Capítulo 0559
En la sala de descanso contigua, el camarero susurró: —Señor Guzmán, según sus instrucciones, ya hemos acomodado a la señorita Chávez.

Frente a la ventana del suelo al techo.

Walter abrochó los botones de su chaqueta. Se dio la vuelta y le dijo al camarero con frialdad: —Si ella llega, asegúrate de dejarle un lugar.

El camarero asintió de inmediato. —Sí, señor Guzmán.

—Entonces, señor Guzmán, ¿usted…? —preguntó el camarero en tono suave.

Ese era el lugar de Walter, pero lo había cedido a Mariana.

—He hecho una reserva en otro restaurante. No es necesario decírselo a Mariana; solo asegúrate de atenderla bien —Walter terminó de hablar y salió.

Al pasar por la puerta del reservado de Mariana, asomó la cabeza a través del biombo.

Mariana estaba presumiendo a su mejor amiga: —Yolanda, ¡te cuento que tengo suerte! Casi me voy, pero alguien me cedió su lugar. ¡Adivina quién fue! ¡Te aseguro que no lo adivinas!

Walter sonrió y sacudió la cabeza. ¿Tan feliz por una cosa tan pequeña?

Cederle el
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo