"Deja a Mofei y podrás dar a luz al bebé. Cuando llegue el momento, lleva al bebé de vuelta a la familia Shen y te lo compensaremos".

Esa era la única opción de Song Qingfei y de la familia Shen para ella.

"¿Y si no hago eso?", preguntó Song Anyi.

Song Qingfei sonrió. "Entonces la familia Shen nunca dejará ir este asunto".

Enfrentarse a la familia Shen era como golpear una piedra con un huevo. Ella y sus padres serían los que sufrirían.

Entonces, ¿ella por qué elegiría un camino tan contraproducente?

Song Anyi respiró hondo. "No le entregaré a mi bebé a la familia Shen. La criaré por mi cuenta".

"Señorita Song, ¿crees que puedes darle a tu hija una buena vida?". Song Qingfei se cruzó de brazos frente a su pecho y la miró calmadamente.

"No, pero soy la madre de mi bebé. Un bebé no puede estar sin una madre".

"No te preocupes, Wenjing se convertirá en la madre del bebé y la cuidará como si fuera suyo".

Parecía que ellos tenían todo planeado y ella no tenía otra opción