Minutos más tarde, llevaron a la niñera a la fuerza frente a Santiago, en cuanto Elena vio a Santiago, como comenzó a gritar Presa del pánico.“Señor García, soy inocente.” Salí anoche porque el inútil de mi hijo volvió a jugar y perdió todo, y se metió en problemas.Le juro, por mi vida, que no tengo nada que ver con el incidente de las serpientes. “Recuerde, yo siempre he sido fiel a la familia García”.Santiago no le prestó atención a la súplica de Elena, le entró por un oído y le salió por el otro mientras ignoraba los gritos de Elena, ordenaba a los sirvientes que lo ataran y que hicieran lo que les había ordenado.Caminó en silencio hasta una mesa en un salón, encontró un cinturón de cuero que se les había quedado a unos invitados.Ordenó al personal que azotaron a la sufrida Elena mientras les entregaba el cinturón al ama de llave.A pesar de su vacilación inicial, el ama de llaves, llevó a cabo las órdenes de Santiago.“¡Zas!” Dando el primer golpe, Elena sintió que se le abri
Conduce más rápido: ¡quiero llegar a casa de inmediato! ¡Ana le insistió al chofer! “Esa pequeña zorra es tan malvada, sin duda mi padre se va a deshacer de ella y yo seré la única señorita García” Al llegar a la residencia de los García, en cuanto bajó del auto, vio que las luces de La Mansión estaban encendidas, como si todos estuvieran despiertos. “¿Por qué seguirán despiertos?”A lo mejor están preocupados por mí. Todavía soy la princesa de los Garcías. Con ese pensamiento, Ana se dirigió a la puerta con alegría. Se imaginaba la manera en que Santiago y Alicia preguntarían por su salud una vez que regresara a su casa. Cuando eso sucediera, le señalaría que lo más probable era que fue que consiguió las serpientes para lastimarla, de esa manera tendría que empacar sus cosas y marcharse de inmediato. “Belén ni siquiera trajo nada con ella, así que puede irse ya” Solo pensar que echaría a Belén, sus emociones saltaban más rápido, y en ese momento, casi se había olvidado de los
Belén observó a Alicia llevar a Ana a la planta de arriba con una mirada indiferente: de hecho, sus ojos reflejaban solemnidad. Al parecer, la bofetada de Alicia valió la pena; sin embargo, “¡esta será la última vez que se le permitirá golpearme!”. Una vez que Ana se había ido, Santiago se dirigió hacia Belén y dijo: “Bely, recuerdo que solía llamarte así, ¿verdad?” Esta asintió, su apodo sonaba como el nombre que odiaba tanto, así que ya no le gustaba. Santiago suspiró antes de fruncir los labios y luego dijo: “¡He malcriado, Ana, en parte es mi culpa que haya hecho algo tan horrible!” Deberíamos haber llamado a la policía, pero sigue siendo tu hermana pequeña y somos una familia. Además, estás bien y ella ha cosechado lo que sembró. Lo de esto. ¿De acuerdo? Sin embargo, aún la castigaré y te compensaré, ¿está bien? Belén cerró las manos en puño bajo las mangas del pijama. “¿Qué quiere decir con esta bien?” “Si realmente me hubiera mordido esas serpientes, Ana se habrí
Sentados en el sofá en la sala, Alicia imploraba a Santiago para que le bajara el castigo a Ana.Ni Belén ni Ana, hicieron nada en el transcurso de esos días, e incluso cuidaba cada vez más de Belén.Portándose de una manera obediente, y tratando bien a Belén. Santiago aprobó su comportamiento.La historia pasada había quedado en el pasado, y el incidente de las serpientes quedó estrictamente prohibido.A los habitantes de la mansión, se les prohibió explícitamente que no pronunciaran ninguna palabra al respecto.Los días pasaban tranquilamente, como que si nada hubiese sucedido.Cinco días después, Santiago y Alicia volvieron a su habitación después de pasar durmiendo en el estudio.Esa mañana, Santiago y Alicia bajaban del segundo piso. Alicia llevaba una expresión alegre y radiante; no era difícil adivinar lo que había pasado la noche anterior.La amabilidad de Alicia era desbordante, complaciendo en todo a Belén, los días se estaban volviendo amables. Alicia le servía a Belén con
