— Buenos damas y caballeros, Barbie y ken, son...
Todos lo miramos atento a lo que iba a decir, ya que el que ganara, se llevaría una buena suma de dinero, después frunció las cejas y se puso pálido.
— ¡¿Tris..trillizos?! — casi tartamuda el rubio de Raúl, lo mire sorprendida, esa eco—grafía no es mía, mire al doctor que se pasaba la mano por su cabello nervioso riéndose del asunto.
— ¡¿Qué?! — me pare casi gritando, Raúl mira mi panza analizando la situación y camina hasta sentarse de golpe en el sofá, todos miraban con sorpresa mi panza, yo no estoy lista para tres alienígenas — ¡Doctor! — le grito enojada y asustada.
— Hay una explicación para esto, Max — dice nervioso, me pregunto si algunas vez vio al diablo en persona, porque yo soy capaz de p
—Dos días después—Martes, 04, Abril, 2023.Me encontraba en mi oficina de mi empresa archivando unos planos en la computadora, después de un fin de semana de locos y después de que Max me aclarara lo que pasó luego de quedar accidentada, jamás había pensado que mi vida volvería a tener este tipo de situaciones, todo esto me hace recordar mis días cuando apenas estaba aprendiendo a ser un adulto. La puerta se abrió dejando ver a Vicky, mi secretaria personal entrar mientras le grita a alguien.Pobre alguien.—Señor Owen’s— dice llamando mi atención, se le podía escuchar un poco cansada, subo mi cabeza mirando a Vicky, tras de ella se encuentran dos guardias de la empresa, suspiro esperando que hable.—¿Ahora qué pasó, Victoria?—
(...)— ¡¿Huérfano?! — Max susurra y a la vez me grita, nos encontrábamos en nuestra recamara, aunque ella lo niegue.Observo que tenía puesta una de mis sudaderas favoritas y eso que hace una semana le había comprado piyama que ni siquiera la usa, por un lado me agrada que le guste usar mi ropa, pero uno se queda sin ropa, ¿Me entienden?— Y ¿Pasado mañana lo llevaremos al orfanato? — volvió a preguntar pero un poco triste mientras mordía su labio, era la 8 de la noche, Iván se encontraba ya dormido en el cuarto de invitado donde durmió Tori hace unos meses atrás.— Si y no sé, creo que... — la mire y ella hacia lo mismo, suspiro, ¿Debería decirle lo que pienso respecto al pecoso o simplemente olvidar el tema? — Iván me contó que era el único que no encontraba
— ¡¿Cómo pudieron?! ¡Los odio! — gritó el pequeño pecoso y corrió hasta desaparecer por el pasillo de paredes grises de aquel orfanato.— Gracias, señor Owen’s, por traer al muchacho — dice la directora de ese orfanato fuera de la ciudad y a un lado de ella una mujer que debe de ser la secretaria, Raúl solo asiente y sale sin ninguna expresión en el rostro afuera del establecimiento.— Con permiso — asiente abriendo la puerta y salgo tras de él sin decir nada entramos al mercedes Benz negro.Arranca el motor del auto, estamos sumergidos en un incómodo silencio. — Sigo sin entender tu odio hacia los niños — susurro y el rubio a mi lado frena el auto de repente— ¿Por qué lo ilusionaste?— lo miro preguntándole y solo agacha la cabeza con
— Me encanta cuando te sonrojas así — lo miro molesta — Oh vamos, Maxi— sigo molesta y prende el auto— ¿Sabías que te ves hermosa cuando te enojas? — me río sin evitarlo, es imposible estar molesta así con él, da la vuelta para regresar al orfanato al rescate de Iván, entramos y bajamos del auto, caminamos por el establecimiento pero lo detengo tomándole del brazo.— Raúl... — me mira, pero niego sonriendo.“¿Y si nos damos una oportunidad?”Si tan solo fuera fácil de decir, entramos al lugar y sale la directora que nos dio la bienvenida cuando traíamos a Iván.— Señores Owen’s ¿Se le quedó algo?— pregunta amargada con una sonrisa fingida.— Pues se nos quedó algo, mejor dicho alguien&nb
— Una semana Después—Lunes, 17 , Abril, 2023. Ya había pasado una semana desde que vimos a Vito y Elena, jamás pensé que se casarían y ahora estén esperando una nena, nunca se me pasó por la cabeza aunque recuerdo que estuvieron juntos la noche de la boda de mi madre, aunque por otra parte Vito se vino a vivir a España fue por ella y ahí aproveche por la oportunidad que se me dio para estudiar ahí en la misma ciudad. Entro a la habitación de Iván, el cual era mío pero nunca lo llegue a usar, mis cosas se encuentra en la recamara de Raúl y mis cajas en una sala de la primera planta, entro a la habitación y abro las cortinas de su ventana para que entre la luz .— Iván, es hora de ir a la academia— abre los ojos en par.— &iqu
"¿Y si nos damos una oportunidad?”Lo miro y me mira.— Vayámonos antes de que la persona que está dedicada a esa pancarta se ilusione— dije arrastrando a Raúl hacia la caja metálicapero me detiene y lo miro confundida.— Eso es para ti, tú siempre arruinado los momentos románticos, Max — tiene razón, siempre cuando quiere hacer algo romántico hacia mi persona, lo arruino, es que soy despistada.— Raúl, tú... — veo que se arrodilla y abro mis ojos sorprendida sin creerlo.— Max Moreno...— No— ambos abrimos los ojos, ¿que acabo de decir? — Digo... prosigue— me río nerviosa y muevo mi mano para que prosiga, Raúl suspira, ¿Quién me aguanta?— Eres única— niega rié
— Max Moreno — Ya había pasado unos cuantos minutos desde que se fue Vicky dejándome a la pequeña versión de ella llamada Tori, esa pequeña pelirroja me mira, le doy unas palmadas al sofá invitándola a sentarse a mi lado, se para, viene hacia a mí y se sienta.—¿Que sucede, pequeña rojiza?— sigue moviendo la figura de acción sin responderme, suspiro — ¿Te gusta los Power Ranger?— vuelvo a preguntar pero me mira con lágrimas en los ojos. — ¿Que pasó, Tori?— dejo los hilos a un lado.— Los niños me molestan en clase porque no tengo papá — rompe en llanto y la abrazo. La puerta se abre, Raúl baja hasta el final de la escalera pero se queda quieto al escuchar llorar a Tori, Iv&aa
Viernes, 2, junio, 2023.— ¡Lili! — grite y la nombrada sale de la cocina corriendo preocupada hacia a mí.— ¿Que sucede?, ¿Ya vienen en camino?, ¿rompiste bolsa?, ¡Dime!— pregunta tras pregunta.— Hermana, todavía estoy comenzado el sexto mes.— Es posible dar a luz en esta etapa, mira que son gemelos— asiento repentinamente.— Si, tranquila, ven, toca aquí— Lili, toca mi panza y me mira sorprendida.— ¡Se están moviendo mis pequeños!— chilla emocionada— Huelo algo quemados— Lili abre sus marrones ojos.— ¡Se me quema el arroz!— corre otra vez a la cocina.Y pensar que una vez incendio por “accidente” la cocina de nuestra casa en