Capitulo 04

Llegamos al hospital, no me sentía muy cómoda caminando junto aquel hombre tan

imponente, lidia sentir como todo los ojos se posaban en el, su manera de caminar, su forma de vestir, todos parecían tenerle respeto con solo sentir su presencia. Mientras que a mí me veían, los que lo hacían, con algo de pena y lástima.

Mi madre tenía razón, hace mucho tiempo me dijo que la manera en la que me vistiera sería

la forma en la que la gente me trataría.

Llegamos a la recepción donde había una enfermera la cual nos dio la bienvenida al lugar.

-¿Cómo puedo ayudarlo caballero?

-Vengo para llevarme a la señora Taylor- La enfermera escribió el nombre de mi madre en su ordenador y nuevamente se dirigió a el.

-Por lo que puedo ver la señora tiene una deuda pendiente con nosotros ¿Desea pagarla?

- Si me la voy a llevar debo hacerlo- estaba tan serio, saco su tarjeta negra y se la tendio aquella mujer- tambien agrega el traslado se la señora- Antony emanaba seguridad en cada acción que hacía, era el tipo de hombre con el cual me gustaría salir en un futuro. -Esta todo listo, vamos al auto, ellos se encargarán de tu madre

No pude responder nada más ya que el comenzó a caminar, apresure mi paso y lo seguí fuera del hospital. Llegamos al auto y nos quedamos en silencio, no sabía muy bien que era lo que debía de esperar ver hasta que vi a mi madre, la sacaron con mucho cuidado en una camilla y la subieron a una ambulancia.

-¿A dónde la llevan?- pregunte 

-A la dirección que les dije, ahí tratarán mucho mejor a tu madre, es un muy buen hospital ahi estan muchos especialistas y ellos se encargaran de que tu madre mejore- aquellas palabras me dieron tranquilidad, al fin mi madre reciibiria el tratamiento necesario. 

El coloco el auto en movimiento siguiendo a la ambulancia muy de cerca hasta que llegamos al otro hospital podia notar rapidamente la diferencia con el antiguo hospital. Caminamos por el pasillo hasta llegar a una de las recepciones, ahí nos quedamos de pie por unos instantes.

-Señor Pusette bienvenido, nos honra con su visita- dijo el que parecía ser un doctor.

-Gracias por recibirla, Riley te presento al doctor Marlo, el se encargada del tratamiento de tu madre, es el mejor especialista.

-Es un placer conocerla señorita, espero poder ayudar a su madre - dijo mientras estiraba su mano, la estreche

-Encantada doctor Marlo, mi madre se ha sentido muy mal ella ha…

-No sé preocupe, el historial médico nos llegó además, el señor Pusette se encargó de

ponernos al corriente con la situación, su madre está en buenas manos se o aseguro.

Mi vista fue hacia Anthony

¿El le dio ya todos los detalles al doctor? no pude evitar sonreir, el hecho de que el se haya encargado de todos aquellos detalles y se haya tomado el tiempo de saber un poco sobre la enfermedad de mi madre me hace saber que realmente le intereso.

El doctor Marlo me llevo a la nueva habitación dónde estaba mi madre alegando que la hora

de visitas ya había pasado, pero que haría una excepción ya que la acababan de trasladar. Al

entrar vi a mi madre despierta observando a su alrededor.

-¡Madre! Estás despierta, ¿Cómo te estás sintiendo?

Ella parecía un poco confundida, como si intentará averiguar como llegó a ese lugar y más

importante aún, dónde era ese lugar.

-¿Dónde estamos hija? Yo no estaba en este lugar antes de quedarme dormida ¿o si? ¿me cambiaron de habiatacion?

-Tranquila madre, este es otro hospital y aquí te podrán tratar mucha mas atencion, tendras un especialista que este pendiente de ti, veras como vas a mejorar rapidamente y podremos ir a casa las dos como siempre- le dije tratando de darle animo. 

-¿Cuánto tuviste que pagar por todo esto?- pregunto, se habia tardado mucho en preguntar, menos mal ya habia pensado en una buena respuesta. 

no podia decirle la verdad

¿como decirle que estaba embarazada de un desconocido?

seguramente le da un infarto, ella siempre soño verme casada y luego teniendo hijos. todo esto lo estoy haciendo por ti mama, solo por ti 

-No te preocupes mamá, esto es un seguro médico de un nuevo trabajo que conseguí el cual me ayuda a cubrir tu tratamiento

Ella me vio fijamente lo cual me hizo desviar un poco la mirada ya que sentía como sus ojos buscaban la verdad en mi.

-Mi pequeña, no hagas nada indebido, por favor no pongas en riesgo los valores que tanto me esforcé en que tuvieras, no dejes que nada te aleje de tus ideales, se que no es ningun seguro, estabas siempre conmigo 

¿Cómo debería de sentirme con ese comentario de mi madre?

¿Qué es lo que estoy haciendo?

Mi madre no me enseñó a vender a mi hijo por algún medicamento, si se enterará de esto seria su mayor decepción.

¿Qué no haría yo por esta mujer?

Ella hizo todo por mí en su juventud, trabajo noches enteras solo para poder llevar un plato de comida a la mesa, para poder darme educación y que me pudiera vestir. Se lo debo y no puedo dejar que ella sea consumida por una enfermedad si tengo la oportunidad de ayudarla.

-Mama, lorena me ayudo a encontrar el trabajo es donde ella trabaja y es un cargo de secretaria, no debes de preocuparte, me conoces y sabes que no sería capaz de hacer nada malo.

-Lo se mi vida… lo se- dijo tocando mi rostro con suavidad.

