Capítulo 356
Simón sonrió: —No importa, solo preguntaba por curiosidad.

Después, Simón asintió con la cabeza y se fue.

Mariana observó la espalda de Simón, un poco confundida.

Augusto...

¿Augusto? ¿Por qué le resultaba tan familiar ese nombre?

¡Vaya!

Se acordó.

Ese nombre lo vio el otro día en la sala de urgencias.

Esa persona venía de la prisión, un prisionero importante. Parecía estar hospitalizado.

Pero Mariana no entendía por qué Simón le preguntaba si conocía a esa persona.

Simón llegó a la habitación de Augusto.

Augusto estaba acostado en la cama viendo televisión, y al ver que era Simón, no mostró ninguna expresión amigable.

—¿Tan relajado? —Simón entró y se acercó a la ventana para mirar hacia afuera.

El paisaje del hospital no estaba nada mal.

Augusto no dijo nada, solo seguía viendo la televisión.

—¿Ya te sientes lo suficientemente bien? Pronto podrás volver a la prisión.—Simón, con los brazos cruzados, preguntó fríamente.

Augusto hizo una pausa y luego miró a Simón: —¿Qué quieres?

Simón
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo