Me senté junto a mi madre en la cama, ella tenía los ojos húmedos pero no había llorado, siempre había sido una mujer fuerte, muy valiente que intentaba no mostrar debilidad ante nadie sobre todo a mi, supongo que siempre quiso que yo también fuese así como ella.

Criar a un hijo sola no es fácil y eso lo se más que nadie.

¿Debería de contarle lo que estoy haciendo? Me gustaría saber qué es lo que ella piensa al respecto.

¿Sentirá decepción de mi? Posiblemente si, pero siento que ya no puedo seguir ocultando esto que se sucede, esta locura que hice o que el destino hizo por mi.

Respire profundamente antes de comentarle cualquier cosa, sabía que iba a necesitar paciencia para sus preguntas.

-Madre... Hay algo que quiero decirte... Pero no sé cómo lo vayas a tomar, sinceramente espero que sepas escuchar con atención y entenderme aunque sea solo un poco.

-¿Vas a contarme que es lo que estás haciendo para pagar todo esto?- pregunto ella, su rostro ojos estaban fijos en los míos y sent