MoiraEl coche del que estoy esposada se mueve con rapidez, la mujer que llora a mi lado parece aterrada. Su ropa está algo rasgada y la sangre en su cabello rubio me dice que fue golpeada hace poco por estos malditos hijos de puta.—¿Pensaste que no nos volveríamos a ver?Se ríe, sus ojos van al escote del vestido floreado que estoy usando y pateo su asiento con rabia.—Había olvidado lo salvaje que eres.Se ríe mientras su cómplice hace lo mismo, lo veo sacar su celular antes de llamar a alguien.—Tenemos el encargo señor—dice el tipo—si, todo fue hecho de acuerdo al plan señor—me mira—no, no está herida señor—le hace una señal positiva a su socio—estaremos ahí en unos minutos.Corta la llamada, da un ligero empujón a su amigo en el hombro y este silba riendo.—Gracias a ti voy a tener mucho dinero zorra—suspira—no sé qué le haces a esos perros, pero parece que les gustas.¿Perros?Me van a vender a otro lycan, no puede ser. Pienso en Adam, me preocupo al recordar que estaba conmigo
Dillon —¿Estás bien?Masson hace la pregunta por enésima vez mientras golpeo la punta de mi zapato sobre el suelo. La sala de espera dónde estamos está repleta de oficiales y personas. La prensa se enteró de todo lo que había pasado por boca de alguien que no hemos logrado identificar, así que todo se ha vuelto más complicado.—¿Son ustedes los acompañantes del oficial Adam?Dice el médico cuando pone sus ojos en mi camisa manchada de sangre. Masson pone una mano sobre mi hombro para ser él quién hable.—Cómo está doctor...—Estable—admite—su cuerpo sanará dentro de unas horas, pero la herida en su pecho fue hecha con una daga de plata, así que la alergia causó una ligera perdida de conocimiento.—No puede ser—gruño—¿Puedo hablar con la persona que lo revisó?—fuí yo señor—admite—¿Qué desea saber?—El atacante—pregunto—que sabe después de analizar las heridas.—Fue una mujer—mi pecho duele—cuarenta kilos aproximados, uno sesenta de estatura—suspira—es todo lo que tenemos señor.Sient
MoiraUn mes después No puedo más, no quiero soportarlo más, cómo el último bocado de pan que ese maldito monstruo dejó para mí y las ganas de llorar pican duro en mi mente.No sé cuánto tiempo ha pasado, no quiero pensar en cuánto tiempo he estado aquí, pero sé que Dillon no vendrá a buscarme.Perdí la fe días atrás, perdí las fuerzas para luchar después de que ese maldito me obligara prácticamente a dormir en su cama y ahora...Ahora ni siquiera sé quién soy Realmente, mi mente está fragmentada en la insoportable necesidad de tenerlo cerca y la insoportable sensación de odiarme a mi misma por hacerlo.Me mordió, me mordió tan fuerte que la herida aún no ha sanado. También me obliga a beber de su sangre cuando recupero algo de voluntad para atacarlo, pero qué puedo hacer en su contra.Es más grande, más peligroso y más fuerte que yo. El tintineo de la cadena que sujeta mi tobillo acompaña mis pasos cansados cuando me muevo por la oscura habitación que descubrí es un sótano.La venta
Dillon Un mes después—¿Cuánto tiempo piensas seguir así?La voz de Masson hace que quiera mandar a la mierda nuestra reunión semanal. Alejo los ojos del teléfono antes de responder con toda la paciencia que puedo encontrar.—No sé de qué hablas—le digo—ahora pasemos a la reunión, estoy ocupado.—A eso me refiero—responde él—tengo quejas Dillon, demasiadas para serte sincero.—¿Quejas?—muerdo las palabras—¿Qué tipo de quejas?—Tu manada no siente que estés bien, algunos...—carraspea—algunos miembros de los consejos estatales se quejan de que estás demasiado volátil y que ya ni siquiera te molestas en mantener tus negocios discretos.—¡Serán...!—paso una mano por mi cabeza—estoy bien, no es su problema y tampoco es tu problema—gruño—estoy bien, solo estoy tratando de encontrar...—¿a quién? Pregunta mi subconsciente—al asesino del chico omega.—¿Invitando a los traficantes a tu territorio?—cuestiona Masson—¡Ha pasado un mes! ¿No te parece suficiente tiempo para dejar de buscarla?—su vo
