Estaba ansiosa por regresar a casa y ver a mis bebés. Al parecer tenía que esperar que él doctor firmara mi permiso para poder irme de este lugar. ¿Por qué? No lo sé. Estaba vestida solamente esperando que el doctor apareciera y me diera mi permiso de salida, estaba sentada en la cama ansiosa por verlo entrar. Después el día tan horroroso que había tenido solo deseaba estar acostado en la cama con mis gemelos abrazados a mí. Pensar que casi no los vuelvo a ver, estaba volviendome loca, y aunque sabía si yo le faltaba mis bebés lo tendrían todo incluso personas que lo amaran y los cuidaran no podía evitar sentirme preocupada porque nadie los iba a amar como los amaba yo y nadie los iba a cuidar como los cuidaba yo ellos eran mi vida y habían sido mi salvación durante muchísimo tiempo. Aquellos bebés que habían comenzado siendo una dura decisión para mí que incluso en algún momento pensé en abortarlos el hecho de que ellos fuesen siempre mi salvación me hacía darle gracia
Maximiliano Petrova Llegamos a la casa aproximadamente a las 10 de la noche había sido un día duro para Lara intenté llevarla directamente al cuarto para que pudiese acostarse pero ella negó con la cabeza y siguió caminando directamente al cuarto de los gemelos. Ambos esperamos ver a los gemelos dormidos por la hora pero en su lugar estaban llorando cada uno intentando ser consolado por su niñera. Al escuchar la puerta ambos miraron y al ver a su madre dejaron de llorar escriando los brazos para que ella los tomara. — siéntate y yo te los paso— le pedí, ella negó dispuesta a tomarlos En sus brazos pero no podía con la herida podía abrirse aunque era bastante pequeña y no había causado mucho aún podía ver sangrado. — Lara siéntate yo te los paso cuídate por ellos Mi esposa a regañadientes terminó asintiendo con la cabeza, le ayudé a llegar hasta aquel mueble que habíamos comprado antes de que los gemelos nacieran primero tomé a Sebastián quien se dejó cargar por mí hasta
Desperté sabiendo que hoy tenía demasiado que hacer no podía quedarme acostada aunque sinceramente era lo que más deseaba. Estiré mi mano buscando pagar la alarma que sonaba como loca recuerda que tenía que llevar a los niños al maternal tenían que ver cuántos heridos cuántos muertos hubo el día de ayer tenía que arreglar todo el desastre, me quedaría sin operaciones no sé hasta cuánto tiempo quizás debería cambiarme una oficina a alquilar una o comprar un edificio nuevo mientras el mío es reparado. Abrí los ojos y vía Maximiliano ahí mirándome acostado junto a mí. Hace tanto tiempo no veía aquellos ojos marrones al despertar no puedo evitar sonreír y acercarme y besar levemente sus labios él sonrío al igual que yo. — Buenos días hermosa ¿En qué piensas? Sé que despertaste hace rato por la alarma pero no dijiste nada ni te moviste La sonrisa que tenía en mi rostro rápidamente se borró al pensar en todo lo que tenía que hacer en el día de hoy y que realmente no quería est
Luego de realizar mi rutina diaria sali del cuarto de baño esperando encontrar a Maximiliano pero en su lugar la habitación estaba completamente sola, decidí colocarme un vestido y trabajar desde casa encargarme de todo desde aquí para no tener que salir. Luego de lo que había escuchado salir de la boca de Maximiliano sabía que quería quedarme en casa con los niños hoy tampoco los llevaría el maternal. Quizás los metería un rato a la piscina o los llevaría al parque para que pudiesen entretenerse pero definitivamente no los llevaría el maternal. Una vez lista salí de la habitación caminé directamente hacia la habitación de los gemelos abrió un poco la puerta y pude ver que ambos seguían dormidos así que cerre nuevamente la puerta. Caminaste a las escaleras y la bajé con mucho cuidado ya que sentía un leve dolor todavía en mi costado por aquel bisturí que había sido clavado en aquel lugar una vez que llegaste el primer piso caminé directamente hacia la sala encontrando allí a mi
