IR AL LAGO EN BUSCA DE RESPUESTAS

Las acusaciones cayeron sobre los hombros de Amanda como una fuerza implacable, una carga que parecía aumentar con cada momento que pasaba. Cada acusación era una piedra pesada, añadida una por una a un montón ya imponente que amenazaba con aplastar su espíritu. La piedra lunar perdida se había convertido en un catalizador de dudas y sospechas, proyectando una sombra no sólo sobre la manada, sino sobre su propio ser.

Cada mirada de reojo, cada susurro, cada ceja levantada se sentía como si se colocara otra piedra encima de la pila. Amanda siempre había asumido la responsabilidad del liderazgo con determinación, pero esto era diferente. Estas acusaciones no se referían sólo a sus habilidades de liderazgo; golpearon el núcleo de su integridad y confiabilidad. Cuestionaron su lealtad a la manada, su dedicación a su bienestar y su propia identidad como alfa.

En momentos de soledad, los pensamientos de Amanda se dirigían al lago que alguna vez había sido u