----PUNTO DE VISTA [Narrador]----

Mirai colocó el lapicero donde Alphonse pudiera sostenerlo con más facilidad, después volvió a su lado con una sonrisa. La mayoría de los empleados pudieron ver el descaro de su jefe, pero también la mayoría de las mujeres saben que Alphonse Elric no cae con tanta facilidad, ya que muchas lo habían intentado más de dos veces.

— Vamos a la oficina, Renata —habló Alphonse tragando en seco, jamás había visto a Mirai de otra forma como ahora. Siempre la ha considerado como alguien muy normal, pero ahora ha visto que no.

— Señor Elric, el señor Gustavo lo está esperando para la reunión que tendrán hoy.

La secretaría bajó la vista a la entrepierna de su jefe, sin querer, ya que un bulto le ha llamado la atención. Sus empleados este tiempo juraron que su mal humor esperaría porque no podría ni tener erecciones, pero eso confirma que si puede.

— Vete —espetó Alphonse molestó por la mirada de esa mujer.

Alphonse le dio curiosidad que es lo que esa mujer e