capitulo 5

ELIZ la elegida

Punto de vista, Azrael...

La miré fijamente a los ojos, ella se había sonrojado.

Eso me estaba calcando en el corazón.

Era ahora o nunca.

Me acerque a sus labios, y los bese.

Primero con suavidad y luego con tanta pasión que pude sentir su corazón tan acelerado como el mío en ese momento.

Había colocado mi mano sobre su herida.

De esa manera extraería el veneno en ella.

Aunque mi excusa para robarle el beso era que de esa manera podría succionar el veneno en su cuerpo.

Continuamos con ese beso casi que hasta quedarnos sin aliento, su herida había sanado, pero no le importo, simplemente queríamos esto, una y otra vez.

Yo me aparte un poco de sus labios al darme cuenta de que le estaba cortando la respiración con tanta fogosidad y aparte con mi agarré en su cuello.

Me detuve y me alejé.

Ella me miró confundida.

No sé si esperaba más o si simplemente estaba confundida.

Ella dijo con algo de confusión — ¿Por qué me besaste? — Bajo la mirada mientras preguntaba, creo que la había intimidado.

Yo fingí que no era algo importante para mí.

Endurecí mi rostro y la miré con tranquilidad.

Le respondí — Solo lo hice para sacar el veneno de tu sistema, era la única manera de curarte y que no terminarás muerta —

Ella se levantó furiosa de la silla.

Era como si quisiera atravesarme con sus colmillos.

Me grito furiosa — ¿Estás loco?, Ese era mi primer beso, esa era mi primera vez besando a alguien, y tú me la acabas de robar, y no me digas que era la única manera de succionarme el veneno, porque te mataré —

Una sonrisa de felicidad se dibujó en mi rostro, no sé si era por descaro o porque me sentía orgulloso de ser el primero que la besa.

Ella volvió a gritar mientras me pregunta — ¿Por qué me miras con esa sonrisa de descaro?, En serio debes de estar muy loco —

Antes de que pudiera decir algo más, coloque una de mis manos en sus caderas y la otra en su mejilla.

Ella se sonrojó nuevamente y su aliento estaba por completo agitado.

Roce sus labios con los míos, y la sentí temblar en mis brazos, su piel estaba erizada por completo.

Por lo visto, mi tacto no le era para nada indiferente.

Le pregunté casi que en un susurro sobre sus labios — ¿Acaso vas a negar que te gusto?, ¿Cómo lo vas a negar si tú cuerpo dice lo contrario?, ¿Quieres que te continúe besando querida princesa? — Su aliento se volvió más caliente y sus ojos se cerraron.

Yo volví a tomar sus labios con los míos, está era de las pocas oportunidades que tendría de besarla de esta manera.

Además de que nunca antes me había sentido tan atraído por ninguna mujer o criatura.

Ella me correspondió sin recelo.

Pude sentir como su cuerpo cedía a mis caricias.

La mano que tenía en sus caderas comenzó a estar en su trasero y a subir por su espalda mientras desataba su corset , luego mis manos en sus mejillas pasaron a acariciar su cuello y luego llegó llegaron hasta su pecho.

Pude palpar con suavidad la punta de sus senos endurecidos.

Cuando desate su vestido este calló al suelo dejándome ver su cuerpo semi desnudo y con lindas curvas.

Su ropa interior era muy sexy.

Por el Dios de los cielos que quiero follarla de manera tan salvaje y dura que solo querrá pedirme más.

Mientras bajaba por su cuello hasta su pecho escuché a alguien caminando en el pasillo directo hacia acá.

Me coloqué de rodillas rápidamente.

Subí su vestido nuevamente y lo amarré, mientras ella aún continuaba en un trance por lo que le estaba haciendo sentir con mis caricias.

Después moví un poco su cabello y le di algunos besos en el cuello.

Antes de que abrieran la puerta de la biblioteca, ya yo estaba en otra silla a cierta distancia de ella que aún seguía con sus ojos cerrados y ruborizada.

Abrieron la puerta.

Ella abrió los ojos un poco asustada, lo que menos quería era ser descubierta desnuda frente a su nuevo maestro.

Yo le di una sonrisa maliciosa, mientras la miraba fijamente a los ojos.

Ella se colocó roja por completo, pero está vez de la ira.

Quién había entrado a la biblioteca era Samuel.

Yo levanté mis manos en reverencia a qué no era mi culpa nada de lo que ocurría.

Samuel enseguida nos miró un poco extrañado.

Le dijo a ella — Princesa, por favor mantén la calma, sé que Azrael puede ser un poco prepotente y sin paciencia en algunos momentos, pero es uno de los mejores ángeles de los cuales podrías aprender muchísimas cosas —

Ella lo miro furiosa.

Luego dijo — ¿Cómo por ejemplo la hipnosis? —

Samuel se quedó un poco extrañado y luego se echó a reír.

Le respondió con calma — Ja, ja, ja, no princesa, los ángeles no hipnotizamos, es más los ángeles si tenemos ciertos encantos, pero no necesitamos utilizar la hipnosis para que alguien haga lo que queremos, eso sería jugar sucio aparte de que con ustedes los vampiros eso no funciona —

Ella relajo su cara de enojó a preocupación y susto.

Solo podía significar una cosa, se había dado cuenta de que lo que yo había hecho ella lo había disfrutado por completo, a tal punto que me dejó hacer con ella lo que a mí me placiera.

Ella apretó sus puños.

Bajo la mirada y luego pregunto con timidez — ¿Los ángeles pueden tener sex0 con cualquier mortal o criatura que no sea otro ángel del reino de los cielos? —

Samuel tragó saliva, se sintió intimidado por la pregunta de la chiquilla.

Le respondió con timidez — Oh princesa, ¿Qué clase de preguntas son esas?, ¿aún tu madre no te ha explicado sobre ese tema? —

Ella lo miro con rabia.

Luego le gritó — Solo respóndeme la pregunta que te hice —

Él tragó saliva.

Luego dijo — Si, los ángeles somos como cualquier otra criatura con necesidades de afecto y carnales, solo que somos los protectores del cielo y la tierra por eso todos piensan que no tenemos necesidad de tener relaciones con otros —

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