Mientras todo eso sucedía, en la pequeña enfermería Emilia regresaba en sí desesperada al no recordar los últimos momentos antes de quedar inconsciente.— ¡Dante!— gritó sentándose de la impresión y la desesperación que le provocaba no saber nada de su esposo.Andrews se encontraba a su lado inmediatamente se puso a tranquilizarla.— Tranquila Emilia ya están todos aquí, ya están seguros Dante y Damián se encuentran con nosotros ,tranquila, por favor.— ¿Qué me pasó?— pregunta ella confundida al ver que ella es la que está sentada en la camilla, porque poco a poco los recuerdos la van impactando, las camionetas, Damián llorando y Dante herido.— Te desmayaste, pero no te preocupes estás bien, dime por favor ¿has tenido estos síntomas anteriormente? ¿Te has sentido extraña?— le preguntó Caleb preocupado pero manteniendo una pequeña sospecha que quería descartar.—Tengo días que me siento mal, ante tanto estrés, tengo días queriendo ir al doctor pero mira— dice refiriéndose al caos qu
Aunque Andrews se encontraba preocupado por la situación de Emilia, pero no podía dejar de lado cada uno de los pacientes que ya tenía programados para ese día, al químico le había pedido explícitamente que en cuanto tuviera el resultado de los análisis se los hiciera llegar de manera urgente.En ese momento mientras atendía uno de sus tantos pacientes Andrews recibió una llamada del químico y e inmediatamente contestó, cosa que jamás hacia al estar en consulta.— Sí dime— dijo Caleb con el estrés a tope, no se permitía sentir los casos como propios o personales pero al ser ella su amiga no podía separar las cosas.— Andrews — dijo el químico del otro lado de la línea —los niveles de la chica indican hemoglobina baja— eso puso en alerta a Andrews deseaba con todo su ser que solamente fuera una pequeña anomalía y no un indicio de que tenía la misma enfermedad que Liliana— además no sé si lo sepa ella o lo sepas tú pero ella está embarazada.— ¿Cómo?— preguntó Andrews sorprendido.—
Dante había despertado completamente solo, sorprendido de no ver a su esposa un lado de él, había supuesto erróneamente que estaba haciendo ejercicio en el patio trasero así que decidió tomar un baño, despejarse y cambiarse, para un momento después encontrarse con una llamada de lo más inesperada.Su abuelo «¿por qué lo llamaría si estaban en la misma casa?» se preguntó Dante.— ¿Qué pasa abuelo te perdiste?— dijo él con una sonrisa en la voz.— Dante — el tono sombrío de voz en su abuelo lo hizo ponerse rígido, algo había sucedido definitivamente — dime abuelo ¿qué sucede? — La sonrisa de su voz había desaparecido.— Necesito que te mantengas tranquilo, que te mantengas estable… asegúrate que hay quien cuide a Damián… y ven al hospital donde trabaja el doctor Andrews. — El tono del abuelo era pausado y tranquilo cosa poco habitual en él.— ¿Estás bien?— preguntó desesperado— ¿ te encuentras bien?— Sí — respondió el abuelo— tranquilo pero Emilia…— ¿Qué tiene? ¿Qué le pasó?— ten
Frida se encuentra en su habitación haciendo maletas, solamente con lo necesario, Luis le había pedido que fuera rápida, silenciosa y discreta.— Pero cómo dejar todas mis cosas… cómo— susurraba ella nerviosa, sabiendo que tenía el tiempo contado en ese lugar.— ¿Cómo puede ser?— decía ella dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas—¿ cómo puede ser que mi propio padre me haya aventado al fuego? Siempre fui fiel, siempre hice lo que él me pidió… y ahora en los momentos de dificultad, se olvida que soy su hija.Frida había confiado ciegamente en su padre, ella había creído que él la amaba, de la misma manera que ella lo amaba a él, por lo visto estaba absolutamente equivocada.Las palabras que había escuchado de la boca de su padre, se repetían una y otra vez en su mente.«Es una inútil, ella es una inútil, mínimo que sirva para eso…» Dijo su padre tan fríamente, que Frida sintió que su corazón se desgarraba, solo de recordar ese momento.«Si él no me ama» pensó ella «yo no te
