Lu Shijin era una persona sensible. Él levantó su mano y le acarició suavemente el cabello, luego suspiró. "Chuchu, no importa lo que pase en el futuro, siempre estaré a tu lado".

Sus manos se apretaron alrededor de la cintura de él automáticamente. Ella enterró su rostro en su abrazo y dijo tristemente, "Está bien, confío en ti".

Había un indicio de sollozo en su voz.

El corazón de él se conmovió un poco. La apartó y bajó su cabeza para mirarla a los ojos llorosos. Un destello de impotencia y cariño apareció en su mirada negra. Él dijo suavemente, "No seas tonta".

Las ásperas yemas de sus dedos limpiaron las lágrimas de las mejillas de ella. Luego, él sostuvo el rostro de ella con ambas manos y besó sus labios rojos ligeramente abiertos.

Sus labios estaban presionados uno contra el otro. Tang Ruochu cerró lentamente los ojos y sintió el calor de sus labios y lengua. Una lágrima cayó de la esquina de su ojo.

El beso extremadamente suave estuvo lleno de un afecto infinito.

Tang R