Solté un gran suspiro sintiendo su tacto y por unos segundos me sentí segura.

-Me tengo que ir madre, la hora de visitar ya había terminado, pero vendré a verte tan pronto me sea posible, el doctor Marlon está a cargo de ti- Me levanté y le di un beso en la frente, ella aún parecía un poco confundida, pero no me dijo nada más.

Salí de la habitación sintiendo un poco de afan, solo queria sentarme a llorar, siento que solo la estoy decepcionando, pero me aseguro de mantenerla con vida. Camine de regreso a la recepción y vi a Anthony esperándome, el se acercó a mí al verme algo apresurado.

-¿Estás lista para irnos a mi casa? 

-¿Cómo que a tu casa?

-A partir de hoy vivirás conmigo, ya te lo había dicho

Estaba un poco sorprendida, sabía que tendría que vivir con el, pero no pensé que fuera a ocurrir tan pronto, pensé que tendría algo más de tiempo.

-Yo…. Necesito ir a mi casa primero y buscar algunas cosas

-No te harán falta, yo me encargare de todo eso, pero tenemos que irnos ahora

-¿Por qué hay tanta prisa con que vaya a vivir contigo?- No pude evitar preguntárselo ya que sentía que me estaba presionando un poco para hacerlo.

-Necesito que comiences a alimentarte bien, dormir bien y por supuesto que tomes las vitaminas que mi hijo necesita, no pienso arriesgar su salud

No me quedó de otra que aceptar lo que estaba diciendo, ya que él estaba cumpliendo con su parte del trato. Así que salimos del hospital y nos colocamos en marcha a lo que sería mi nuevo hogar por los próximos 9 meses de mi vida.

Nos detuvimos en lo que parecía ser una tienda de Prada, las había llegado a ver cuándo caminaba por la ciudad pero nunca me había atrevido a entrar por los elevados precios que sabía manejaba la marca.

Al entrar al lugar pude confirmar los precios de la ropa el cual era 20 veces mayor a la que

normalmente yo compraba.

-¿Por qué vinimos a este lugar-

-Necesito comprarte algo de ropa, no puedo dejar que te vistas de la manera en la que lo

haces-

No entendí muy bien a lo que se estaba refiriendo, pero no le dije nada al respecto.

El hablo con una mujer la cual parecía ser la encargada de seleccionar la ropa ya que él y yo nos quedamos junto los probadores esperando a que ella regresará, podía ver a lo lejos como tomaba varias prendas las cuales se veían muy lujosas. Aunque, para mi, algunas no parecían muy diferentes a las que yo compraba.

La mujer no tardó en regresar acompañada de otra con varias prendas las cuales dejaron

colgadas junto a uno de los probadores, se alejaron un poco y se quedaron en silencio.

Me acerque a las prendas y sentí un poco la tela la cual si se sentía muy diferente a todas las que había tocado en el pasado.

-No necesito nada de esto Anthony, está ropa no va conmigo

-¡Si lo necesitas! Llevas a mi hijo en tu vientre y eres la que dará la cara por el en los próximos meses, así que cuando vayas al hospital no puedes ir vestida… de esa forma debes ir mas arreglada y estar a la altura 

Ese comentario me ofendió, me enoje un poco, pero sabía que tenía algo de razón. Yo no era la mujer que mejor se vestía y para un hombre de su nivel eso era inaceptable.

Tome algunas prendas y entre al probador, me probé casi todo lo que me habían llevado y

cada vez que salía para verme en el espejo me sentía menos yo, aunque lejos de sentirme insegura sentís todo lo contrario.

Más mujeres que habían llevado la ropa me veían diferente, podía ver en sus rostro como me observaban, era de la misma manera en al que observan a Anthony en el hospital y eso me gustaba.

Terminamos de comprar y nos fuimos de la tienda, me extrañó que el pagará y no saliéramos con ninguna de las bolsas, pero no dije nada ya que realmente no conocía como era el procedimiento para comparar ropa de una marca tan costosa.

-¿Ahora a donde vamos?

-Ahora si vamos a mi apartamento, no queda muy lejos de aquí

Condujo hasta un edificio el cual desde lo lejos podía verse lo lujoso que era y la zona parecía que no estuviera en la misma ciudad en la que había crecido. Entramos al lugar y nos subimos en el elevador. Marco el último oído lo cual me sorprendió

¿Este hombre vive en el pent-house?

De seguro tiene todo el piso para el solo, si no es que mas.

Al entrar al apartamento quede impresionada, eres como si estuviera en una mansión en las

alturas, el incluso tenía una terraza para poder tomar aire fresco y desde donde se podía ver

toda la ciudad, habían 2 pisos y todo se veía muy costoso lo cual si me hizo sentir algo

incómoda.

-Por ahora este será tu hogar, te daré mi habitación para que estés más cómoda ya que es la más grande de todo el lugar

Me sentí un poco avergonzada por eso.

-No necesito la habitación más grande, puedo dormir en cualquiera

-Insisto en que tengas la mía, yo dormiré en una de al lado las cuales solo son un poco más pequeñas

-Te lo agradezco

-Sube, ve a conocer la habitación y siéntete cómoda

Me dijo que era la segunda puerta de la derecha así que subí las escaleras con mucho cuidado, camine hasta la puerta sin tocar o ver nada ya que no quería ocasionar un accidente y no tener para pagar lo que rompiera.

La decoración era muy cuidada, no pensé que un hombre como el tuviera la paciencia para

decorar un apartamento como este de una forma de atenta y detallista.

Al entrar a la habitación me quedé muy sorprendida, había alguien sobre la cama.

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