Después que Belén aceptó salir de viaje, Alicia subió a preparar las maletas. Subiendo las escaleras, pensaba en la manera, de hacer pagar a Belén la humillación. Santiago, en ese momento, quedándose solo con Belén, le lanzó una mirada fría. “Bely, ¿desde cuándo eres amiga de David?” ¿Cómo conociste a David? ¿Desde cuándo son tan cercanos? Casi en el mismo momento, que Belén regresó a la mansión, quería preguntar eso hace mucho tiempo. Pero le preocupaba, que Belén pensara que la estaba utilizando. Sin embargo, se abstuvo de preguntar en ese momento. Parecía que ella, era demasiado ingenua, para sospechar las malas acciones de Santiago. E inmediatamente, pensó ir al grano para preguntar lo que necesitaba saber, Ella era muy joven y tonta, y al pensar en eso, él sabía que ella le diría todo. Según como lo había planeado, Y sin ninguna duda Belén me respondió: Cuando estaba de regreso, tuve muchos inconvenientes, me perdí en unos campos de vegetación, no lo conozco mucho. Me l
La familia García, no se dio cuenta de que Daniel había observado a Belén desde atrás durante bastante tiempo, y permaneció así hasta que ella abordó su vuelo. Solo entonces se rio entre dientes de forma curiosa. El guardaespaldas en ese momento había quedado aturdido, ¿qué está sucediendo? El señor Peralta nunca se ríe, e incluso es demasiado distante. ¡No puedo creer que ahora él se ríe solo! El guardaespaldas murmuró. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio reírse así, mientras El guardaespaldas está asumido en sus pensamientos, se escuchó de repente la voz de Daniel. “¿Notaste alguna diferencia entre ella y los demás?” Preguntó. El guardaespaldas había trabajado juntos a Daniel durante varios años, así que no sabía cómo contestarle la pregunta directamente, así que reflexionó un rato antes de recordar que Belén se había vestido de forma diferente a los demás. ¡Efectivamente, los otros tres se han vestido con marcas de diseño conocido, mientras que la ropa de
“Belén, ¿qué significa esto?”, gritó Ana mientras se incorporaba. ¿No puedes aguantarte esta vez en vez de competir conmigo por un asiento en primera clase? ¿Necesito recordarte el motivo por el cual estamos en este vuelo? ¡Es porque vamos a mi ceremonia de premios! ¡La mía! Relájate, soltó Belén con desprecio, no estoy aquí para tu Preciado asiento en primera clase. Entonces, ¿por qué estás aquí? Interrogó Ana en voz alta mientras fruncía el ceño. En ese momento, Santiago escuchó la conmoción y se unió a ellas. “¿Qué crees que haces, Belén?” Dijo con voz fuerte, y yo que pensaba que eras una chica dulce y obediente. ¿Pero resulta que todo eso era una fachada? Belén estaba a punto de responder, pero el hombre se le adelantó. “Me temo que están equivocadas, intervino con una mirada penetrante”. La señorita Suárez no vino a la cabina de primera clase. En realidad, la estoy escoltando a un jet privado, el que está junto a este avión. “¿Qué?”, bramó Ana mientras miraba incrédula h
En una Cabaña desierta, gotas de lluvia gruesa caían sobre un techo de lámina, y el sonido de fuertes truenos que rompían en la oscuridad de la noche, rayos brillantes por encima de la montaña. Desorientada y aturdida. Belén García se encontraba tirado en el piso, despertando por Los Fuertes truenos, con una mirada recorrió la habitación. Al despertar de su aturdimiento, Belén recordó que unos tipos la habían noqueado. Sintiéndose impotente, Belén García tenía las manos atadas a una soga; imposible soltarse, tenía las manos demasiado apretadas. Con la luz de un rayo, visualizó un objeto brillante. Intentando alcanzar aquel objeto brillante, Belén García utilizó muchas maneras para poder hacerse de aquel pequeño fragmento de vidrio. Con tanta insistencia logró alcanzarlo cortando con dificultad la soga que tenía atadas en sus manos, recordando cómo se le estaban poniendo difícil reunirse con su familia. Había perdido el contacto por mucho tiempo con su familia. Justo a punto de