68

—Ojalá le hubiera visto la cara antes de que lo sacaran a rastras los compinches de Mateo—, musitó Martiniano mientras bebía un sorbo de vino.

Reunidos en una mesa y sentados en uno de los restaurantes más establecidos de la ciudad, los demás, excepto Fátima, rieron, Kiara asintió con la cabeza.

—Sí. Y no puedo creer que tuviera razón sobre él todo el tiempo—, dijo Kiara con una sonrisa orgullosa, mirando brevemente a Fátima. —Sólo lamento que tuvieras que salir herida en el proceso, Fátima.

—Bueno, sorprendentemente estoy bien. Gracias por el apoyo, chicos—, les miró suavemente. —Es sólo que no puedo quitarme la sensación de que en realidad no ha terminado, ¿sabéis?

Mateo cogió su mano y la envolvió en la suya, acariciando el dorso con el pulgar. Ella se volvió hacia él y la sonrisa que le dedicó fue suficiente para asegurarle que todo iría bien.

Sus palabras posteriores, sellaron lo que su gesto implicaba.

—No te preocupes, todo irá bien, no lo dudes—. Sus palabras eran
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo