Alexis Santillán Había pasado más de un mes desde la última vez que vi a Alba. Me dediqué a cuidar a Diana y a mis hijas, así como a la investigación. Descubrimos que la mujer y la niña que creíamos que eran Alba y Diana eran, en realidad, una madre y una hija que habían desaparecido hace años. También ya enterraron a Brad y el caso está a punto de cerrarse porque él confesó ser el asesino antes de morir y Diana lo acusó. Sin embargo, su hermano Esteban y Sara están intentando demostrar que es inocente. Ahora vivo en la mansión con mi padre, mis hijas y Diana, ya que Irene se ha marchado a vivir a otra casa con Gabriel. Esta noche, estoy cenando con Diana y las niñas. Sin embargo, Vera está muy molesta. No tolera a Diana. Ninguna de mis hijas la quiere, a pesar de que ella se esfuerza. Es evidente que prefieren a Alba. La tensión en el comedor era palpable. Vera apenas tocaba su comida, lanzando miradas resentidas a Diana. Decidí intervenir, tratando de suavizar el ambiente. —V
Alba Miller Había pasado más de un mes desde la última vez que vi a Alex, y el dolor seguía presente. Actualmente, estaba viviendo en un pequeño departamento con mis ahorros. Trataba de mantenerme ocupada para no pensar en todo lo que había pasado, pero era difícil. No quería ver a nadie, sin embargo, Liam me encontró en mi nuevo trabajo como mesera y descubrió que estaba embarazada. Me amenazó con decirle a Alex si no aceptaba sus visitas. No tenía más opción que acceder, aunque me sentía incómoda con la situación. Para ser justo, jamás ha intentado nada conmigo. Únicamente me cuida, me compra comida y le ha comprado algunos regalos al bebé. A veces me pregunto por qué lo hace, pero nunca le pregunto directamente. Es increíble cómo ha crecido mi estómago. Ya tengo cuatro meses de embarazo y el estómago me ha crecido enormemente. El doctor explicó que es normal este crecimiento abrupto porque durante los primeros meses casi no presenté síntomas; a algunas mujeres les ocurre.
Había decidido buscar a Esteban. Él estaba decidido a descubrir la verdad sobre Brad, su hermano mayor. Aunque sabía que Brad era un monstruo, no lo creía capaz de los crímenes que se le atribuían, y sinceramente, yo tampoco. Así que comenzamos a buscar entre sus pertenencias alguna pista, algo que pudiera arrojar luz sobre lo sucedido. Por supuesto, frente a Esteban oculté mi estómago, disimulando mi embarazo bajo ropa suelta. Nos encontramos en la antigua casa de Brad, un lugar que siempre me había dado escalofríos. Esteban me recibió con una expresión mezcla de preocupación y determinación. —Gracias por venir, Alba. Sé que esto no es fácil para ti —dijo Esteban, guiándome hacia la sala donde había esparcido varios documentos y cajas. —No te preocupes, Esteban. Quiero saber la verdad tanto como tú —respondí, mirando alrededor y tratando de ignorar la opresión que sentía en el pecho. Empezamos a revisar papeles, fotografías y objetos personales de Brad, buscando cualquier cos
Me puse un vestido rojo, suelto y delicadamente elegante, cuidando de que no marcara demasiado mi embarazo incipiente. Dejé mi cabello suelto y me puse un saco discreto para completar el conjunto, tratando de sentirme segura mientras me preparaba para enfrentar la noche. El camino hacia la fiesta fue tenso. Mis pensamientos se concentraban en Vera, mi luz en medio de la confusión emocional, pero también en el inevitable encuentro con Alexis y Diana juntos. Llegamos y el bullicio de la fiesta me recibió de inmediato. Traté de mantener la compostura mientras buscaba a Vera entre la multitud. Al llegar, Vera corrió hacia mí y me abrazó con entusiasmo, luciendo radiante en un precioso vestido negro. Le devolví el abrazo con cariño y saludé a Emma, su pequeña hermana, que estaba cerca. Noté entonces que toda su familia estaba presente en la fiesta. Sin embargo, mi alegría se vio empañada al ver a Alexis con Diana. Un nudo se formó en mi estómago y traté de mantener la compostura mien
