Un día antes de la boda
Los días, realmente fueron agotadores y eso que no trabajamos en los negocios de la familia o los trabajos como abogada que tuve. Sin duda, casarse, es tan agotador que quizás por eso, no todo el mundo tiene una ceremonia de boda en una iglesia. Pero, evidentemente, Alessandro y yo, sabemos cómo escaparnos antes que los preparativos de Gabriela, nos asfixie. Por ello, todos estos días, nos hemos escapados con Asher, para ir al cine, al acuario o cualquier lugar que nos haga disminuir la presión que Gabriela Delacroix nos hace sentir para que la boda sea más grande que la de la princesa Diana y mucho más inolvidable. — Creo que estás flores están bien — murmuro mientras me levanto, al ver la señal de Alessandro a lo lejos.— ¿Vas a algún lado? — pregunta Gabriela curiosa.— Al baño. No sé cuánto tiempo pasamos así. Pero, sé que la encargada nos aparta para que no manchemos el vestido con las lágrimas. Por lo que, nos separamos y limpiamos las mejillas de la otra, con una sonrisa en nuestros rostros.— No vamos a llorar más. Es momento de festejar. Ya falta poco para que sea de noche. Así que, debemos apresurarnos con los últimos detalles de la boda. Para que, podamos relajarnos en la despedida de solteras.— Dudo que eso sea posible. Además, Gabriela, la despedida de soltera se hace antes de casarse y nosotros ya…— Ustedes son conocidos por hacer las cosas con un orden distinto. Así que, que no te sorprenda que primero haya sido la boda civil y después la despedida de soltera. Después de todo, el orden es una nimiedad cuando el resultado es el mismo.— Entiendo.— Ahora, ve a cambiarte. Los chicos nos esperan para re
Quería, realmente deseaba decirle que no exagerara. Pero, ambos conocíamos a Gabriela y sus planes un tanto fuera de lo normal. Por lo que, no era algo que se encontraba fuera de las posibilidades.Porque pensar que Gabriela fuera quien contratara los strippers, no era una idea demasiado loca, aunque ella fuera mi suegra.— Cariño, eso pasó hace tiempo— Aun así, mamá no es como otras madres con sus hijos y a juzgar por la ropa...— Estaremos bien. Soy una mujer enamorada y si ellas hacen planes extraños, podre irme, como tú también lo harás. Pero, que eso no dañe nuestro momento de relajación.— Podemos relajarnos en la cama y sin compañía.— Buen truco, pero no, nos vemos mañana, recuerda que seré la de blanco — digo para después darle un beso.— Un momento, ¿no vuelves
El desorden es evidente, mientras las que me quieren ‘sacar de prisión’ disfrutan de los bailes de los policías que son tan buenos, al punto de todos olvidar que estoy en ‘prisión’ e incluso, ‘mi abogada’ disfruta de bailar con los prisioneros.Una hora pasa y todo se descontrola con tragos, bailes y como varias chicas jóvenes, besan a los strippers, por lo que, terminó contagiándome de la alegría de todas, al punto de beber, bailar y ver bailar a tantos hombres que quedó satisfecha.La emoción, nos hace amanecer en el bar donde el chófer nos va a buscar, pero, obviamente no le permiten el paso.— Disculpe, señoras — dice una de las vigilantes en la entrada.— Hay por favor. Señoritas, señoras nos hace sentir vieja — dice Lucía, mientras bebe vino.— Un chófer vino a buscarlas. Dice que seg
Narrador OmnipresenteHoras despuésLos invitados, se sentaban en los asientos asignados dentro de la iglesia, mientras los novios, se observaban al espejo sonrientes. Lucían perfectos, como en un cuento de hadas. Su cuento de hadas, donde los monstruos, brujas y todo obstáculo, los había unido más.— Te ves hermosa — murmura Gabriela — Pero brillas demasiado al punto que me das jaqueca.— ¿Aún sigues ebria?— No, pero, el medicamento no ha ayudado a disminuir la resaca. Si hubiese sabido que esto iba a pasar. No hubiese tomado tanto. — se queja Gabriela.— No hables mucho, yo no estoy muy bien, no paro de vomitar.— Eso te pasa por estar revolviendo tragos. Por eso, es que estás peor. — le regaña Lucía.— No lo volveré a hacer.— Vamos, ya es hora y tenemos que marcharnos. Quizá