Dante no alcanzó ni a hacer la llamada que había pensado hacer inmediatamente después de colgar con Frida, porque recibió una llamada de Duarte, el abogado de la familia.—Dante— dijo el abogado desesperado — acaba de suceder algo impensable.— Duarte gracias a Dios que llamas — dijo Dante— tengo algo que informarte, Frida va a salir del país, necesitamos encontrarla y capturarla antes que ella logre escapar.— De eso mismo iba a hablarte, bueno— se corrigió Duarte— no de eso sino de su padre, se acaban de filtrar unas conversaciones con alguien que supongo en este momento es que es Frida Alcalá por lo que me acabas de decir, va a escapar después de exponer públicamente a su padre.— ¿Cómo?— preguntó Dante sorprendido ante lo que escuchaba.— Así es, internet se ha vuelto loco, todos los periódicos todos los noticieros y páginas existentes están vueltas locas ante las pruebas que acaba de arrojar ella, conversaciones, frases culposas, esto se ha vuelto una cacería de brujas, no sola
Ruiz estaba desesperado después del grito desgarrador no inevitablemente había soltado, corrió hacia Alcalá, ese hombre sin sentido se había aventado al vacío, al llegar a un lado donde él había caído, Ruiz sintió que su alma regresaba al cuerpo, estaba vivo el desgraciad0.Se sintió orgulloso de la rapidez de sus agentes, habían alcanzado a colocar un inflable preventivo, cosa que él les había indicado a base de señas mientras hablaba con Alcalá para comprar tiempo, desde que escuchó su voz tan inestable supo que iba a intentar hacer algo así.Ruiz se acercó de manera cautelosa, no sabía si ese hombre estaba armado y no iba a poner en riesgo a ninguno de sus agentes, el mismo lo enfrentaría. Alcanzó el pie de Alcalá y lo jaló para bajarlo a tierra firme poniéndolo frente a el.Inmediatamente después comenzó a catearlo, comprobando que no tenía ninguna arma con él.— ¿Por qué lo hiciste? — Preguntó Alcalá frustrado— ¿Por qué me salvarme la vida? si me vas a querer refundirme en una
Andrews tenía varios días dándole vueltas y analizando los resultados de los estudios hechos a Liliana.Los parámetros se registraban normales aunque debía aceptar que estaban un poco bajos también tenía que individualizar su estado del de una persona sana.Después de todos los inconvenientes que estaba pasando la familia Villanueva, una buena noticia sería como una gota de lluvia en el desierto, maravillosa y un toque de esperanza ante tanto caos.Decidido Andrews se fue a la habitación esterilizada donde se encontraba Liliana.—Doctor, buenos días —saludo Liliana, su aspecto se veía más relajado con fuerza y ya se movía dentro de la habitación, además de mantenerse siempre con una sonrisa en los labios.—Hola Liliana, buenos días ¿cómo te sientes?— Andrews quería verificar que los resultados y el estado de ánimo de Liliana no hubieran cambiado durante la noche.—Estoy muy bien doctor, me siento de maravilla tengo días que he estado sintiéndome descansada, cosa que tenía mucho tiempo
Liliana caminó manteniendo su autocontrol a tope, tenía mucho tiempo deseando poder abrazar a su hija, poder darle un beso, se acercó y cada paso era un latido de su corazón un suspiro más y un instante de felicidad. Al tocar su mano Liliana no pudo aguantar— Hija, tan bella ¿cómo estás Emi? te extrañé.Ella estaba despertándose pero alcanzó a sonreír.—Mamá qué bueno que ya estás afuera, ya estás bien.—Sí hija, ya lo estoy bien pero tú dime ¿cómo estás hija? ¿Cómo te sientes?En ese momento la cara de Emilia cambió, recordó los últimos momentos antes de quedar inconsciente y de manera automática puso sus manos en su vientre.— ¡Mi bebé Dante! ¡mi bebé!— Ella había comenzado a desesperarse de una manera violenta. — ¡Dante!— comenzó a gritar— ¡mi bebé, nuestro bebé!— Tranquila Emilia — Caleb había decidido intervenir, él se había mantenido en la puerta de la habitación para no interrumpir ese momento tan emotivo— tu bebé se encuentra en tu vientre, solamente que necesitamos mant