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Key SandriaEstaré atenta a sus opiniones, gracias por leerme
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46. Descubriendo las razones de Vladimir
------'PUNTO DE VISTA [Narrador]-------Las palabras duras de parte de Alphonse hacia Mirai la hicieron que saliendo de su oficina, comenzará a llorar. Sabía que ahora no hay manera de que Alphonse le creyera, todo está en su contra. Se quedó unos segundos reflexionando lo qué pasó, después se limpió las lágrimas y buscó a Vladimir, no puede creer que lo esté pagando todo lo que hizo por él de esta cruel manera. — ¿Buscas a Vladimir, Mira? —preguntó Denovan. — ¿Dónde está? — No vale la pena, hay maneras de demostrar que Vladimir miente. — ¿Cómo? — Las cámaras qué hay dentro de cada carro, solo yo conozco donde están porque Alphonse me dejó de encargado esa vez. — ¿Qué tiene que ver eso? — Vladimir me pidió un carro para ir a verte, le di uno que Alphonse no usa porque no está… modificado para la silla de Alphonse. Por eso él nos se daría cuenta si no estaba. — ¿En serio se puede ver eso? —preguntó con esperanza Mirai. Sabe que Alphonse como enemigo es despiadado, así que no lo
47. Buscando a Alphonse
------PUNTO DE VISTA [Narrador]------Han pasado diez dias desde que Mirai vió por última vez a Alphonse. Él no se ha comunicado con ella, ni siquiera a podido enseñarle las pruebas, el único cambio que hubo fue el de despedir a Vladimir. Alphonse no dudó en hacerlo, sabía que debido al querer darle un poco de poder a Renata, todo se había salido de sus manos, él siempre había podido mantener todo bajo control, hasta ese día. El señor Denovan se ha encargado de todos los dias enviarle los archivos a Alphonse, aunque él tampoco sabe donde se encuentre, sabe que lo puede ver de alguna u otra forma.— Las clases de hoy han estado entretenidas, pero es un tema completamente diferente a lo que hemos visto. ¿No? — El señor Elric me ha pedido que cambiemos todo el planeamiento para ti. Me ha enviado una lista que hizo él mismo. ¿Tienes una empresa bajo tu cabeza? Definitivamente te está preparando para eso. — ¿Alphonse te lo ha enviado? ¿Lo has visto? — Él… me lo ha echo llegar. ¿Pasa al
48. La impotencia crece
-----PUNTO DE VISTA [Narrador]-----'— Hola señora Elric —Mira toma el teléfono con fuerza, ya no puede más, necesita saber lo qué pasa con Alphonse. — ¿Mira? ¡Hola! ¿cómo puedo ayudarte? — Tengo casi un mes que no puedo ver a Alphonse y no sé nada sobre él — ¿Qué necesitas saber? Él ha pedido que mantengamos todo sin hablar una sola palabra, no quiere que nadie se entere, lo siento, Mirai. Mi hijo es así.— Soy su esposa, señora Elric. Tengo el derecho de saber que sucede con él. Tenemos muchos temas de los cuales se debieron hablar antes de su partida, necesito comunicarme, por favor — Lo siento, no puedo ayudarte. El sonido que hace el teléfono cuando es colgado, fue el siguiente sonido que Mirai escuchó. La impotencia le hace que la mano tiemble. Se siente terrible con El Paso de los días y que Alphonse solo siga pensando que ella ha traicionado su confianza. Lo único que desea ahora mismo es poder aclarar la situación, pero parece que Alphonse ha desaparecido. En ese momen