Llamé a Santiago y le invité a venir para que pasáramos un rato juntos al principio se resistió bastante al saber que Maximiliano estaría aquí presente también, le expliqué que no podía excluirlo de nuestras vidas, ni mucho menos de la vida de los niños al final del día con todos y cada uno de sus defectos él era su padre y yo no quería que mis hijos crecieran hacer una figura paterna. Terminó diciendo que vendría dentro de un rato con los niños y con su esposa Luego de aquella llamada decidí llamar al abogado ya que mi padre se quedaría todo el día aquí con los gemelos le pedí que se encargara de absolutamente todo lo legal que ayudara a las personas que tenían que ayudar aquellas que habían salido heridos que estaban muertas que pagaron absolutamente todo y que le dieran al menos dos meses de sueldo y una indemnización a su familia más si eran padres de familia o madres con hijos y qué casos muy graves me los pasaran a mí específicamente. Aunque yo lo estuviera pasando bien
Bajamos los cuatro, Said y Sebastián iban en los brazos de Maximiliano una vez que terminamos de bajar las escaleras Max los bajó y ambos salieron corriendo como si su vida dependiera de ello. — Gracias por hablar con Said y por lo que sea que le hayas dicho— me dijo mientras se acercaba a mí y besaba mis labios levemente. — solo le dije la verdad le expliqué que hiciste algo para protegernos y para que estuviésemos bien y él decidió por sí mismo que te quería dar una oportunidad para que le demostraras cuánto lo amabas said es muy inteligente y mucho más perceptivo que Sebastián, así que con él claro que te va a costar un poco más, pero te aseguro que cada esfuerzo que hagas para ganarte su amor va a valer completamente la pena— te dije con completa sinceridad él la sintió con la cabeza — Gracias por criar esos dos niños tan maravillosos de verdad has hecho un trabajo espectacular sobre todo porque has estado tú sola— Le sonreí — ya llegaron Santiago Dayana y Sami?— Pregunté
Luego de que haya conversación tan reveladora Santiago y yo decidimos ir a la piscina con nuestros hijos al llegar lo primero que vi fue a Maximiliano en la piscina con los tres niños cada uno tenía flotador y jugaban entre sí no pude evitar sonreír. — sé que estás feliz de que hayas regresado y yo también lo estoy solo que necesito un poco más de tiempo que tú para que nuestra relación pueda ser la misma que antes— Me dijo Santi— Lo sé y te juro que no te presiono Ambos caminamos hacia las tumbonas en donde estaban nuestros padres hablando clásicamente. Tenía lo que siempre había deseado tener unos padres unos hermosos hijos un hermano un esposo qué más podía desear ya todo lo demás me encargaría de que estuviese completamente acomodado. Aquí estuvimos todo el día los tragos y la comida nunca dejó de fluir las risas y el amor que sentía en este momento definitivamente había sido maravilloso.— Señora — miré a mi lado y vi a Julián quien estaba bastante serio, fruncí el ceño¿Ahor
— Lara que ocurre?!— Preguntó Maximiliano, se acercó a mí intentando arrebatarme el arma que tenía en mis manos pero lo aparte bruscamente — su hijo murió y ahora quiere matar a los mios— Solté Maximiliano miró a Maya con lástima, entendía que él sentía culpa pero yo no sentía absolutamente nada mi única misión desde que esos niños habían nacido había sido protegerlos y no iba a dejar que su maldita culpa me impidiera asesinar a esta perra que podía matar a mis niños.— Lara...— Si me dejan ir posiblemente haga lo que dije — dijo Maya con una sonrisa estaba tan segura que ella no dudaba ni un segundo que Maximiliano iba a poder detenerme y que ella iba a irse como si nada de esta habitación no puede estar más equivocada— y si no me voy alguien más ocupará mi lugar y se encargará de destruirlos. — solo quieres hacerla enojar — escuché decir a Maximiliano y yo no dejaba de apuntar a Maya. — Tú mataste a mi hijo! Me quitaste la oportunidad de estar a su lado y yo voy a quitarte exac