—¿No pensarás que te has convertido en un "plan B", verdad? —Yolanda miró a Jacob en silencio, temiendo que él pudiera pensar así.

Si luego se lo contaba a los medios, diciendo que lo consideraba un "plan B" y un "perrito faldero", la llenarían de críticas.

Aunque Jacob no estaba en el mundo del entretenimiento, era bastante popular y conocido.

—Yo no dije eso —aclaró Jacob rápidamente—. A menos que la gran estrella realmente me vea como un "plan B".

Yolanda soltó una risa burlona y no respondió. Miró por la ventana mientras el cristal bajaba lentamente; la brisa del mar acariciaba su rostro, suave y agradable. Yolanda inhaló profundamente; el aire del mar tenía un sabor salado, pero le alegraba el ánimo.

Aunque había estado en Mesoluz estos días, parecía que solo en ese momento realmente podía descansar. El viento nocturno del mar era simplemente irresistible.

—Ojalá el tiempo pudiera detenerse en este instante —suspiró Yolanda.

Jacob la miró, sintiendo que en ese momento, Yolanda exp