49. El día menos pensado voy a dejar de pensarte.
------PUNTO DE VISTA [Narrador]-------Helena observa desde fuera a Alphonse, en su cabeza maquilan muchos planes para poder llamar su atención, pero parece que Alphonse simplemente no le interesa hablar con nadie. Ni sus padres se han presentado para conocer el casi nulo avance que ha tenido. — ¿Acaso tienes como objetivo a un hombre paralítico, Helena? Helena reconoció de inmediato la voz de su compañera Georgia. Georgia y Helena han sido conocidas desde hace mucho tiempo, habían sido vecinas y se perdieron en la universidad, pues Helena se abrió camino en una universidad cara y Georgia había tenido que hacer lo que se podía con lo que tenia. — ¿Quién no? Es un hombre que tiene mucha fortuna en Croacia, al estar en esta situación no debe tener muchas mujeres a la mano. — Es guapo, no creo eso. Además vi en la papeleta que es casado. — ¿Estoy ciega? No veo a ninguna esposa aquí desde que él ha llegado, Georgia, no seas tontita, por favor. — Seguir intentando llamar su atención s
50. El pasado de Alphonse
- - - - PUNTO DE VISTA [Narrador] - - - - Mirai todos los días observa todo lo qué hay alrededor de su casa. Cada barda, cada vigilante, casa todo. Nunca pensó que su matrimonio que parecía ir muy bien, terminaría de esta forma. Siendo secuestrada para nunca salir, lo peor de todo es que ni siquiera ha podido averiguar dónde está, Alphonse. — Esa mirada dice mucho —Mirai salta del susto en su lugar, lleva la mano a su pecho para calmar su corazón. — No… esperaba verte de nuevo, Thiago. — Vine a darme una vuelta, aprovechando que mi jefe no está. — Alphonse no está en casa —Mira deja de ver a Thiago y continua viendo como escapar — Eso lo sé, vengo a verte a ti, Renata. Quisiera saber un par de cosas de ti antes de elegir un bando. — ¿A qué te refieres?— ¿Por qué estabas en casa de Harris aquel día? — Me estaba contando su verdad del por qué mis padres me ocultaron mis orígenes. — ¿Eres prima de Harris? — No, al pareces soy la mujer con la que debería casarse para ascender a
51. Sorpresa
———PUNTO DE VISTA [Narrador]———El aeropuerto de Inglaterra está abarrotado de personas. Caminando de un lado para otro, todas ocupadas en su propio mundo. Renata parece estar viendo otro mundo, camina con miedo, miedo a perderse, miedo a que esté tomando la decisión equivocada. La maleta le hace sentirse un poco segura, caminando alrededor de muchas personas desconocidas. El viento sopla y tiene un olor diferente a su país. El frío hace que agarre el abrigo con fuerza, lee cada letrero para llegar a la salida. Su corazón palpita con fuerza, no sabe si está haciendo lo correcto para él, solo sabe que hace lo correcto para ella. Cuando por fin llega a la salida, un hombre de acerca a ella— ¿Necesita un taxi? —le pregunta el hombre. — Si, por favor. El hombre tomó la maleta entre su mano y ayudó a subir a Mirai a su taxi. — ¿A dónde la llevó? — Hospital Northerm General.🌎[Seis horas antes]🌎— Dime por favor dónde está él, Thiago. Thiago aun seguía pensando si era o no decirle
54. Casi final
------PUNTO DE VISTA [Narrador]-------El clima en Inglaterra hoy ha enfriado. El viento sopla a través de la ventana que tiene la habitación de Alphonse, la doctora mira con gran curiosidad a la mujer que está en la entrada de la habitación. Helena está odiando el momento. La llegada de Renata arruinaría por completo sus planes, además existe una posibilidad muy grande de que Renata pueda reconocerla. Alphonse por otro lado, no puede creer que ella esté aquí.— ¿Renata? —la voz de Alphonse se escuchó baja y ligera, no cargada como la última vez que se había hablado. — Lo siento, señorita. Aquí solo pueden estar familiares del señor Elric. ¿Se lo han informado al entrar al hospital? — Si —respondió Mirai— soy su esposa. La señora Elric. La sorpresa para la doctora Bloch fue mucha, tal que se murió de vergüenza pensando que Alphonse estaba divorciándose y por eso había decido someterse a esta cirugía de alto riesgo.— Quiero y deseo privacidad ahora mismo —dijo Alphonse, deseando
55. La espera más larga
------PUNTO DE VISTA [Mirai]------Los papeles que están frente a mi son extensos, los riesgos son largos y aun así Alphonse desea que firme lo que puede ser su sentencia de muerte. Por mucho que él lo desee, yo no puedo, no podría vivir si algo le pasara por mi culpa. — Solo tú puedes hacerlo, Renata. Eres la indicada para esto. Su voz es neutral ahora, parece que estamos en un buen momento para ambos. — ¿Por qué? Sinceramente no quiero formarlos, Al. Por mucho que me lo pidas, prefiero tenerte vivo. — Cuando sepas la verdad querrás tenerme muerto, Renata. — Yo jamás podré odiarte, Al. ¿Tu podrías hacerlo conmigo? — Es que aún no has entendido quien soy, Renata. Firma los permisos… por favor. La insistencia de su parte me deja más dudas. ¿Está bien que lo haga? — Dime qué hiciste, Al. De esta forma nunca firmaré esto. — ¿Prometes firmarlo cuando te diga? — Si. — Yo fui el culpable de que tus padres murieran, no lo sabía, yo no sabía eso, pero he sido yo… Mi mente se queda