Lu Shijin estaba hablando sobre trabajo con Mu Ling cuando recibió la llamada telefónica de Tang Ruochu.

Tan pronto como él vio el identificador de llamadas en la pantalla del teléfono, la expresión fría y tensa de su rostro se suavizó instantáneamente.

Mu Ling levantó sus cejas imperceptiblemente. Debía ser la Señora.

El presidente era como un iceberg. Él solo se derretiría frente a su esposa.

Lu Shijin caminó hacia la ventana antes de atender la llamada.

"Shijin, ¿cuándo regresas a casa?".

Él pudo escuchar la voz de Tang Ruochu tan pronto contestó.

Lu Shijin frunció los labios. "¿Por qué? ¿Me extrañas?".

"Claro, ya te extraño, y me gustaría cenar contigo".

Al otro lado del teléfono, Tang Ruochu no podía ver que Lu Shijin se suavizó tan pronto ella dijo esto, y sus ojos estaban brillantes como las estrellas.

Él miró por la ventana hacia el cielo que oscurecía con una luz tierna en sus ojos. Él dijo suavemente: "Claro, estaré regresando muy pronto".

"Entonces te voy a espera