Después del impacto inicial, Danna y Elías estaban sentados en el consultorio de Elías, y ella estaba buscando la manera de explicarse sin quedar como una cornuda estúpida, que era lo que creía realmente, pero una cosa es pensarlo ella misma y otra muy diferente es que otro lo piense.Danna estaba haciendo tiempo limpiándose la cara, pero sabía que ya tenía que hablar.— Espero que lo que te diga no sea una imagen de mí en tu cabeza.— Claro que no.— Bueno— Danna suspira para agarrar valor— hay un doctor en el hospital con quien he tenido una relación según yo monógama, por un año y hace unos días me encontré con la novedad que está saliendo con alguien más.— ¿No habían terminado supongo?— No.— ¿La otra persona está en el hospital también?Danna asintió en silencio. Elías se cruzó de brazos.— ¿Y cómo se atrevió a tener dos relaciones en el mismo lugar?— Elías le preguntó confundido.— Tal vez sean más, de hecho— dijo Danna mas para ella que para él, cada vez que lo repetía inter
Dante estaba en el centro distrayendo sus pensamientos un rato cuando le llega un mensaje a su teléfono, era Damián y decía: Damián: ¿Sabías que las personas dicen lo que piensan con el cuerpo? Nos lo dijo un policía en la escuela. Era la primera vez que recibía un mensaje de él así y estaba muy contento. Dante: ¿sí? Y ¿qué más les dijo? La respuesta no tardó en llegar. Damián: que si mienten los malos, los policías saben que es mentira por su cuerpo, sería divertido tener ese súper poder ¿verdad? Dante: ¿lo quieres tener? Damián: ¡Claro! Sería muy divertido. Dante dejó de responderle, sabía perfectamente qué hacer para que Damián estuviera feliz, se encaminó a una librería y compro varios libros de lenguaje corporal para niños, que no había muchos pero de igual manera sabía que podrían servirle justo después de realizar el pago, le llegó una oleada de ese olor, la fragancia que lo había acompañado en varios malos ratos. El corazón comenzó a palpitar de manera irregular, Da
Elías estaba nervioso y no porque en unos momentos sería presentado ante todo el hospital sinoporque su director de área no quería hacer lo que le estaba pidiendo.— Como te digo, necesito que omitas mi primer apellido y dejes el de mi madre.- Elías yaestaba desesperado con tanta negativa.— Señor Arango... — no pudo continuar porque fue interrumpido.— No, soy el doctor Camacho, y en éste caso quiero que me trates como a cualquier otrodoctor, y espero me apoyes en esto.El doctor Pérez asintió resignado, tener al próximo heredero de la cadena de hospitales másprestigiosos del país era una gran carta para su historial laboral, y él solo se empeñaba enencubrirlo, por lo pronto lo dejaría pasar pero también buscaría la manera de hacerlo saber sinque se supiera que él era
Dante tenía días sin saber nada de Emilia, y estaba tratando de mentalizarse que eso estaba bien,que era lo correcto, que la relación que tenían era simplemente un plan que en algún momentollegaría a su final, sería mejor no acostumbrarse tanto a ella, y así no le dolería tanto cuando yano estuviera.Estaba en casa de su abuelo, ése día era la fecha del paseo en helicóptero que había comprado enla subasta, y a falta de comunicación con Emilia que era la persona que quería que lo acompañaray que no le había dicho con tiempo a Frida, así que su única opción era invitar a su abuelo, aunqueno era algo con lo que emocionarse, sabía que salir de la rutina era algo que lo alegraría mucho.— Abuelo, vengo a invitarte al recorrido en helicóptero hoy. — le dijo seguro que l
Al llegar a las bodegas Villanueva todo era un caos, bomberos, humo, gente corriendo tanto paraalejarse como para tratar de entrar y ayudar; policías y civiles, Dante se acercó a Ruiz, el agenteque tenía infiltrado para pedir actualización del estado del incendio.— Ruiz, dime ¿qué es lo que tienen?— Es un completo caos — le dijo rápidamente— el fuego empieza en la sección de postres,donde están los hornos, varias minas de gas se encontraban en el área y eso potencializó el fuego.— ¿Hay muertos o heridos? — Dante estaba muy preocupado pero no tanto por laspérdidas materiales, sino por las vidas que corrían riesgo.— Por el momento no, se activaron las alarmas de detección de gases y se alcanzó adesalojar a la mayoría de la gente.En ese momento se escuch&oacu
La noción del tiempo se había vuelto relativa, para Dante todo era cada vez más difícil, y su cuerpoestaba haciendo un sobresfuerzo para continuar en movimiento, pero el tiempo se le estabaterminando y el oxígeno también.Afuera las cosas no estaban mucho mejor, Ruiz estaba coordinando con el encarado de bomberospara realizar una extracción segura de Dante, había ido con la mujer que había hablado con suamigo y le pidió la información necesaria para dar con el rápido.— Como le digo Teniente, Dante Villanueva está ahí dentro y es urgente que lo saquemos.— Ruiz ya estaba cansado de estar repitiendo una y otra vez lo mismo innecesariamente.— Señor Ruiz ya le explicamos, que se están haciendo evaluaciones para ver la estructura yver la mejor ruta a tomar y sacarlo, créame que nosotros
Emilia ya tenía días que no había salido de su pequeña auto reclusión, su casa se había vuelto sulugar seguro, incluso había dejado de entregar la ropa personalmente, para evitar que la mirarantan mal tanto física como emocionalmente. Para comenzar la limpieza, prendió la televisión y al estar cambiando de canal algo en las noticiasle llamó la atención, en una toma aérea se encontraban los almacenes Villanueva y una secciónse encontraba envuelta en llamas. El corazón de Emilia se saltó un latido, ¿habría heridos o muertos?, cada segundo se desesperabamás, ¿estaría el abuelo en el almacén en el momento del incendio o Dante? — No puede ser posible, cálmate Emilia— se decía a sí misma para controlar sus nervios—normalmente no se aparecen por ahí seguro están bien. Decidió ponerle un poco más de volumen para alcanzar a oír lo que la reportera informaba delcaso: — … hasta el momento se informa que no hay heridos ni decesos, las llamas estánsiendo— es interrumpida por algo que l
Elías va detrás de una chica rubia que estaba con su amigo Dante, tenía que actualizar unas cosasy quedaba para la misma dirección, cuando de repente comenzó a escuchar una discusión con otramujer que preguntaba por su amigo.—Sáquenla, es una acosadora, Dante Villanueva necesita total tranquilidad. — escuchóque la rubia decía.— Dante está vivo entonces. — La otra chica descansó un poco al saber que Dante estabavivo.Los guardias se acercaron para tomar a la chica castaña y sacarla a rastras del hospital.— Suéltenme, suéltenme, ¡Frida!— gritaba al mismo tiempo que forcejeaba para que losguardias la soltaran.Los guardias hacían caso omiso y la arrastraban hacia la salida. Eso no era correcto, ¿por qué latrataban así?— ¡Deténganse!- ordenó Elías al mismo tiempo que se acercaba— Esto es un hospital, yesta clase de gritos no son adecuados.— Lo siento doctor, yo soy Frida Alcalá de importaciones Alcalá, lamento el alboroto. — Sepresentó al mismo tiempo que daba por hecho que a