¿Astrid? - Me levante de un impulso de mi cama ¡¿Que rayos había pasado?! Sabía quien era Astrid su bis abuela o algo parecido según había dicho aquella señora... pero era aún más raro que sus recuerdos vayan consigo... acaso yo no soy Elizabeth.. Soy Astrid ¿Quién soy? Sabía que en la época de la pubertad no sabemos que hacemos o porque vinimos pero esto era diferente, dos personas habitaban dentro de mi. No era normal todos lo sabían pero... ¿Por qué esto sucede? ¿En serio necesitan mi ayuda? ¿En qué?... No se me a mostrado nada, el reino no tiene problemas extremos y se podría decir que estamos en una de las mayores tranquilidades que a tenido nuestro reino. Entonces porqué yo soy así...
Había perdido ya todo signo de sueño y pereza, era muy de mañana tanto que el cielo era una mezcla de día y noche. Hermoso.. una mezcla de día y noche, así como sus ojos. Al ver aquel paisaje no pudo evitar ver la imagen de sus hermosos ojos, aquellos que poseían un hermoso
- Aquí es- dijo Mirton acercándose. Rápidamente me fui con el, para resguardarme de aquel hombre que de mi pedía amor... el estaba un poco triste o decepcionado? No podría describir correctamente su mirada pero sabía que mis acciones no le gustaban...- Si... eh ... me imaginaba un lugar tenebroso...- estaba muy oculto cerca de las montañas o en sus faldas, hacia calor... y yo tenía un tonto vestido manga larga. Aquel lugar era un poco.... rural pero tampoco pobre, se podía ver locales de comercio y gente que se paseaba por los alrededores como una mini ciudad escondida.- En realidad, es una ciudad muy amable y desarrollada. Aunque es muy pequeña. Entremos...- Elios tomó la delantera como nuestro guía. Algunos soldados nos acompañaban lo que provocaba una clase de superioridad a las demás personas. Me oculte así más con mi velo, que ya me estaba acostumbrando a llevarlo para no llamar la atención. Aunque de todas formas estoy con otra apariencia, pero
Caminé lentamente con pasos suaves y ligeros, No miraba hacía nada sino que mi mirada iba hacia el suelo de tierra que ensuciaba mis zapatos.Pronto las manos de Elios me tomaron por los hombros.- ¿El pergamino?- dijo casi emocionado.Expectante fruncio el seño.- ¿Dónde está el pergamino?- Aquí está ... lo encontré.- ¿Encontré que? ¿A mi padre o al pergamino? ¡Tan segura estaba que el me diría que todo eso era mentira!- ¿Qué-que pasa? ¿No estas feliz?¿Por qué debería estarlo? Acabo de afirmar que mi padre no me quería... además lo voy a arrestar. ¿Debería sentirme feliz?- Si... - Alze la mirada hacía él.Me tomó de los hombros para así abrazarme- Todo está bien...era Lo mejor ¡Esa persona destruyó tu familia! ¡Se merece lo peor del mundo!¿Se lo merece?- Mi vida...- destap
Ya era casi primavera en el Reino del Sur, se podía oir a las olas golpetear las rocas donde yo reposaba cómodamente... cerrando los ojos para así abrirle paso a la imaginación, ideas y miles de problemas o conflictos creados por ni cerebro ¿Cuándo se supone que sabemos lo que está correcto? ¿Acaso hay una edad en específico? Sólo vamos por la vida experimentando y haciendo lo que creemos más conveniente pero aún así se siente como si todo lo que pensamos que tenía la razón fuera tan absurdo.. la sensación de correr y desaparecer Pero otras de ir afrontar los problemas.- Astrid?- dijo una voz a lo lejos, tan lejos e inaudible que casi no se notaba la pronunciación de esta..- Astrid..- está se iba acercando pero no dejaba de ser irrelevante, frunci el seño.Me levanté de un salto y mire alerta ¿Alguien aquí se llamaba igual que aquella chica?- Ven- sentí los pelos de punta al notar que estaba tan cerca, Pero no había na
- Bienvenido...Rey del Centro William- dijo un sirviente asombrado por su visita ¿Por qué había venido el rey? ¿Y sin avisar?- Muy buenas tardes.... - dijo William impaciente- quisiera hablar con el rey Elios- lo miro fulminante.- Ah si! - El sirviente hizo una seña para que le dejasen pasar ¡Qué descortez! Pensó de el mismo, - Mi señor ¿A qué debemos su visita? Ahora mismo llamo a el rey Elios, puede descansar aquí, seguramente llega muy cansado- se rió incomodamente.....- Señor- dijo un sirviente inclinandose- Tenemos la grata visita de nuestro rey William, tiene que ir a atenderlo mi señor- Elios abrió sus ojos y trago saliva, pero se controló rápidamente negando. - Bien, lo estaba esperando- sonrió de lado.. - Voy para allá ahora mismo....- ¿Quién eres? - dije aún caminando, adentrandome a un bosque no tan frondoso.. ¡¿Qué rayos
