Frida se encuentra en su habitación haciendo maletas, solamente con lo necesario, Luis le había pedido que fuera rápida, silenciosa y discreta.— Pero cómo dejar todas mis cosas… cómo— susurraba ella nerviosa, sabiendo que tenía el tiempo contado en ese lugar.— ¿Cómo puede ser?— decía ella dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas—¿ cómo puede ser que mi propio padre me haya aventado al fuego? Siempre fui fiel, siempre hice lo que él me pidió… y ahora en los momentos de dificultad, se olvida que soy su hija.Frida había confiado ciegamente en su padre, ella había creído que él la amaba, de la misma manera que ella lo amaba a él, por lo visto estaba absolutamente equivocada.Las palabras que había escuchado de la boca de su padre, se repetían una y otra vez en su mente.«Es una inútil, ella es una inútil, mínimo que sirva para eso…» Dijo su padre tan fríamente, que Frida sintió que su corazón se desgarraba, solo de recordar ese momento.«Si él no me ama» pensó ella «yo no te
Dante no alcanzó ni a hacer la llamada que había pensado hacer inmediatamente después de colgar con Frida, porque recibió una llamada de Duarte, el abogado de la familia.—Dante— dijo el abogado desesperado — acaba de suceder algo impensable.— Duarte gracias a Dios que llamas — dijo Dante— tengo algo que informarte, Frida va a salir del país, necesitamos encontrarla y capturarla antes que ella logre escapar.— De eso mismo iba a hablarte, bueno— se corrigió Duarte— no de eso sino de su padre, se acaban de filtrar unas conversaciones con alguien que supongo en este momento es que es Frida Alcalá por lo que me acabas de decir, va a escapar después de exponer públicamente a su padre.— ¿Cómo?— preguntó Dante sorprendido ante lo que escuchaba.— Así es, internet se ha vuelto loco, todos los periódicos todos los noticieros y páginas existentes están vueltas locas ante las pruebas que acaba de arrojar ella, conversaciones, frases culposas, esto se ha vuelto una cacería de brujas, no sola
Ruiz estaba desesperado después del grito desgarrador no inevitablemente había soltado, corrió hacia Alcalá, ese hombre sin sentido se había aventado al vacío, al llegar a un lado donde él había caído, Ruiz sintió que su alma regresaba al cuerpo, estaba vivo el desgraciad0.Se sintió orgulloso de la rapidez de sus agentes, habían alcanzado a colocar un inflable preventivo, cosa que él les había indicado a base de señas mientras hablaba con Alcalá para comprar tiempo, desde que escuchó su voz tan inestable supo que iba a intentar hacer algo así.Ruiz se acercó de manera cautelosa, no sabía si ese hombre estaba armado y no iba a poner en riesgo a ninguno de sus agentes, el mismo lo enfrentaría. Alcanzó el pie de Alcalá y lo jaló para bajarlo a tierra firme poniéndolo frente a el.Inmediatamente después comenzó a catearlo, comprobando que no tenía ninguna arma con él.— ¿Por qué lo hiciste? — Preguntó Alcalá frustrado— ¿Por qué me salvarme la vida? si me vas a querer refundirme en una
Andrews tenía varios días dándole vueltas y analizando los resultados de los estudios hechos a Liliana.Los parámetros se registraban normales aunque debía aceptar que estaban un poco bajos también tenía que individualizar su estado del de una persona sana.Después de todos los inconvenientes que estaba pasando la familia Villanueva, una buena noticia sería como una gota de lluvia en el desierto, maravillosa y un toque de esperanza ante tanto caos.Decidido Andrews se fue a la habitación esterilizada donde se encontraba Liliana.—Doctor, buenos días —saludo Liliana, su aspecto se veía más relajado con fuerza y ya se movía dentro de la habitación, además de mantenerse siempre con una sonrisa en los labios.—Hola Liliana, buenos días ¿cómo te sientes?— Andrews quería verificar que los resultados y el estado de ánimo de Liliana no hubieran cambiado durante la noche.—Estoy muy bien doctor, me siento de maravilla tengo días que he estado sintiéndome descansada, cosa que tenía mucho tiempo
