Días después El orgasmo arrollador, me deja sin palabras sobre el borde de mi cama. Cuando creo que la vida de casada, podría ser aburrida y rutinaria. Alessandro Delacroix le da un significado muy distinto y extasiante.Los espasmos me hacen contraer y relajar mi cuerpo, mientras él sale de mi interior y besa la unión de mis pechos, arrastrando sus labios hasta mi ombligo. Estaba agotada y apenas eran las siete de la mañana. — Buenos días, querida esposa — murmura Alessandro para después, besar castamente mis labios.— Dios, ya no puedo quejarme por llegar tarde al trabajo, cuando el motivo es demasiado bueno. — murmuro y Alessandro me sonríe.— Por fin estás siendo honesta contigo, cariño. — murmura Alessandro y yo intento moverme para irme a bañar, aunque todo mi cuerpo duela— Muchas mujeres lo último que ven es a su esposo durmiendo y es lo primero que ven cuando se despiertan, no esto.— Bueno, me alegra provocar tu sueño después de una sesión intensa de sueño y despertarte con
Narrador Omnipresente Los esposos Delacroix se miraban fijamente. Ninguno quería ceder y es que nada relacionado a su pareja, era algo fácil de soltar. Sobre todo, cuando ambos son celosos y desconfiados. Por eso, la guerra de miradas y miedos, era evidente.— Dime algo, Alessandro, ¿no confías en mí?— Confío en ti, más que en mí.— Entonces, ¿por qué haces esto? — pregunto sería.— Porque no quiero que alguien vea tu magia. Tengo miedo de que alguien más vea tu brillo.— Alessandro…— A mi alrededor, antes que Asher y tú, llegarán a mi vida, lo tenía todo, pero, no lo disfrutaba. Fuiste tú quien me enseñó a amarte y ver a mi hijo, como lo que más debo de amar y no, un requisito para tener la presidencia o complacer a mis padres.— Eso no fue algo que te enseñé. Fue algo que aprendiste por ti mismo, Aless. Date crédito por lo que aprendiste por tu propia cuenta.— Eres luz, nena. Eres una mujer que me ayuda a ser mejor sin obligarme a serlo. Soy mejor de lo que pensé ser, porque está
Yocelyn estaba molesta. No solo no había podido convencer a Alessandro de su pérdida de memoria, sino que, la había mandado bastante lejos. Tanto, que no podría acercarse ni en mil años a sus objetivos. La rabia invadió por completo a la mujer que ve como le había colgado la llamada. Estaba al borde de un ataque de ira y lo peor, era que el enfermero, sonreía al saber todo. — Deberías darte por vencida. Fingir que nada pasó y aceptar que perdiste.— ¿Eso te dijo mi esposo? ¿En algún momento dejó de ayudarme? Porque si es así, nuestro trato se termina.Yocelyn, lo había perdido todo. Su relación con Alessandro, esa que tuvo más que todo, para hacerle la vida complicada a Dulce y su matrimonio con quien amo, pero solo fue usada por él. Por su posición y dinero. Ahora, solo podía recurrir a ese hombre que tanto la lastimó al tomar una mujer con menos dinero que ella y esta, aunque era diez años mayor que ella, pudo quedar embarazada, era el amor de su vida, eso que nunca pudo ser ella
Gabriela sonreía al ver la transmisión en vivo, su hijo iba a viajar pronto y necesitaba recordarle al mundo que era un hombre casado y lo más importante: enamorado. Ese era el mensaje que quería dar y lo estaba viendo.— Cariño, los adultos tendremos que cenar un poco tarde. Creo que lo mejor es que cenes aquí, pequeño — le dice a su nieto. Por otra parte, Alessandro sonreía al ver a los paparazis, mientras Kim intenta huir al ver el agarre posesivo de su esposo. Pero, él no se lo permite.— Cariño, enfrentemos esto. Ya lo saben y no van a descansar hasta obtener la respuesta. — comenta Alessandro — No estoy lista para esto.— Pero, ellos lo están. Así que, enfrentemos esto de una vez. De todas maneras, es bueno pasar por esto juntos, en vez de huir y que después te toque sola. Recuerda que debo viajar. Kim asiente. Sabía que tenía razón. Así que, acepto y caminó hacia la salida de la empresa. De inmediato, los guardaespaldas hacen dos filas para impedir que los reporteros alcancen