MoiraEl vestido naranja que esté tipo me obligó a usar me hace lucir menos deprimente, intento contener mis lágrimas mientras la mujer que trajo hace unas horas termina de maquillarme y siento que la vida solo se pone cada vez más difícil de soportar.—Está hermosa—dice feliz con su trabajo—le recomiendo utilizar pepino para sus ojeras, luce cansada.Mi nuca pica cuando la mirada de Eddison se clava en mí, ese es su nombre, yo prefiero llamarlo monstruo, pero ese es su nombre en realidad. La advertencia en sus ojos hace que junte mis manos sobre el regalo antes de alejar la vista de la mujer.—Trabajo demasiado—respondo sin emoción—no tengo tiempo de ocuparme de mi apariencia.—oh cariño, una mujer debe ocuparse de esas cosas—mira un momento al hombre en la habitación—en especial con un chico tan guapo como novio.—No es mi novia—dice él—ella es mi esposa.—Oh—sonríe—no sabía que estaban casados, afinidades.—Gracias—se acerca y me besa—apenas ha pasado un mes desde que lo hicimos.—
Dillon Mis hombres se esconden entre los edificios, muevo mis manos hacia el rifle de alto calibre que hace años no utilizo y veo a Adam mirarme desde unos pocos metros. El olor denso de esta zona industrial ayuda bastante a ocultar nuestro olor.Adam gesticula un ¿Estás bien? Con preocupación, así que doy un movimiento de cabeza para responderle. Fué difícil encontrar un modo de comunicarnos entre todos porque usar equipo de seguridad sería arriesgado. El lycan podría oírnos y perderíamos la oportunidad de conseguir capturar a todos estos...Mentirosos, doy una última revisión al rifle en mis manos antes de que una sirena suene a lo lejos en las calles.Esta es la señal, miro de regreso a Adam que se acomoda acostado a lo largo detrás de su ametralladora y escucho la desagradable voz que hace a mis ojos abrirse de preocupación.—Sé que están aquí—el líder de los RML habla—siento que tendrán que conformarse con el lycan, porque esa perra que trae con él también es mía.M*****a sea, gr
Moira Corro tanto como mis pies lo permiten, las lágrimas que resbalan por mis mejillas deja un sabor salino en mi boca mientras me digo que no puedo detenerme ahora.Pude ver esa furia en sus ojos, Vi la forma sanguinaria en que atacó a Eddison y aunque no pudo decir que me preocupe que realmente esté muerto algo está herido dentro de mí, la tristeza absoluta está intentando que regrese hasta donde ese maldito debe seguir tirado, pero está vez no voy a dejarme ganar.Los impulsos no van a dominarme porque pretendo salir de todo esto de una vez y por todas.Mis pies flaquean haciéndome caer a un lado del camino, puedo ver los edificios un poco más allá de donde me encuentro, pero siento que es imposible respirar.Mi corazón late sin control en mi pecho, la sangre en mis oídos no deja de pitar y la garganta se siente demasiado seca para seguir adelante. Me coloco boca arriba en el mismo sitio donde caí. No puedo seguir adelante, así que no puedo hacer otra cosa que rezar, rezar para q
Dillon.Me muevo de un lado a otro en la habitación furioso. Por dejarla escapar, furioso por haber sido débil y furioso por este dolor que sigue quemando mis entrañas.Ella estaba con él, no estaba atada o encadenada. Solo a su lado como una traidora que después de todo sí pudo engañarme.La puerta de la habitación donde estoy se abre.Mel entra sostenido una cesta de frutas que se apresura a dejar sobre una mesa. Sus ojos evalúan mi magullado cuerpo, puedo ver la expresión de angustia en sus ojos ante las heridas que ahora no lucen tan graves como hace unas horas y supongo que es mejor así.—Siéntate por favor.Pido antes de acercarme al único sofá en este lugar, puedo escuchar sus tacones, repiquetear antes de que se siente frente a mí sin ningún tipo de prisa.Mel es mi amiga de la infancia, crecimos juntos, pues, su familia es muy cercana a los padres de Adam. Es una chica inteligente, sé que no debería estar haciendo esto, pero necesito acabar con esto por el bien de la manada y