La noche oscura impregnó el patio mientras ella miraba por la ventana. Una luz anaranjada salía de las farolas del patio, luciendo solitaria y silenciosa.

Tang Ruochu miró su rostro profundo y hermoso, sus ojos inusualmente brillantes.

"Me gustaría soportar la carga contigo", ella dijo suavemente.

‘Me gustaría soportar la carga contigo’.

Las palabras de ella fueron como una piedra arrojada al lago tranquilo y sereno de su corazón, provocando ondas una y otra vez.

Mirando fijamente el pequeño rostro serio de ella, él extendió sus brazos para abrazarla, incapaz de controlar su ardor.

Tang Ruochu levantó su barbilla y miró directamente a los ardientes ojos negros de él, una gentil sonrisa apareciendo en los labios. "Shijin, ¿estás dispuesto a dejarme saber todo sobre ti?".

"Sí, estoy dispuesto". Susurrándole cosas dulces, él la besó en los labios.

Él chupó tiernamente y ardientemente los labios de ella, sus fuertes y poderosos brazos la abrazaron firmemente.

Tang Ruochu miraba fi