Después de unos segundos en los que los socios procesaban la indicación del señor Villanueva, uno a uno fueron tomando sus respectivos teléfonos para revisar qué era lo que les había llegado, absolutamente todos los que recibieron un mensaje se quedaron pálidos al ver las pantallas.Carlos Villanueva disfrutó cada segundo del espectáculo privado, saboreando la sensación de control que tenía, ya que nadie entendería porque estaba tan tranquilo, excepto esos socios, los dejó interiorizar el mensaje implícito en lo que cada uno acababa de recibir, porque el mensaje era personalizado, de nuevo una sonrisa se puso en sus labios, le encantaba hacer este tipo de cosas, lástima que solo lo hacía cuando era estrictamente necesario, no por ser una persona amable significaba que debía dejarse sobajar o dejar que cualquiera tomara lo que le pertenecía a su familia, no por nada estaba en donde estaba.— ¿Alguien tiene alguna emergencia que le impida votar?— Carlos preguntó como si desconociera lo
El hospital había estado tranquilo, y bien decían que no se debía mencionar esto, porque luego te arrepentías, eso mismo le pasó a Danna, aunque no lo había dicho lo pensó en más de una ocasión ese mismo día, y sí, al llegar a un pasillo donde estaba el consultorio de Pablo su ex, que aunque no lo había cortado directamente, ya lo daba por terminado, además algo presentía el ya que no la había buscado, pero escuchó la voz de alguien muy familiar.Danna la reconoció y se escondió detrás de un pilar que la cubría.— Entonces ¿Saldremos este fin de semana?— le preguntó Pablo coqueto.— Pues déjame pensarlo— se escuchó la voz ahora de Karla, la enfermera con la que lo encontró.El corazón de Danna se sintió aplastado como una naranja, se tapó la boca para retener un sollozo, no los dejaría verla de esa manera, menos a él.— ¡Claro! Tengo un restaurante al que quiero que vayamos y después— empezó a susurrar— hagamos ejercicio, no nos vendría mal un poco de cardio.Lo siguiente que Danna a
Después del impacto inicial, Danna y Elías estaban sentados en el consultorio de Elías, y ella estaba buscando la manera de explicarse sin quedar como una cornuda estúpida, que era lo que creía realmente, pero una cosa es pensarlo ella misma y otra muy diferente es que otro lo piense.Danna estaba haciendo tiempo limpiándose la cara, pero sabía que ya tenía que hablar.— Espero que lo que te diga no sea una imagen de mí en tu cabeza.— Claro que no.— Bueno— Danna suspira para agarrar valor— hay un doctor en el hospital con quien he tenido una relación según yo monógama, por un año y hace unos días me encontré con la novedad que está saliendo con alguien más.— ¿No habían terminado supongo?— No.— ¿La otra persona está en el hospital también?Danna asintió en silencio. Elías se cruzó de brazos.— ¿Y cómo se atrevió a tener dos relaciones en el mismo lugar?— Elías le preguntó confundido.— Tal vez sean más, de hecho— dijo Danna mas para ella que para él, cada vez que lo repetía inter
Dante estaba en el centro distrayendo sus pensamientos un rato cuando le llega un mensaje a su teléfono, era Damián y decía: Damián: ¿Sabías que las personas dicen lo que piensan con el cuerpo? Nos lo dijo un policía en la escuela. Era la primera vez que recibía un mensaje de él así y estaba muy contento. Dante: ¿sí? Y ¿qué más les dijo? La respuesta no tardó en llegar. Damián: que si mienten los malos, los policías saben que es mentira por su cuerpo, sería divertido tener ese súper poder ¿verdad? Dante: ¿lo quieres tener? Damián: ¡Claro! Sería muy divertido. Dante dejó de responderle, sabía perfectamente qué hacer para que Damián estuviera feliz, se encaminó a una librería y compro varios libros de lenguaje corporal para niños, que no había muchos pero de igual manera sabía que podrían servirle justo después de realizar el pago, le llegó una oleada de ese olor, la fragancia que lo había acompañado en varios malos ratos. El corazón comenzó a palpitar de manera irregular, Da
Elías estaba nervioso y no porque en unos momentos sería presentado ante todo el hospital sinoporque su director de área no quería hacer lo que le estaba pidiendo.— Como te digo, necesito que omitas mi primer apellido y dejes el de mi madre.- Elías yaestaba desesperado con tanta negativa.— Señor Arango... — no pudo continuar porque fue interrumpido.— No, soy el doctor Camacho, y en éste caso quiero que me trates como a cualquier otrodoctor, y espero me apoyes en esto.El doctor Pérez asintió resignado, tener al próximo heredero de la cadena de hospitales másprestigiosos del país era una gran carta para su historial laboral, y él solo se empeñaba enencubrirlo, por lo pronto lo dejaría pasar pero también buscaría la manera de hacerlo saber sinque se supiera que él era
Dante tenía días sin saber nada de Emilia, y estaba tratando de mentalizarse que eso estaba bien,que era lo correcto, que la relación que tenían era simplemente un plan que en algún momentollegaría a su final, sería mejor no acostumbrarse tanto a ella, y así no le dolería tanto cuando yano estuviera.Estaba en casa de su abuelo, ése día era la fecha del paseo en helicóptero que había comprado enla subasta, y a falta de comunicación con Emilia que era la persona que quería que lo acompañaray que no le había dicho con tiempo a Frida, así que su única opción era invitar a su abuelo, aunqueno era algo con lo que emocionarse, sabía que salir de la rutina era algo que lo alegraría mucho.— Abuelo, vengo a invitarte al recorrido en helicóptero hoy. — le dijo seguro que l
Al llegar a las bodegas Villanueva todo era un caos, bomberos, humo, gente corriendo tanto paraalejarse como para tratar de entrar y ayudar; policías y civiles, Dante se acercó a Ruiz, el agenteque tenía infiltrado para pedir actualización del estado del incendio.— Ruiz, dime ¿qué es lo que tienen?— Es un completo caos — le dijo rápidamente— el fuego empieza en la sección de postres,donde están los hornos, varias minas de gas se encontraban en el área y eso potencializó el fuego.— ¿Hay muertos o heridos? — Dante estaba muy preocupado pero no tanto por laspérdidas materiales, sino por las vidas que corrían riesgo.— Por el momento no, se activaron las alarmas de detección de gases y se alcanzó adesalojar a la mayoría de la gente.En ese momento se escuch&oacu
La noción del tiempo se había vuelto relativa, para Dante todo era cada vez más difícil, y su cuerpoestaba haciendo un sobresfuerzo para continuar en movimiento, pero el tiempo se le estabaterminando y el oxígeno también.Afuera las cosas no estaban mucho mejor, Ruiz estaba coordinando con el encarado de bomberospara realizar una extracción segura de Dante, había ido con la mujer que había hablado con suamigo y le pidió la información necesaria para dar con el rápido.— Como le digo Teniente, Dante Villanueva está ahí dentro y es urgente que lo saquemos.— Ruiz ya estaba cansado de estar repitiendo una y otra vez lo mismo innecesariamente.— Señor Ruiz ya le explicamos, que se están haciendo evaluaciones para ver la estructura yver la mejor ruta a tomar y sacarlo, créame que nosotros