El primer amor de él
El primer amor de él
Por: Nube blanca
Capítulo 1
Pablo López voló hasta donde estaba esa misma noche y preguntó con ansiedad:

—¿Por fin estás de acuerdo? ¿No es un chiste? Cuando te pedí matrimonio, te fuiste corriendo a Altarreal y desde entonces, todo quedó en el aire.

Viendo el rubor en sus mejillas, y le di una leve sonrisa:

—Casarse es un paso grande, prepárate bien. Una vez que arregle bien mis asuntos en Altarreal, volveré a Riberasol para casarme contigo.

—Gracias por darme otra oportunidad. —Dijo Pablo, con los ojos llorosos, como un cachorro abandonado.

Después de separarme de Pablo, llamé a una empresa de mudanzas para que me ayudaran a empacar mis cosas.

Deje mis cosas a medio empacar, Tomás González regresó y, al ver el apartamento en desorden, murmuró con un tono de voz baja:

—¡María Cisneros! ¿Qué está pasando aquí?

Dejé la caja que tenía en las manos, miré esa cara que me había dejado cautivada durante tres años y le dije con sinceridad:

—Quiero volver a Riberasol.

Tomás sonrió con desprecio:

—¿Todo porque interrumpí la propuesta? ¿Sabes que Laura se cayó mientras bajaba apuradamente las escaleras para llegar a mi ceremonia de propuesta? Es bailarina, sus piernas son muy importantes.

—¿Y cómo está su herida?

—Se le ha formado un moretón horrible. Tiene una espectáculo en unos días, espero que esto no le afecte en nada.

No pude evitar reír:

—¿Así que por un pequeño daño, te llama para interrumpir tu propuesta de matrimonio? ¿Acaso es tan frágil?

Después de escuchar estas palabras, Tomás se enojó tanto que parecía que le fueran a salir chispas de su boca:

—Lo que ella pierde podría ser una actuación perfecta, no es lo mismo que una propuesta. Ella no es como tú, es una rica heredera y una bailarina distinguida. Deja de hacer este tipo de escenas, ya te pediré matrimonio otra vez.

¿Cómo yo espero? ¿Acaso soy su mascota?

—No hace falta otra propuesta, quiero ir a Riberasol a despejarme un poco. —Dije y tomé mi maleta para salir.

Pero Tomás me agarró con fuerza del brazo:

—Esta vez no te dejaré volver, tienes que acompañarme a la presentación de Laura.

—No voy.

—Si no vas, no piensas en volver a ver los sucios animales que cuidas.

Después de graduarme, planeaba abrir una clínica veterinaria y había acogido a muchos gatos y perros callejeros.

Tomás, queriendo mostrar su apoyo, invirtió la mitad del dinero.

No me importaba esa inversión, pero no quería rechazar su gesto.

Nunca imaginé que el símbolo de nuestro amor se convertiría simplemente en una herramienta para amenazarme.

A regañadientes accedí de inmediato, solo aguantaría unos días más.
Continue lendo no Buenovela
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo

Capítulos relacionados

Último capítulo

Digitalize o código para ler no App