto. - Sí lo siento, ¿qué decías? Ariana normalmente estaba atenta a cada movimiento de Tadeo y cada palabra que saliera de su boca, pero esa noche, no sabía por qué pero no se podía concentrar demasiado. - Que ahorita no sé cómo estoy, me enfurece que Emilia se resista a lo que le digo que debe hacer, todo lo que hago, lo hago por su bien, ¿acaso no entiende que sólo será feliz conmigo? - Yo sí lo entiendo— Ariana estaba tan acostumbrada a mostrar ese amor que tenía años dentro de ella, que no lo pensaba mucho para responder. - Sí, pero eres tú. - ¿Y? — Ariana no entendía a lo que se refería. Tadeo hizo un gesto de fastidio, con ella siempre eran así las cosas, hasta lo más simple era complicado de entender, a veces no sabía por qué seguía ten
Días después del evento en el que se hacía honor a la vida de su abuelo, Dante Villanueva fue llamado por Duarte para la lectura del testamento. Era algo anormal que la reunión fuera en la oficina del abogado, regularmente eran en el despacho que era del abuelo, pero sin darle mayor importancia, llegó formal y puntual a la hora indicada. Dante se había dado cuenta que los socios estaban inquietos con todos los sucesos y los accidentes del almacén y el helicóptero, tenía que darles algún tipo de estabilidad , y la lectura del testamento así como la posesión de los bienes sería la manera de tranquilizarlos. Hacerlos sentir estables y conformes, ya se imaginaba como estarían si con unas fotos sin importancia hicieron la reunión extraordinaria, esta vez se hubiera organizado en unas cuantas horas. Pero por reglamento esas reuniones no pueden realizarse más de una vez por año, por eso estaba un poco tranquilo, aunque no daba todo por sentado, tenía que ser el dueño de las acciones lo an
Y ahora después de todo eso, su herencia todo por lo que había luchado por mantener y hacercrecer, estaba condicionado, con casarse con alguien que ya tenía pareja, — Dante sonrió— la vidaera un chiste. Aunque si quería a Emilia, no sabía cuánto pero de que la quería la quería, estaba intentando portodos los medios alejarla para que ella estuviera con quien quería estar y fuera feliz. — ¿Cómo conseguiste que mi abuelo te dejara todo eso Emilia?— quería saber si ya le habíadicho, o si su abuelo sospechaba algo.— Yo no hice nada Dante, y tú lo sabes.— No— se detuvo en seco ya que seguía dando vueltas en la oficina— en este momento yono sé nada, no quiero dar nada por sentado. — la vida le estaba enseñando que siemprehabía una sorpresa más.— No te diste cuenta que estoy igual o incluso más sorprendida que tú.— Seguro lo sabías, por eso me ayudaste ¿Verdad?— sabía que lo que estaba diciéndole, lalastimaba pero necesitaba desahogarse con alguien y ver que podía sacarle.— Dante
Ariana había entrado al hospital, Tadeo le había encargado una tarea super importante, habíadicho el, y no había margen para el error, era necesario estar atenta ante cualquier cambio. Tendría que buscar a Emilia y ver si estaba bien, para reportárselo a Tadeo, aunque sentía que loque estaba a punto de hacer no era correcto, algo dentro de ella le decía que por amor todo eraposible. Se mantuvo un rato en la puerta de la habitación donde estaba Liliana, era el lugar más seguropara encontrarla. La puerta se abrió y eso le dio esperanzas a Ariana, podría ser Emilia y terminar rápido con la“misión” que le había encargado Tadeo. Pero en lugar de ver a su amiga lo que salió por esa puerta fue un hombre alto, muy alto morenocon esos maravillosos ojos color gris que no había podido olvidar en todos esos días, ni en lasnoches para ser más específica. — Ari — dijo Caleb con una sonrisa coqueta acercándose con un paso tan seguro que parecíaque él le estaba haciendo el favor al piso p