El Tío Zhao se despertó.

Al escuchar la noticia, Tang Ruochu se apresuró hacia el hospital.

Cuando el Tío Zhao la vio, las lágrimas brotaron de sus ojos. "Señorita...".

Al ver su rostro aparentemente envejecido, Tang Ruochu sintió un rastro de amargura en su corazón mientras se apresuraba a sostener la mano de él. "Tío Zhao".

Ella llamó suavemente mientras las esquinas de sus ojos se humedecieron.

El Tío Zhao era como un niño pequeño, sosteniendo la mano de ella fuertemente y ​​llorando sin restricciones. A su lado, Zhao Qiyan estaba limpiando las lágrimas del rostro de su padre mientras decía impotentemente: "Papá, deja de llorar. ¿No quieres hablar con la Señorita Tang?".

Tang Ruochu sonrió gentilmente. "Está bien, deja que el Tío Zhao llore. Él se sentirá mejor después de llorar".

Sin embargo, ellos no habían esperado que el Tío Zhao se desmayara debido a su arrebato emocional. Inmediatamente, ellos llamaron al doctor por miedo.

El doctor dijo que el Tío Zhao todavía seguía