Tengo que protegerla, tal vez no la conozca o llegó a mi vida de una manera bastante fuera de lo común, pero no puedo permitir que mi padre le haga algo. Se perfectamente lo que es capaz de hacer para lograr sus objetivos.

Mi padre salió de la oficina, pareció entender que no le diría nada, al menos de momento. Aunque su rostro me generaba algo de incertidumbre.

¿Sabes algo sobre ella? Tal vez solo me lo pregunto para saber si estaba dispuesto a hacer algo para tener a mi bebé. ¡Debo hacer algo!

En ese momento me levanté de mi asiento y camine hasta la salida de la oficina, pensé si debería de salir. ¿Y si mi padre aun está afuera? Me sentí como un niño pequeño el cual tiene por lo que su padre pueda llegar a decirle si lo ve fuera de su habitación.

Abrí la puerta de mi oficina con cuidado y llenándome de valor, solo estaba mi secretaria la cual me veía algo confundida.

-¿Lo... Puedo ayudar en algo... Señor?- me pregunto sin mucha seguridad, al parecer tenía un poco de miedo por la fo