Al final, Tang Ruochu no compró el vestido revelador.

Incluso si ella hubiera querido comprarlo, Shijin no habría estado de acuerdo.

¿Cómo podía permitirle a ella estar en público con ese vestido tan revelador? Su belleza le pertenecía solo a él.

Sí, esta era su posesividad autoritaria.

Cuando ella salió del estudio, Ying Xiaoxiao se acercó a ella y le susurró al oído a Tang Ruochu, "¡Chuchu, buena suerte esta noche!".

Tang Ruochu parecía confundida y no entendió a qué se refería.

Solo se dio cuenta de lo que había querido decir cuando regresó a casa.

Ella y Shijin entraron a su habitación uno tras otro.

"Shijin, quiero...".

Antes de que las palabras "tomar un baño" pudieran salir de su boca, una mano apretó alrededor de su muñeca y de repente ella estaba dando vueltas. Cuando se dio cuenta de lo que había sucedido, ella estaba presionada contra la puerta.

El cuerpo largo y esbelto de él estaba presionado contra ella fuertemente, sin dejar ni un solo espacio entre ellos.

"No