Liliana caminó manteniendo su autocontrol a tope, tenía mucho tiempo deseando poder abrazar a su hija, poder darle un beso, se acercó y cada paso era un latido de su corazón un suspiro más y un instante de felicidad. Al tocar su mano Liliana no pudo aguantar— Hija, tan bella ¿cómo estás Emi? te extrañé.Ella estaba despertándose pero alcanzó a sonreír.—Mamá qué bueno que ya estás afuera, ya estás bien.—Sí hija, ya lo estoy bien pero tú dime ¿cómo estás hija? ¿Cómo te sientes?En ese momento la cara de Emilia cambió, recordó los últimos momentos antes de quedar inconsciente y de manera automática puso sus manos en su vientre.— ¡Mi bebé Dante! ¡mi bebé!— Ella había comenzado a desesperarse de una manera violenta. — ¡Dante!— comenzó a gritar— ¡mi bebé, nuestro bebé!— Tranquila Emilia — Caleb había decidido intervenir, él se había mantenido en la puerta de la habitación para no interrumpir ese momento tan emotivo— tu bebé se encuentra en tu vientre, solamente que necesitamos mant
Frida se encontraba feliz, emocionada y nerviosa después de tanto haber luchado, finalmente se iba a encontrar con Dante, su gran amor e iban a escapar y reiniciar su vida juntos como siempre debió ser antes de la llegada de esa mujer.Ese día a pesar de ser uno de los más duros, por descubrir que su padre no la amaba, también iba a ser uno de los más felices, ya que su hombre había decidido elegirla a ella y dejar todos sus errores atrás.Estaba arriba de una lancha, ansiosa mirando al camino, « Dante tenía que llegar pronto» pensaba, Luis la estaba apresurando para que empezaran su camino.— Frida es necesario que nos vayamos ya, el tiempo está en contra —el hombre estaba desesperado no quería que lo atraparan en esa situación.— No solo soy yo Luis, no solo soy yo entiéndelo por favor, tenemos que esperarlo él, dijo que vendría y yo le creo.El hombre se movía inseguro y cambiaba su peso de un pie a otro, esto no pintaba nada bien y el solo estaba “trabajando”.— Por favor Frida,
— VARIOS DÍAS DESPUÉS —— Emi por favor cariño, muévete con tranquilidad, no hagas movimientos bruscos para eso estoy yo— Dante se esforzaba por cuidar cada uno de los detalles de en el alta de Emilia, finalmente se la podría llevar a su casa.Después de haber estado en reposo absoluto por varios días, Emilia había sido dada de alta con la confirmación que su bebé estaba fuera de peligro.— Cariño por favor, solamente estoy poniéndome los tenis— a Emilia le daba risa esa atención tan desmedida de parte de Dante, parecía un oso gigante con carácter de gatito.—Para eso estoy yo, para abrochártelos— Dante enderezó la espalda de su esposa con delicadeza y se puso manos a la obra para abrocharle los tenis él mismo.— A este paso me vas a acostumbrar a no hacer nada — le dijo Emilia.— Pues no lo hagas, acostúmbrate además para eso estoy, para cuidarte y protegerte a ti y a nuestro querido bebé.Emilia sonrió, se estaba guardando una sorpresa, estaba ansiosa por decir solo a su esposo p
Cerrando ciclos.— Ha llegado el momento — dijo Don Carlos Villanueva mirando por la ventana frontal de la mansión, el caos que se había creado en la parte frontal.— Abuelo ¿estás seguro?— preguntó Emilia, estaba nerviosa al verlo enfrentar a todo el país el solo.— Sí estoy seguro, no puedo permanecer muerto para siempre — Sonrío ante la ironía de la situación, estaba vivo y nunca había dejado de estarlo, y hoy más que nunca tenía más razones para que fuera así— esta fue una buena decisión.— El abuelo se mantenía firme estable y visiblemente decidido.—Pero quiero acompañarte— Emilia quería estar a su lado apoyándole, como él la había apoyado a ella tantas veces.El abuelo toma las manos de ella.— No cariño, lo mejor que puedes hacer es estar aquí, tranquila, cuidando de nuestros queridos bebés— una sonrisa de inocencia apareció en la cara del abuelo, aún no podía creer que pronto conocería a sus bisnietos y eso le llenaba el corazón de alegría.— Ya es momento— indicó Dant