Estoy viviendo uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Desde hace más de dos días, Alba y yo estamos llenos de felicidad porque descubrimos que está embarazada. Sentada en mis piernas ahora mismo, Alba irradia una luz especial mientras las niñas hojean revistas, todas inmersas en los preparativos para nuestra boda. — ¿Qué te parece este vestido, papi? — pregunta Vera, mi hija mayor, mostrándome una página brillante de una revista de bodas. — Es hermoso, pero creo que a Alba le gustaría algo más sencillo y elegante, ¿no crees, cariño? — respondo, acariciando el vientre de Alba. Me encanta sentir los movimientos de nuestro bebé. Alba sonríe y asiente, con ese brillo en sus ojos que me enamora más cada día. Estoy decidido a hacer de nuestra boda un evento inolvidable para ella. Bruno, nuestro futuro hijo, ya tiene un lugar especial en nuestros corazones y en nuestros planes. — ¿Y tú, Emma? ¿Qué opinas del lugar para la ceremonia? — pregunto a mi hija menor, mientras hoje
Alba Miller Había ido a la cabaña con Esteban. Como el estaba de viaje me acompaño Samuel.Estaba decidida a descubrir qué había pasado con mis padres. Ya estaba feliz con Alexis y mi bebé, pero necesitaba cerrar el ciclo y saber la verdad. En la cabaña solamente encontramos un pequeño USB que estaba oculto en la pared y ahora lo ingresamos en la computadora de Samuel. Yo no entendía qué hacía ese USB entre las pertenencias de Brad. Tecleé donde decía "Alba". En el archivo había varias fotografías de mi madre, primero cuando era adolescente, luego embarazada de mí, de mí cuando era bebé, cuando era niña. Había fotografías en cada momento de mi infancia y adolescencia, todas tomadas por mi madrina. Sin embargo, me alarmé cuando encontré fotografías más recientes de mi vida actual y de mi embarazo. No entendía a quién pertenecía ese USB ni por qué alguien estaría espiándome. Esteban se acercó, notando mi expresión de preocupación. — ¿Qué pasa, Alba? —preguntó con cautela.
Hace varias horas que me encuentro en una casa alejada. No sé dónde estamos, solo sé que mi propia madre me ha secuestrado y desea matarme. La situación es surrealista, una pesadilla de la que no puedo despertar. No pude evitar llorar cuando me pegó una bofetada. El dolor físico se mezclaba con el dolor emocional de la traición. Me llevé la mano a la mejilla adolorida, sintiendo el ardor de su golpe. — Deja de llorar, Alba. Esto es por tu propio bien —dijo con frialdad, su mirada carente de cualquier rastro de amor o compasión. Me quedé en silencio, temblando, tratando de contener las lágrimas que luchaban por salir. La habitación estaba oscura y fría, con las ventanas cerradas y la puerta firmemente bloqueada. Me sentía completamente aislada, sin idea de dónde estaba ni cómo escapar. Mis pensamientos volaron hacia Alexis y nuestro bebé. ¿Qué estaría pensando Alexis al recibir mi mensaje? ¿Estaría preocupado, asustado, o ya se habría dado cuenta de que algo estaba terriblemente
Han transcurrido varios meses desde que Liam fue condenado y mi madre murió. Todo ha sido un caos, sin embargo, las aguas han comenzado a calmarse. Sufrí mucho y los últimos meses estuve en cama debido a un embarazo de alto riesgo. Afortunadamente, mi bebé nació bien. Tiene la piel pálida, los ojos azules y el cabello negro. En este momento lo tengo entre mis brazos mientras observo a Alex jugar con Emma. Ahora somos nosotros cuatro porque Vera se fue a la universidad. "¿Cómo está mi bello hermanito?" pregunta Gabriel mientras se acerca y deposita un beso en la frente del bebé que tengo entre mis brazos. Para mí es increíble ver lo parecido que son Gabriel y mi bebé, aunque después de todo ambos son Santillán. No podía creer que Gabriel fuera hijo de Alexis, sin embargo, Irene ya explicó toda la situación y se disculpó. Ahora entiendo por qué me odia tanto. Ella explicó que sufrió mucho por los maltratos de Liam y siempre amó a Alexis. Aprovechó que él estaba ebrio para tene