Una luz... tan resplandeciente, tan profunda, tan familiar... tan necesitada. Una luz había caído a sus ojos casi cegandola. En su llanto profundo, silencioso y tan triste. Fruncio el seño, sus ojos ardían tanto que intentó taparse con su brazo y por inercia también oculta a la niña ya muerta entre su regazo para así no le afectase aquella luz. De repente aquella niña comenzó a llorar. Lloro y desesperadamente tomó el aire suficiente para poder respirar. La mujer alerta la tomó y la vio allí, con sus ojitos color café claro claros, como el chocolate.. tan profundos, tan bonitos y sus cabellos rubios castaños que parecían hilos de oro volando por el ligero viento que se asomaba. La mujer lloro tan feliz, sonrió profundamente ¡La niña estaba viva! Comenzó a recuperar el color rojizo que había perdido ya y la luz que asomaba iba desapareciendo poco a poco para así dejar de deslumbrarlos...- ¡Astrid!- Grito euforicamente la sirvienta fiel a su señora difunta. La salvación d
Me quedé helada, tragué saliva por inercia y de alguna forma apreté mi mano...- ... Por eso naciste Astrid.... Tienes que hacerlo o pronto el Reino del Centro acabará como el Reino del Sol.- dijo la voz de nuevo...Con la voz temblorosa, con miedo, temor.. Era una desicion muy difícil y muy importante, y sólo un error podría causar la muerte de las personas que amo.- Lo haré- sonreí- así William será feliz, también Miriam, Lucas, Juan, Aquel viejito, mi madre y- las lágrimas salieron sin control - Mi padre, aunque seguramente me odia, yo le hable tan feo sin saber que sólo quería lo mejor para mi- suspire- lo haré por mi pueblo, por el Este, por el Sur, por el oeste y El norte. Por el Centro... y por aquellas personas del Sol que murieron por la avaricia de aquellos demonios, lo prometo, aunque tenga que arriesgar mi propia vida..Aquella luz que estaba en el oyo del árbol salió y se posó frente mío hasta formar una f
- Pero... ¿Cómo? ¿Qué? - Dijo Elios cambiando su tenue sonrisa a una mueca de confusión...- ¿Qué?- dijo William con la ceja levantada y una pequeña sonrisa programada antes de decir aquella gran mentira, ya que lo era.Las miradas eras muy potentes y se podía sentir a metros de distancia la gran concentración de odio que los dos podrían lograr a hacer. ¿Acaso son unos niños?- Señor... llego la señorita Elizabeth- dijo Marian entrando y saliendo después de hablar....Era tarde. El sol se estaba poniendo ligeramente y un frío amenazador recubrió mi espalda, ya estaba en aquel lugar tan bonito donde el sonido de las olas golpeaban las grandes rocas que allí habían... ya sabía el camino de regreso desde allí así que por educación me voltee para despedirme de aquella presencia imprevista pero ya no estaba la sensación de que alguien estuviese allí así que simplemente continué mi paso. 
Las miradas eran potentes y una era tan hipócrita...- No sé de que estas hablando Elizabeth... - dijo Elios parándose para tranquilizarla.- Ya lo sé todo- dije sin ninguna expresión en el rostro... yo enserio había pensado que todo lo que había dicho era verdad... ¡Por eso me sentía tan culpable! Pero .... no podía creer lo que había escuchado. - ¡El sobre! - dije gritando. Elios cambio su expresión a más inocente y sorprendida. - No te hagas el tonto Elios... - sobe mis sienes... - ¿Por qué mandaste a una señora a fingir ser mi madre para así "Convencerme" que viniera ... ósea podrías haberme mandado una carta o algo así invitándome ¡Para que jugar con mis sentimientos! Yo... yo enserio pensaba que te preocupaba ... hasta ¡Te dije que te amaba! - en serio quería una explicación, sana, precisa que me demostrará lo confundida que estaba.. pero Elios ya lo había aceptado lo supe por aquella mueca de dolor en su rostro.