Mente retorcida

Dimitri se paró en la entrada de la sala, observando a los reunidos para la reunión. Esta reunión clandestina con los líderes de la comunidad rebelde prometía respuestas, pero él sabía que las repercusiones de su respuesta podrían alterar el curso de su lealtad para siempre.

Cuando entró en la habitación, todas las miradas se volvieron hacia él. Los líderes rebeldes endurecieron a los lobos con cicatrices de batalla grabadas en su pelaje y se sentaron ante una gran mesa de madera desgastada.

Uno de los líderes, un lobo canoso con penetrantes ojos amarillos, habló primero. "Dimitri, te estábamos esperando. Siéntate", ordenó, señalando una silla vacía en la mesa.

Dimitri obedeció, tomando asiento, con la postura rígida y la mirada fija en el líder. "Necesito saber si seguiste mis instrucciones", dijo, su voz con un toque de urgencia. "¿Enviaste al pícaro a eliminar a Amanda como estaba planeado?"

La habitación cayó en un silencio pesado, roto sólo por el sonido de respi