Narra KimRealmente creí que lo de la coronación, era algo simbólico. Pero, cuando nos entregan la corona y nos presentan como maestros de la familia, todos hacen una reverencia, incluyendo Gabriela. Algo que jamás creí ver en mi vida. Después de todo, una huérfana no podía aspirar a mucho, pero, ahora, lo tengo todo.Con el gran vestido y la corona sobre mi cabeza, podría decir que parezco de la realeza. Aunque, eso queda en el olvido, cuando como de costumbre, recibo el amor de mi familia y las felicitaciones de representantes de cada país.Cuando salimos de la iglesia, ya todos se encuentran con las linternas con flores moradas y unas alianzas. Sonriente, Asher, Alessandro y yo, tomamos una linterna y cerrando los ojos, pedimos nuestros deseos para después, dejarla elevarse en el aire.Los invitados, hacen lo mismo y en una mágica noche de enero, el cielo se ilumina con algo m&
Intento dormir un poco más, pero, alguien me mueve insistiendo que me despierte de un magnífico sueño donde soy un ave que vuela y tiene mucha energía, una que no siento en lo absoluto y lo peor es que no puedo dormir para tenerla, porque alguien quiere que despierte— Cariño, por favor, despierta. Ya llegó el médico.— Cinco minutos más, por favor — pido y es allí cuando siento una nalgada que me hace abrir los ojos.La sonrisa victoriosa de Alessandro, me hace desear golpearlo y es cuando estoy por hablar que alguien aclara la garganta.— Señora, he venido a revisar como esta.— ¿No podía hacerlo mientras duermo? — digo en un quejido.— Ya le tomé la presión y se encuentra bien. También, revise sus signos y como late su corazón, aunque está un poco acelerado, está dentro de lo nor
La sorpresa y las lágrimas, poco a poco cesan, mientras Asher da saltos en la cama sin saber realmente a lo que nos referimos. Cuando las lágrimas de felicidad desaparecen, Alessandro me abraza emocionado, para después, darme besos por todo el rostro mientras me agradece.— No lo hice sola. No necesitas ser tan agradecido, cuando tú también hiciste tu parte — murmuro sonriente y cuando estamos por besarnos, mientras nos decimos cuanto nos amamos con la mirada, Gabriela aparta a su hijo con brusquedad.— Debemos ir ya mismo al ginecólogo. Es importante saber que todo está bien. — dice Gabriela y de inmediato, la molestia de Alessandro por ser alejado de mí, desparece por sorpresa.— Es verdad, debemos ir ya mismo al ginecólogo. Necesitamos saber que todo está bien.— Es muy pronto.— Es mejor pronto que tarde. Vamos, el auto está listo y nos
De regreso a casa y con mucho cuidados incluso de Asher, quien me presta su oso favorito para ayudarme a estar cómoda en la sala mientras veo televisión, observó como Gabriela da la nueva noticia a las amigas que no son amigas, pero por esta noticia, lo son solo para alardear de la no infertilidad de su hijo.Con solo media hora en el país, mi teléfono no deja de sonar por las notificaciones de mi embarazo, que llegan sin parar por ser esto, una noticia internacional que se esparció como polvo. Cuando se hicieron las nueve de la noche, Gabriela seguía hablando por teléfono, mientras Asher estaba profundamente dormido a mi lado.— Lo llevare a la cama. Ya regreso. — dice Alessandro, llevándolo a su cama.Sonriente y abrigada, caminó hacia el balcón de la casa, para observar la majestuosa ciudad que brilla bajo de nosotros. De un momento a otro, unos brazos, me rodean y por el