Alessandro intenta respirar profundo para controlar el deseo que le causa agitación y un hormigueo demasiado desesperante. Kim, quien solo esperaba que su esposo atacara, cruza sus piernas, mientras finge planchar su blusa.— Sal — dice Alessandro y de inmediato, el conductor parquea el auto y corre lejos del auto, como si hubiese una bomba a punto de estallar. Y eso eran sus jefes. Dos bombas que estallaba mediante gemidos y orgasmos que siempre terminaban dejando evidencia en las sábanas o ropa. Por eso, el conductor llamó a uno de los guardaespaldas y pidió ropa para ambos. Lo que habían vivido en el aeropuerto, los había enseñado a estar listos con ropa para ambos. Por otra parte, dentro del auto, Alessandro volvió a subir el vidrio, mientras Kim, intentaba no burlarse por la situación.— Entonces, a mi esposa le gusta jugar con mi estabilidad mental, ¿no es así? — pregunta Alessandro quitándose su saco.— No sé de qué hablas.La bragueta de Alessandro se baja y ello hace que Kim
Narra KimRegresamos a casa y la soledad es inmensa. Nunca creí que podía extrañar tanto a alguien y Gabriela que me observa, lo nota. Porque toma mi mano con ternura.— Te entiendo, así me sentía cuando Bill se iba de viaje. Pero, no te preocupes, pronto volverá. Cuando un Delacroix ama tan profundamente como él te ama a ti, aunque el trabajo dure dos meses, a la semana vuelven y después viajan. >> No se tomarían tanto tiempo lejos de casa. Solo espera. Dale tiempo que te llame y diga cuanto te extraña y zas, sacas el arma que un hombre no podría vencer. Sabes cómo hacerlo y si lo haces bien, la ansiedad lo hará venir pronto. Así hacia con Bill y no existían las video llamadas. Úsalas, te darán mejores resultados. — ¿Este es otro de tus planes?— Es solo una recomendación. Tú sabrás si lo tomas en cuenta o no.— Entiendo.— ¿Dónde está Lu? — pregunto curiosa.— Ha estado ocupada con un pretendiente que la ha mantenido entretenida porque ni siquiera llama a saber de Asher.— ¿De verd
Narrador Omnipresente Kim, respira profundo mientras implora que no sea producto de su imaginación, sin embargo, el hombre que da la espalda a la pantalla, se gira quitándose el sombrero y quitándose el saco, para que pueda ver su sonrisa triunfante.Rápidamente, Kim corre hacia su habitación y con lágrimas en los ojos, comienza a golpearlo por el susto que acaba de darle. Alessandro, había querido darle una lección a su esposa por no responder a sus llamadas y solo darle un simple mensaje.Pero, el castigo era más que todo, por salir tarde del trabajo, cuando el peligro asechaba. Un peligro llamado Yocelyn. — Eres un malnacido, Alessandro Delacroix. ¡Me acabas de dar un susto de muerte!Alessandro toma a su esposa de las manos y rápidamente, la hace retroceder hasta que la lanza a la cama y se sube encima de ella, inmovilizando sus manos.— Señora Delacroix, ¿has olvidado tu lugar? ¿Crees que yo voy a permitir que todos los días me digas: “hablamos después, estoy ocupada”? — pregunt
Un mes despuésAlessandro tenía muchas cosas de las cuales encargarse. Su primo, había hecho algunos cambios que no favorecían varios negocios. Por lo que, se mantenía constantemente ocupado. Sin embargo, había regresado semanalmente a ver a su esposa e hijo y hoy, estaba duchándose con su esposa para ir al doctor. La ansiedad se encontraba completamente en su cuerpo, además de eso, tenía miedo. Ya que, había pasado por esto anteriormente y ya sabía como Yocelyn le había respondido.Para él, era imposible comparar a esa mujer con Kim, pero, tenía miedo de que ella pensará igual y que el tratamiento y cirugía, no cambiarán algo en su condición.— Cariño, despierta. estás perdido en tus pensamientos desde anoche. — murmura Kim y él reacciona.— Lo siento, tengo tantas cosas en que pensar.— Podemos ir al doctor después si lo deseas. Esperar un poco más, no nos hará daño.— No, es mejor que tengamos respuesta de ello rápido o me volveré loco. — murmura Alessandro demostrando a Kim lo que